Un litigio fronterizo hunde las relaciones entre Costa Rica y Nicaragua
El Gobierno de San Jos¨¦ acusa a Managua de utilizar la "fuerza bruta" en el conflicto bilateral
Ricardo Jim¨¦nez Oreamuno, p¨ªcaro pol¨ªtico que fue tres veces presidente de Costa Rica en la primera mitad del siglo XX, asegur¨® en 1945, poco antes de morir, que en Costa Rica hab¨ªa tres estaciones: seca, lluviosa y¡ los problemas con Nicaragua. Siete d¨¦cadas despu¨¦s, las complicadas relaciones entre ambos pa¨ªses han ca¨ªdo a su nivel m¨¢s bajo en los ¨²ltimos 25 a?os a causa del litigio fronterizo en el r¨ªo San Juan, que estall¨® en 2010 y que ayer escal¨® un paso m¨¢s con la demanda que Nicaragua present¨® contra Costa Rica en el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya por violaci¨®n de su soberan¨ªa y da?os medioambientales.
Hace un a?o, fue San Jos¨¦ quien denunci¨® a Managua por la invasi¨®n de su territorio. Aprovechando el dragado que realizaban en el r¨ªo San Juan, las tropas nicarag¨¹enses ocuparon Portillos, isla costarricense del extremo oriental del l¨ªmite, e instalaron una base. Nicaragua aleg¨® que el enclave era parte de su territorio y acus¨® a Costa Rica de querer apoderarse del r¨ªo, que est¨¢ bajo soberan¨ªa nicarag¨¹ense. El pasado marzo, La Haya orden¨® de forma preliminar la retirada de las fuerzas militares del territorio en pugna. Nicaragua sac¨® a sus tropas pero las reemplaz¨® con j¨®venes del gobernante Frente Sandinista.
¡°La situaci¨®n que estamos viviendo es por un acto de fuerza bruta del Gobierno nicarag¨¹ense contra un pa¨ªs desarmado¡±, asegura a EL PA?S el ministro costarricense de Relaciones Exteriores, Enrique Castillo. Nicaragua ¡°traspas¨® una frontera perfectamente establecida, nunca cuestionada por ellos y recogida por sus mapas oficiales, y con la fuerza militar invadi¨® nuestro territorio y lo sigue ocupando. Pero el pa¨ªs desarmado tiene armas para defenderse, las del derecho internacional, y que no son los rifles, ca?ones, tanques y misiles que tiene Nicaragua".
Daniel Ortega usa el contencioso como una cortina de humo para desviar la atenci¨®n
de su crisis electoral,
dice el canciller costarricense
El actual contencioso entre Costa Rica -sin Ej¨¦rcito desde 1949- y su vecina Nicaragua -con una fuerza castrense adiestrada en dos guerras civiles- encaja en una historia de choques b¨¦licos, pol¨ªticos y diplom¨¢ticos.
Castillo acusa al presidente nicarag¨¹ense, Daniel Ortega, de usar el litigio como una ¡°cortina de humo¡± para desviar la atenci¨®n del dilema real de Nicaragua: las denuncias de que Ortega cometi¨® fraude en las elecciones presidenciales del pasado noviembre, que le dieron la victoria, pero que son cuestionadas por la oposici¨®n y los observadores internacionales.
En la denuncia interpuesta ayer en La Haya, Nicaragua acusa a Costa Rica de causar un grave da?o ambiental al construir una carretera de 130 kil¨®metros paralela al r¨ªo San Juan y exige al Gobierno costarricense que le informe sobre los detalles del trabajo que, seg¨²n Ortega, amenaza al r¨ªo y a su caudal".
El canciller costarricense aduce que no se trata de una carretera, "sino un camino r¨²stico para el desarrollo de pueblos aislados, que se construye sobre v¨ªas ya existentes y en tierras deforestadas. No hay perjuicio ecol¨®gico mayor que lamentar". La denuncia, alega Enrique Castillo, forma parte de una "campa?a de difamaci¨®n". ¡°Ning¨²n instrumento internacional obliga a Costa Rica a informar a Nicaragua, y mucho menos a someter estudios a la aprobaci¨®n de Nicaragua. Eso est¨¢ totalmente fuera de lugar. Estamos trabajando en territorio soberano costarricense, en donde no tenemos que darle explicaciones ni pedir permiso a Nicaragua. Tomamos nuestras decisiones en nuestro territorio, soberanamente¡±.
En una extra?a confluencia entre enemigos pol¨ªticos, el gobernante Frente Sandinista y la oposici¨®n nicarag¨¹ense, peleados por el resultado electoral, aprobaron por unanimidad en noviembre una resoluci¨®n legislativa para ¡°rechazar la pol¨ªtica agresiva y de confrontaci¨®n¡± que el Gobierno costarricense ¡°ha venido impulsando en contra de los derechos soberanos nicarag¨¹enses en la zona¡± de la ruta fluvial.
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