Europa se dirige hacia un directorio de los ricos
Los intentos germano-franceses de crear un 'n¨²cleo federal' como base de algunos pa¨ªses de la Eurozona se contemplan con cierto temor por parte del resto de pa¨ªses miembros
La crisis de la deuda griega y el miedo al contagio por parte de algunos pa¨ªses europeos han resucitado antiguas controversias sobre la profundidad de la integraci¨®n europea y las tensiones latentes que se han ido acumulando en lo que la Uni¨®n Europea lleva de vida.
Durante los ¨²ltimos meses se han venido sugiriendo distintos escenarios, desde la desintegraci¨®n de la Uni¨®n monetaria a la creaci¨®n de un n¨²cleo federal de pa¨ªses con pol¨ªticas econ¨®micas y fiscales bien conectadas. Los sucesos recientes parecen estar dando la raz¨®n a aquellos que han venido argumentando que el resultado de la crisis actual comportar¨¢ una mayor integraci¨®n entre algunos de los estados miembros de la UE.
En una conferencia a los estudiantes de la Universidad de Estrasburgo, el presidente franc¨¦s Sarkozy se ha manifestado a favor de una propuesta de una Europa a dos velocidades. Ha sugerido que ello significar¨ªa una Eurozona m¨¢s integrada y una soluci¨®n confederal para el resto. Adem¨¢s, es un hecho evidente que durante meses Francia ha estado consultando con Alemania a todos los niveles el modo de conseguirlo. Aparentemente tambi¨¦n se est¨¢ debatiendo la cuesti¨®n de los impuestos comunes, as¨ª como la posibilidad de que algunos pa¨ªses abandonen la Eurozona.
Los intentos germano-franceses de crear un ¡°n¨²cleo federal¡± como base de algunos pa¨ªses de la Eurozona se contemplan con cierto temor por parte del resto de pa¨ªses miembros. El t¨¢ndem parece tener en mente la creaci¨®n de una Europa rica, altamente integrada, en el centro, con los pobres y rezagados en el c¨ªrculo conc¨¦ntrico a su alrededor. Un verdadero directorio. El proyecto de la integraci¨®n europea basado en la solidaridad habr¨ªa concluido, y con raz¨®n el presidente del Comisi¨®n Dur?o Barroso se ha declarado contrario a esta orientaci¨®n, consider¨¢ndola un paso atr¨¢s en el proceso de integraci¨®n europea. Desafortunadamente, m¨¢s all¨¢ de lo que diga la Comisi¨®n, la opci¨®n n¨²cleo-periferia est¨¢ resultando plausible por primera vez en la historia de la UE.
Las consecuencias que dicho sistema conllevar¨ªa a los pa¨ªses que queden en la periferia son dif¨ªciles de predecir con cierto nivel de exactitud, pero probablemente ser¨ªan m¨¢s negativas tanto econ¨®mica como pol¨ªticamente que la permanencia en el n¨²cleo, considerando que permanecer dentro tampoco significar¨ªa detener la implantaci¨®n de las impopulares medidas de austeridad que hacen peligrar el estado del bienestar. Estas ¨²ltimas, aunque puede que contribuyan a una gestionar mejor los pa¨ªses en cuesti¨®n, no arreglan el principal problema de la riqueza en Europa: la falta de crecimiento econ¨®mico.
Fortalecer la Eurozona a trav¨¦s de un cambio del Tratado sigue siendo la opci¨®n preferida, y la Canciller alemana la ha secundado p¨²blicamente. Esta opci¨®n respetar¨ªa los tratados y llevar¨ªa a la Uni¨®n Europea a una mayor integraci¨®n con el consenso de todos los pa¨ªses. Desgraciadamente, la cacofon¨ªa de intereses de todos los pa¨ªses y de las voces nacionales imposibilita que se alcance un resultado coherente, al menos en los t¨¦rminos que los mercados exigen a corto plazo.
No obstante, una dram¨¢tica soluci¨®n fuera-del-Tratado puede ser la ¨²nica v¨ªa de escape del callej¨®n sin salida en el que se encuentra Europa. El cl¨¢sico mecanismo de reforma de Tratado que precisa el acuerdo de todos los estados miembros, as¨ª como la ratificaci¨®n por parte de los parlamentos nacionales y refer¨¦ndums en algunos pa¨ªses, han mostrado sus limitaciones en el pasado reciente. Por otra parte, alcanzar un acuerdo significativo entre los 27 estados miembros ha pasado a ser una misi¨®n imposible, vista la dimensi¨®n y el uso del presupuesto europeo o el posicionamiento de la UE ante el r¨¦gimen asesino libio.
Ello tambi¨¦n significar¨ªa que la Uni¨®n se ver¨ªa forzada a afrontar otras tensiones latentes que se han creado en los a?os de su ampliaci¨®n, sobre todo la cuesti¨®n de la pertenencia a la UE del Reino Unido, que ha estado planeando durante d¨¦cadas. El gobierno brit¨¢nico se ha posicionado desde 1973 en contra de todos los intentos de una integraci¨®n m¨¢s completa. Confrontarse a la decisi¨®n de mayor o menor integraci¨®n, tambi¨¦n podr¨ªa ayudar a otros pa¨ªses a clarificar sus verdaderas afiliaciones.
A la vista de todo ello, habr¨ªa terminado el sue?o de una Europa basada en valores para dar paso a una UE m¨¢s pragm¨¢tica, orientada en base a los resultados y al mercado. Una vez m¨¢s la econom¨ªa, no la pol¨ªtica, estar¨ªa marcando el camino de la construcci¨®n europea.
Elina Viilup es investigadora principal del Centro de Estudios y Documentaci¨®n Internacionales de Barcelona (CIDOB)
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