Ganando la partida al ¡®narco¡¯
El pr¨®spero Estado mexicano de Veracruz emerge de una oleada de violencia
¡°El a?o 2011 ha sido cr¨ªtico y septiembre, el peor mes para Veracruz desde que lleg¨® Hern¨¢n Cort¨¦s¡±, dice Luis Alberto Mart¨ªn Capistr¨¢n, presidente de los empresarios de este rico Estado del este de M¨¦xico. Ese mes, la violencia vinculada al narcotr¨¢fico y al crimen organizado alcanz¨® el cl¨ªmax cuando en tan solo dos d¨ªas un grupo paramilitar apenas conocido, los Matazetas, arroj¨® en las calles de Boca del R¨ªo, municipio tur¨ªstico unido al puerto de Veracruz, m¨¢s de medio centenar de cad¨¢veres de personas presuntamente relacionadas con el cartel de Los Zetas. Fue el punto culminante de una ola de violencia que durante meses puso de rodillas a la sociedad civil veracruzana, pero tambi¨¦n el momento en que las autoridades reaccionaron para retomar el control de la situaci¨®n.
El Estado de Veracruz, una franja de litoral de 750 kil¨®metros de extraordinaria riqueza natural, fronterizo con otros siete Estados, es clave por poblaci¨®n ¡ª7,6 millones de habitantes¡ª y econom¨ªa ¡ªrepresenta el 6% del PIB nacional¡ª para M¨¦xico y m¨¢s a¨²n en un a?o electoral como 2012. Toda esta California mexicana ¡ªno es extra?o que a sus ciudadanos se les escape la frase ¡°si fu¨¦semos un pa¨ªs independiente¡¡±¡ª vivi¨® el a?o pasado sumergida en una pesadilla colectiva donde los secuestros, el robo de veh¨ªculos, la extorsi¨®n y las balaceras estaban a la orden del d¨ªa.
Surgieron quienes se hac¨ªan pasar por Zetas y extorsionaban a los m¨¢s d¨¦biles Jerem¨ªas Z¨²?iga, del Consejo Ciudadano de la Fiscal¨ªa
¡°Los hoteles de cinco estrellas dorm¨ªan vac¨ªos¡±, apunta el presidente de la patronal. ¡°No hab¨ªa nadie por las calles a las nueve de la noche, tocar el claxon al carro de delante se convirti¨® en una temeridad¡±. ¡°Los ciudadanos nos impusimos nuestro propio toque de queda¡±, recuerda Jerem¨ªas Z¨²?iga, del Consejo Ciudadano de la Procuradur¨ªa (fiscal¨ªa) General de la Rep¨²blica (PGR) en Veracruz. Adem¨¢s, ¡°surgieron quienes se hac¨ªan pasar por Zetas y extorsionaban a los m¨¢s d¨¦biles econ¨®micamente¡±. La extorsi¨®n, muchas veces telef¨®nica ¡ªhabitualmente un sicario preso llama desde la c¨¢rcel a su v¨ªctima para exigir una cantidad peque?a, unos 30.000 pesos (unos 2.000 euros)¡ª no solo afectaba a locales, comercios o transportistas sino tambi¨¦n a profesionales, desde m¨¦dicos a notarios. En las calles abundaban los halcones, taxistas o vendedores de tacos que por mil pesos o bajo amenaza de muerte serv¨ªan como informantes de los Zetas. Algunos empresarios amenazados huyeron a EE UU.
La cita con Josu¨¦ Azuara, m¨¦dico forense, no resulta f¨¢cil. Una vez en el Caf¨¦ del Portal, junto al z¨®calo de Veracruz, se explica: ¡°Si me llaman por tel¨¦fono y no s¨¦ qui¨¦n es me quedo callado. Tengo miedo a las amenazas, a que me exijan dinero o busquen informaci¨®n¡±. Azuara reconoce que la seguridad ha mejorado desde diciembre, ¡°sobre todo en lugares blindados como Veracruz o Xalapa, la capital del Estado, pero quedan zonas donde no existe esa protecci¨®n¡±. ¡°Yo no me atrever¨ªa a¨²n a viajar por carretera al norte¡±, advierte.
Si me llaman por tel¨¦fono y no s¨¦ qui¨¦n es me quedo callado Josu¨¦ Azuara, m¨¦dico forense
La situaci¨®n empez¨® a cambiar el pasado octubre cuando la seguridad del Estado pas¨® a manos de la Marina, sustituyendo a unas fuerzas de polic¨ªa infiltradas por el crimen organizado. Poco antes hab¨ªan aparecido los Matazetas, una organizaci¨®n envuelta en el misterio sobre la que pocos dudan de que tenga apoyo militar y muchos m¨¢s prefieren mirar para otro lado, ya que sus acciones est¨¢n obligando a replegarse a los narcos.
