La sombra de Ir¨¢n
Los pa¨ªses ¨¢rabes toman la iniciativa diplom¨¢tica sobre Siria para contrarrestar la amenaza de Teher¨¢n
Los pa¨ªses ¨¢rabes no solo se han distanciado del r¨¦gimen de Damasco, sino que est¨¢n tomando la iniciativa diplom¨¢tica. Primero fue la suspensi¨®n de Siria en la Liga ?rabe y la amenaza de sanciones si Bachar el Asad no se aven¨ªa a poner en pr¨¢ctica el plan de paz de la hasta ahora insubstancial organizaci¨®n pan¨¢rabe. Luego, varios de ellos copatrocinaron la resoluci¨®n de la ONU que le exig¨ªa dejar el poder, vetada por Rusia y China en el Consejo de Seguridad. Si las simpat¨ªas de los nuevos gobiernos de T¨²nez y Libia hacia los sublevados resultan comprensibles, no parece que a Catar o Arabia Saud¨ª les animen iguales deseos de ver triunfar una revuelta por la democracia.
¡°No es una cuesti¨®n de democracia o de derechos humanos, sino de intereses estrat¨¦gicos¡±, asegura Ibrahim Khayat, director del International Center for Strategic Analysis de Dub¨¢i. ¡°Catar apoya a Turqu¨ªa porque eso le ayuda a contrapesar la influencia de Arabia Saud¨ª; mientras que este pa¨ªs respalda el plan porque ve en Ir¨¢n una amenaza tanto religiosa como pol¨ªtica¡±, interpreta.
Aunque sin duda hay intereses nacionales, e incluso animadversiones personales, en este pulso con el r¨¦gimen de El Asad, la sombra de Ir¨¢n constituye un elemento clave para entender el br¨ªo con el que est¨¢n actuando las monarqu¨ªas petroleras de la pen¨ªnsula Ar¨¢biga. El temor de estos reg¨ªmenes autoritarios a su vecino persa y chi¨ª qued¨® expuesto en las filtraciones de Wikileaks. Riad siempre ha rivalizado con Teher¨¢n por el liderazgo de la regi¨®n, pero desde la revoluci¨®n que llev¨® al poder a los ayatol¨¢s en 1979 la pugna se transmut¨® en recelo, y ¨¦ste se convirti¨® en abierta desconfianza tras descubrirse el programa at¨®mico secreto de Ir¨¢n en 2002.
Ahora, cuando Israel asegura que el esfuerzo nuclear iran¨ª est¨¢ a punto de entrar en la zona de inmunidad y amenaza con un ataque militar, los ¨¢rabes tal vez hayan llegado a la conclusi¨®n de que Siria es el camino para derrotar a Teher¨¢n. O ¡°el tal¨®n de Aquiles de Ir¨¢n¡±, como de forma muy gr¨¢fica lo ha denominado el antiguo director de los servicios secretos israel¨ªes Efraim Halevy en The New York Times.
La ca¨ªda del r¨¦gimen de El Asad podr¨ªa suponer el golpe de gracia para un Ir¨¢n cada vez m¨¢s aislado internacionalmente y que basa su proyecci¨®n regional en la alianza con lo que llama ¡°fuerzas de resistencia¡±, el Hezbol¨¢ liban¨¦s y el palestino Ham¨¢s. Pero sin acceso geogr¨¢fico a esos grupos, a los que EE UU tacha de terroristas, la amistad con Damasco deviene un elemento clave de la estrategia iran¨ª. Solo a trav¨¦s de territorio sirio puede enviar su ayuda, econ¨®mica y de armas, hasta ambos. Cortar ese eslab¨®n constituir¨ªa un duro golpe para la Rep¨²blica Isl¨¢mica.
Halevy opina que incluso podr¨ªa ¡°obligar a Teher¨¢n a suspender sus pol¨ªticas nucleares. Ser¨ªa una opci¨®n m¨¢s segura y gratificante que la militar¡±. Lo que Halevy no dice en su art¨ªculo es que en el camino puede desatarse una guerra civil que libanice Siria, y en la que ¨¢rabes, turcos y otros occidentales puedan verse enfrentados a Ir¨¢n y Rusia por actores interpuestos. Es el peligro de no encontrar una soluci¨®n negociada.?
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