Havel, de personaje hist¨®rico a s¨ªmbolo

V¨¢clav Havel ha pasado de ser un personaje hist¨®rico a convertirse en un s¨ªmbolo. Decenas de miles de personas acompa?aron ayer el f¨¦retro del expresidente checo por el centro hist¨®rico de Praga hasta el castillo en una manifestaci¨®n de duelo solo comparable al entierro en 1937 de Tom¨¢s Masaryk, el presidente que logr¨® la independencia de Checoslovaquia del Imperio austroh¨²ngaro tras el final de la Primera Guerra Mundial. Con temperaturas bajo cero, una multitud formada por soldados que rend¨ªan honores, bandas de m¨²sica que tocaban marchas f¨²nebres, jubilados, estudiantes, obreros, oficinistas, actores y veteranos de la Revoluci¨®n de Terciopelo escoltaron los restos del intelectual y pol¨ªtico fallecido el pasado domingo a los 75 a?os de un c¨¢ncer de pulm¨®n. De este modo, el pueblo checo rompe ese t¨®pico que adjudica a los centroeuropeos un car¨¢cter fr¨ªo y racionalista, alejado de las emociones, y en un detalle conmovedor los manifestantes hicieron sonar sus llaveros en recuerdo del tipo de protestas contra la dictadura comunista.

Resulta muy significativo que tanto Masaryk como Havel sean en el imaginario colectivo de los checos antes escritores que presidentes, m¨¢s intelectuales que pol¨ªticos. El enorme homenaje tributado al disidente que pas¨® de las prisiones comunistas a la jefatura del Estado revela, entre otras cosas, el incuestionable amor de los checos por la cultura. Pa¨ªs ilustrado y entusiasta de la m¨²sica, la literatura o el teatro; potencia econ¨®mica en el periodo de entreguerras; coraz¨®n de Europa con una capital como la bell¨ªsima Praga, que es una lecci¨®n de historia del arte; la antigua Checoslovaquia (hoy Chequia y Eslovaquia) admir¨® la obra de Havel durante a?os en los escenarios y en los libros antes de que la aceleraci¨®n hist¨®rica aupara al dramaturgo hasta el castillo de Praga, donde durante tres d¨ªas los checos podr¨¢n honrar su memoria hasta que el viernes se celebre un funeral de Estado. Sus restos mortales reposan en la misma sala del impresionante castillo donde hace casi 22 a?os fue elegido el primer presidente democr¨¢tico tras cuatro d¨¦cadas de r¨¦gimen comunista.

Los checos han admirado siempre a los intelectuales dedicados a la pol¨ªtica

El recorrido de Havel entre las multitudes ha estado cargado de simbolismo porque, al igual que la vida del escritor se traslad¨® de los teatros, los caf¨¦s y las calles de Praga a la colina desde donde se gobierna el pa¨ªs, su itinerario f¨²nebre ha cubierto el mismo itinerario, ahora entre banderas checas y flores. No cabe duda de que la multitud que acompa?¨® el f¨¦retro de Havel quiere reflejarse en aquel dirigente que supo poner su altura moral al servicio de los intereses de un Estado democr¨¢tico y que abri¨® su pa¨ªs al mundo, con la mancha de dolor que le caus¨® la separaci¨®n pac¨ªfica de Chequia y Eslovaquia en 1993. A pesar de los enfrentamientos en el pasado con su antecesor, el hoy presidente checo, el euroesc¨¦ptico V¨¢clav Klaus, no ha tenido m¨¢s remedio que reconocer en su intervenci¨®n p¨²blica que desea que todos aquellos que no sean indiferentes al futuro del pa¨ªs, ¡°defiendan sus opiniones con el mismo coraje y convicci¨®n que V¨¢clav Havel¡±. Sin embargo, muchos checos se identifican todav¨ªa mucho m¨¢s con aquellas palabras de Masaryk de 1918 que Havel repiti¨® desde el balc¨®n del castillo de Praga el d¨ªa de A?o Nuevo de 1990: ¡°Pueblo, vuestro Gobierno ha vuelto a vosotros¡±.