B¨¦lgica forma al fin un Gobierno con plenos poderes

El socialista franc¨®fono Elio di Rupo ha conseguido por fin este lunes formar el Gobierno con plenos poderes que pone fin a pr¨¢cticamente a?o y medio de una B¨¦lgica dirigida por un Gabinete en funciones. En el arcano de los equilibrios entre franc¨®fonos y neerland¨®fonos, el Ejecutivo tendr¨¢ seis ministros franc¨®fonos y seis de Flandes, con Di Rupo, en su calidad de primer ministro, contando como ling¨¹¨ªsticamente neutro. Di Rupo, de 60 a?os, origen italiano e hijo de inmigrantes es el primer socialista jefe de Gobierno desde 1974. Su Gobierno estar¨¢ formado por seis partidos (socialistas, conservadores y liberales de Flandes y Valonia).

El rey Alberto II ha nombrado ya primer ministro a Di Rupo y ha aceptado el gabinete que ¨¦ste propone.?En atenci¨®n a la mec¨¢nica constitucional, los ministros de Di Rupo prestar¨¢n juramento el martes y el programa de Gobierno ser¨¢ discutido el mi¨¦rcoles en la C¨¢mara baja.

El Gobierno ser¨¢ un tripartito cl¨¢sico, con dos ministros menos por aquello del ahorro

La complejidad belga nunca dejar¨¢ de sorprender y el acuerdo global de Gobierno alcanzado por los seis partidos el jueves de la pasada semana necesit¨® ser rematado por otra veintena de horas de negociaci¨®n entre domingo y lunes para determinar el n¨²mero de ministros, su reparto por familias ideol¨®gicas y hasta la propia identidad de los futuros gobernantes.

El Gobierno ser¨¢ un tripartito cl¨¢sico, con dos ministros menos que el saliente por aquello del ahorro a ojos de la opini¨®n p¨²blica, y un secretario de Estado menos, regl¨®n en que dominar¨¢n los neerland¨®fonos a los franc¨®fonos (4-2) para compensar el hecho de que el jefe del Gobierno sea un franc¨®fono por primera vez desde 1979 (entonces un democristiano). La norte?a Flandes tiene m¨¢s poblaci¨®n, es econ¨®micamente m¨¢s fuerte que el t¨¢ndem Bruselas- Valonia y en virtud de esa fuerza ha sido la que durante d¨¦cadas proporcionaba el primer ministro al pa¨ªs.

Ese reparto tribal del poder es cuesti¨®n tan delicada en B¨¦lgica que al conocer el reparto de carteras el polit¨®logo Pascal Delwitt ha declarado al diario Le Soir: ¡°Seg¨²n mis c¨¢lculos dos partidos est¨¢n ligeramente sobrerepresentados: el liberal franc¨®fono y el conservador neerland¨®fono. Es un sutil equilibrio que tiene tambi¨¦n en cuenta, sin duda, las competencias¡±

El acuerdo de la pasada semana se produjo tras pactarse un presupuestos para 2012 con recortes adicionales de 11.000 millones de euros (y l¨ªneas generales para asumir las obligaciones impuestas por la Uni¨®n Europea para 2013 y 2014) que a punto estuvo por echar abajo largos meses de esfuerzos negociadores, por las objeciones de los liberales. El desgaste que los mayores sacrificios pueda ocasionar el Gobierno es la mayor incertidumbre que pesa sobre el equipo entrante, del que alg¨²n analista ha dicho que est¨¢ erigido sobre arena.

Dos hechos singulares marcan a este Gabinete: que sea el que pone fin al mayor periodo sin Gobierno con plenos poderes que ha visto Occidente (al a?o y medio transcurrido desde la elecciones del 13 de junio de 2010 hay que sumar el mes y medio desde la disoluci¨®n de la c¨¢maras) y la asunci¨®n de la jefatura por un franc¨®fono y socialista, en un pa¨ªs mayoritariamente neerland¨®fono y conservador.

El ¨²ltimo primer ministro franc¨®fono fue Paul Vanden Boeynants en 1979, un democristiano, y hay que ir 38 a?os atr¨¢s, a 1973-1974, para encontrar a un socialista franc¨®fono, Edmond Leburton, al frente del Gobierno. A Leburton se le reproch¨® siempre, y se ha vuelto a recordar estos d¨ªas, que no hablara una palabra de la lengua de Flandes, lo que hoy le imposibilitar¨ªa para el cargo.

Di Rupo, doctor en Qu¨ªmica y pol¨ªtico que ha contribuido a ventilar la atm¨®sfera de corrupci¨®n en que vivi¨® largo tiempo instalado el socialismo val¨®n, se esfuerza por hablar el neerland¨¦s (aunque lo hace con errores fon¨¦ticos y gramaticales, y ha prometido seguir estudi¨¢ndolo) si bien lo comprende sin aparentes problemas. Tal d¨¦ficit ling¨¹¨ªstico (sumado a su adscripci¨®n ideol¨®gica izquierdista) merma la confianza que suscita en la muy centroderechista Flandes, donde solo el 29% de la poblaci¨®n dice confiar en ¨¦l, seg¨²n un sondeo de Le Soir.

La composici¨®n del Gobierno de Di Rupo deja fuera a la Nueva Alianza Flamenca (N-VA), el partido separatista en lo pol¨ªtico y liberal en lo econ¨®mico que fue el m¨¢s votado en las elecciones de 2010. La N-VA no ha dejado de subir desde entonces y los ¨²ltimos sondeos le atribuyen un 40% de intenci¨®n de voto en Flandes.