El gobernador de Veracruz, Javier Duarte, de 38 a?os, representante de la nueva generaci¨®n del PRI (Partido Revolucionario Institucional), reconoce que de septiembre a noviembre fue un trimestre negro. Para esas fechas, el medio centenar de muertos relacionado con la violencia del narcotr¨¢fico en 2010 hab¨ªa pasado a m¨¢s de 200. Los Zetas, explica Duarte, ¡°funcionan como un holding que quiere el monopolio de la delincuencia. La droga es ya solo uno de sus negocios, adem¨¢s del tr¨¢fico de personas, los secuestros, la extorsi¨®n, la prostituci¨®n, el robo de petr¨®leo¡¡±.
El Estado de Veracruz es un corredor por el que desde el sur sube el tr¨¢fico de drogas y de inmigrantes centroamericanos con destino a EE UU y del norte bajan las armas gringas que permiten a los delincuentes contar con un arsenal muchas veces superior al de las fuerzas de seguridad. Con el objetivo de controlar ese pasillo est¨¢n en construcci¨®n dos bases militares en cada extremo del Estado, una en Tempoal, al norte, y otra en Acayucan, al sur.
Polic¨ªas mejor preparados y pagados
Duarte, que lleva poco m¨¢s de un a?o de gobernador, recibi¨® una herencia envenenada tanto en seguridad como en econom¨ªa de su antecesor en el cargo y padrino pol¨ªtico, Fidel Herrera. Lo que ha marcado la diferencia, asegura, ¡°es que ahora existe una mayor coordinaci¨®n con el Gobierno federal¡±. Centenares de agentes han sido despedidos por sus v¨ªnculos con el narco y se han formado ya 1.800 polic¨ªas mejor preparados y, sobre todo, mejor pagados.
La deuda del Estado ascend¨ªa a 30.000 millones de pesos y exist¨ªa un grave problema de liquidez. El gobernador, que fue secretario de Hacienda de Herrera hasta 2008, opt¨® por una pol¨ªtica de austeridad que de momento ha reducido el gasto corriente del Estado en 6.000 millones y ha cerrado 18 organismos p¨²blicos. Aun as¨ª, algunos municipios est¨¢n en quiebra y otros solo tienen para pagar los gastos de personal.
El presidente de los empresarios, Mart¨ªn Capistr¨¢n, que califica la gesti¨®n del anterior gobernador de nefasta, critica al actual por haber tomado muy tarde las decisiones correctas: ¡°No informaba de lo que estaba pasando y estaba muy distanciado de la sociedad. Ahora la brecha se est¨¢ cerrando, 2011 ha sido el a?o en que se aprendi¨® a gobernar¡±.
El turismo, que representa el 30% de la econom¨ªa del Estado y es sobre todo nacional, fue uno de los sectores m¨¢s castigados por este annus horribilis cayendo m¨¢s del 10% respecto a 2010 y solo ha empezado a recuperarse en Navidad. Salvador Mansur, alcalde de Boca del R¨ªo, otro cachorro del PRI, de 35 a?os, es optimista. Vestido con una elegante guayabera blanca y unos vaqueros habla con desparpajo y sin escolta en el caf¨¦ La Parroquia. ¡°Hemos superado una etapa muy dif¨ªcil y no hay riesgo de reca¨ªda¡±, dice antes de anunciar con orgullo que se est¨¢n construyendo cinco hoteles y dos grandes centros comerciales en el municipio.
Es s¨¢bado por la noche en Veracruz y el danz¨®n, los mariachis y las marimbas se adue?an de las calles. Vecinos de todas las edades bailan en las plazas entre tragos de cerveza y mezcal. Tres horas de patrulla nocturna con la polic¨ªa naval por los barrios marginales de la ciudad solo conducen al aburrimiento.
La pesadilla empieza a parecer cosa del pasado. El gobernador ha defendido que toda conducta delictiva debe tener consecuencias legales y prometido luchar contra la impunidad en el primer seminario acad¨¦mico que con el t¨ªtulo Seguridad con legalidad y dirigido por el juez Baltasar Garz¨®n acaba de celebrarse en Xalapa. Duarte es tajante: ¡°Veracruz saldr¨¢ adelante¡±.
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