Davos, hybris y BRICS
La influencia de los pa¨ªses emergentes crece a gran velocidad. Pero el ¨¦xito, aveces, infunde una confianza tan desmesurada que lleva a cometer errores y al fracaso
¡°Cuando los dioses quieren destruir a alguien, primero lo vuelven loco¡±. Esto cre¨ªan los antiguos griegos. Seg¨²n ellos, una de las maneras en que los dioses aniquilan a una persona es llen¨¢ndola de ¨¦xitos, poder, prosperidad y fama. El ¨¦xito les infunde una confianza en s¨ª mismos tan desmesurada que, inevitablemente, les lleva a cometer errores y, eventualmente, al fracaso. A esta falta de autocontrol los griegos le llamaban hybris.
Siglos despu¨¦s, aparecieron los BRICS. Jim O'Neill, del banco Goldman Sachs, acu?¨® el t¨¦rmino, formado por las iniciales de Brasil, Rusia, India, y China. Luego le a?adi¨® Sud¨¢frica, transform¨¢ndolo en BRICS. Estos son pa¨ªses pobres de enorme tama?o y poblaci¨®n cuya influencia econ¨®mica y pol¨ªtica crece a gran velocidad. Muchos analistas estiman que, en unas d¨¦cadas, las econom¨ªas de los BRICS podr¨ªan superar a algunas de las naciones m¨¢s avanzadas del mundo. Y no son solo los cinco BRICS; muchos otros pa¨ªses pobres est¨¢n teniendo gran ¨¦xito econ¨®mico. Seg¨²n HSBC, otro banco, de seguir las tendencias actuales, en 2050 las cien mayores econom¨ªas del mundo incluir¨¢n, adem¨¢s de los BRICS y las potencias tradicionales (EE UU, Alemania o Jap¨®n), a pa¨ªses como Filipinas (?la decimosexta m¨¢s grande para entonces!), Per¨², Bangladesh y Colombia, entre otros. Claro est¨¢, la condici¨®n decisiva es ¡°de seguir las tendencias actuales¡±.
Y es aqu¨ª donde cabe mencionar la reuni¨®n del Foro Econ¨®mico Mundial que congrega anualmente en Davos a grandes empresarios, jefes de Estado, cient¨ªficos, periodistas, activistas sociales, artistas, etc. Los a?os que llevo asistiendo a esta reuni¨®n me han hecho un gran creyente en la existencia de la hybris. Yo no s¨¦ si son los dioses o la naturaleza humana, pero s¨¦ que el ¨¦xito y el fracaso van, con demasiada frecuencia, muy unidos.
Una de las fiestas m¨¢s recordadas de Davos la ofreci¨® a mediados de los a?os noventa el Gobierno mexicano; el anfitri¨®n y figura estelar fue el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari. Poco despu¨¦s, al pa¨ªs ¡ªy a su presidente¡ª les fue muy mal. Tambi¨¦n vi a Kenneth Lay, el jefe de una importante empresa, explicar ante una audiencia embelesada por qu¨¦ su modelo de negocios ¡ªque gener¨® 100.000 millones de d¨®lares de ingresos en 2000¡ª era el futuro. La empresa era Enron y de, no haber fallecido, Lay seguramente estar¨ªa hoy en la c¨¢rcel acompa?ando a varios de sus colegas. Presenci¨¦ como Carlos Menem describ¨ªa a la Argentina pre-debacle y escuch¨¦ los triunfales relatos de quienes invert¨ªan sumas injustificables en la primera ola de empresas de Internet que no ten¨ªan ni ingresos ni ganancias. La aclamada fusi¨®n de la ¡°vieja¡± y gigantesca TimeWarner con la ¡°nueva¡± AOL fue un ejemplo paradigm¨¢tico de todo esto. Los resultados fueron catastr¨®ficos.
Otra fulgurante estrella muy visible en Davos era el franc¨¦s Jean-Marie Messier, quien trat¨® de convertir una empresa de agua y recolecci¨®n de basura, CGE (Compagnie G¨¦n¨¦rale des Eaux), en un conglomerado medi¨¢tico: Vivendi Universal. Messier titul¨® su autobiograf¨ªa J6M.com. En franc¨¦s, J6M es ¡°(Jean)-Marie Messier, Moi-M¨ºme, Ma?tre du Monde¡± (J. Marie Messier, yo mismo, amo del mundo). Lo vi en 2002, presentando en la reuni¨®n del Foro Econ¨®mico en Nueva York un exuberante espect¨¢culo multimedia sobre su empresa. Pocos meses despu¨¦s, Vivendi anunci¨® las mayores p¨¦rdidas en la historia de Francia y Messier fue despedido. No me lo he vuelto a encontrar en Davos.
Tambi¨¦n estuve en las presentaciones de los ministros de Econom¨ªa de Tailandia, Indonesia, Malasia o Corea del Sur antes de que la crisis econ¨®mica asi¨¢tica los hiciera desaparecer de las listas de los oradores m¨¢s buscados. Y as¨ª muchos m¨¢s.
Esto no quiere decir que todos los que asisten a estas reuniones sean personajes enloquecidos por el ¨¦xito. De Nelson Mandela a Elie Wiesel, de t¨ªmidos investigadores que trabajan en las fronteras del conocimiento sobre c¨¢ncer, el cerebro o la gen¨¦tica a activistas que se juegan la vida enfrentando a d¨¦spotas o protegiendo a inocentes, en las reuniones de Davos es f¨¢cil encontrar gente admirable e inmune a la arrogancia. Pero tambi¨¦n es f¨¢cil tropezarse con personajes claramente pose¨ªdos por la hybris.
?Y qu¨¦ tiene todo esto que ver con los BRICS y los pa¨ªses pobres que se han puesto de moda? Pues ya se puede imaginar. En mis recientes conversaciones con l¨ªderes turcos, brasile?os, rusos o chinos en Davos he detectado muchos de los s¨ªntomas de aquellos famosos que ya no aparecen por los pasillos de ese foro. ?Qu¨¦ estar¨¢n tramando los dioses a cargo de poner a los arrogantes en su lugar? ?Ser¨¢ que est¨¢ por llegar un crash en los pa¨ªses emergentes?
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