Cuatro preguntas sobre la pr¨®xima guerra

Ser¨¢ en verano, ¨¦poca guerrera por excelencia. En mitad de la campa?a presidencial, con Obama y Romney enzarzados en la pelea decisiva. Un tiempo de transici¨®n, por tanto, en el que se abren las ventanas a iniciativas inusuales. Todo ser¨¢ muy r¨¢pido, con bombardeos de precisi¨®n realizados por aviones no tripulados. Despu¨¦s vendr¨¢ la respuesta, que puede convertirse en guerra. Cuando todo termine, nada ser¨¢ como antes. Para dilucidar la consistencia de esta historia, que muchos quieren evitar, hay que responder a varias preguntas:

?1.- ?Es Ir¨¢n una amenaza? Lo es, sin duda, a pesar de todas las protestas iran¨ªes sobre el car¨¢cter civil de su industria nuclear. El desarrollo nuclear civil conduce a un umbral tecnol¨®gico, denominado zona de inmunidad, a partir del cual ya no hay retroceso. A pesar de las guerras secretas del Mossad contra Ir¨¢n y de la presi¨®n diplom¨¢tica y los embargos, muchos indicios se?alan que ya se ha llegado al punto cr¨ªtico, de forma que si se supera, habr¨¢ que contar con una nueva potencia nuclear en Oriente Pr¨®ximo. Israel considera esta eventualidad como ¡°una amenaza existencial¡±. Para la monarqu¨ªa saud¨ª es un desaf¨ªo intolerable a su hegemon¨ªa en la regi¨®n del golfo. Y desde el punto de vista de la proliferaci¨®n nuclear, la bomba iran¨ª ser¨ªa la invitaci¨®n a que otros pa¨ªses de la regi¨®n, como Egipto, Turqu¨ªa o Arabia Saud¨ª, siguieran el mismo camino.

2.- ?Es posible eliminar el peligro nuclear iran¨ª? Hay teor¨ªas para todos los gustos, aunque ninguna considera posible su eliminaci¨®n definitiva sin cambiar el r¨¦gimen. Los iran¨ªes han aprendido de los bombardeos realizados por Israel sobre los reactores de Irak y Siria, en 1981 y 2007 respectivamente, de forma que sus instalaciones se hallan muy dispersas, protegidas y en algunos casos a unas profundidades inalcanzables ni siquiera por las megabombas antib¨²nker. Los m¨¢s pesimistas consideran que se retrasar¨ªa el programa nuclear en unos pocos meses, quiz¨¢s un a?o, y los m¨¢s optimistas en dos. Los proliferadores han aprendido de Sadam Husein: la mejor forma de evitar que te ataquen por proliferar es que ya tengas la bomba; si no la tienes, como le sucedi¨® al dictador iraqu¨ª, te van a atacar e incluso invadir: un argumento m¨¢s para atacar ahora.

3.- ?Qu¨¦ resultados puede obtener Israel con un ataque preventivo? Esta es la pregunta donde el espacio de incertidumbre es mayor. La capacidad de respuesta b¨¦lica iran¨ª probablemente es menor de lo que sus declaraciones y gestos pretenden mostrar. Pueden intentar cerrar el estrecho de Ormuz, realizar ataques con misiles contra Israel o lanzar una campa?a de atentados en todo el mundo. El precio del petr¨®leo se ver¨¢ afectado. F¨¢cilmente afectar¨¢ a la debilitada oposici¨®n iran¨ª, obligada a cerrar filas con el r¨¦gimen en un tema que pone en juego el orgullo nacional. Se inflamar¨¢ de nuevo un cierto antiimperialismo que la primavera ¨¢rabe hab¨ªa amortiguado.

4.- ?Qu¨¦ efectos producir¨¢ en el mapa geopol¨ªtico? Si es grande la incertidumbre respecto a los resultados inmediatos de un ataque, mayor es todav¨ªa respecto a los efectos sobre la geopol¨ªtica de una zona sometida a un terremoto de cambios. Israel se halla en un momento crucial para su futuro, en un aislamiento internacional ins¨®lito y pendiente del rumbo de Egipto, as¨ª como de la posibilidad de ruptura o modificaci¨®n del tratado de paz de Camp David que le ha garantizado m¨¢s de 30 a?os de estabilidad en la frontera occidental. Tambi¨¦n en Jordania pueden precipitarse los acontecimientos en direcci¨®n a un endurecimiento de las relaciones con Israel. Su ¨²nica seguridad es la inquebrantable amistad expresada por Obama, a pesar del mal trato que le ha dado Netanyahu. Israel necesita restaurar la disuasi¨®n militar en la zona, despu¨¦s de dilapidarla en las guerras de L¨ªbano y Gaza. Sabe que m¨¢s pronto que tarde deber¨¢ negociar con gobiernos isl¨¢micos salidos de las urnas en Egipto y Jordania, al menos, quiz¨¢s tambi¨¦n en Siria, y bajo las nuevas e ins¨®litas condiciones de unos electorados y opiniones p¨²blicas ¨¢rabes que expresar¨¢n libremente su enemistad. El ataque preventivo contra Ir¨¢n puede ser entonces la demostraci¨®n de fuerza previa a una negociaci¨®n con los nuevos agentes de la historia en Oriente Pr¨®ximo.