Esc¨¢ndalo en El Salvador por un acuerdo entre Gobierno y maras

Las ¨²ltimas medidas adoptadas por el Gobierno de El Salvador contra la criminalidad han generado una gran pol¨¦mica en el pa¨ªs centroamericano. En el centro del debate est¨¢n unas negociaciones secretas que, de acuerdo a lo publicado por el peri¨®dico digital El Faro, el Ejecutivo habr¨ªa mantenido con un grupo de l¨ªderes de las pandillas violentas o maras que estaban encarcelados en el penal de m¨¢xima seguridad de Zacatecoluca, en el centro del pa¨ªs y conocido como ¡°Zacatr¨¢s¡±, en alusi¨®n a la famosa e inexpugnable c¨¢rcel de Alcatraz, en Estados Unidos.

Citando fuentes oficiales de inteligencia y de las propias pandillas, el diario anunci¨® la existencia del presunto pacto entre el Gobierno y las maras, que consistir¨ªa en que un grupo de l¨ªderes de la mara Salvatrucha MS-13 y la Pandilla 18 ¡ªcondenados a 12 a?os de prisi¨®n¡ª ser¨ªan trasladados a dos c¨¢rceles en un r¨¦gimen de confinamiento mucho menos severo, con la condici¨®n de que ordenaran a sus secuaces en el exterior que suspendieran los homicidios y las extorsiones, que han convertido a El Salvador en una de las naciones m¨¢s peligrosas del mundo.

Tras el pacto, 30 reos fueron trasladados, entre el 8 y el 10 de marzo pasados, de Zacatecoluca a las c¨¢rceles de Cojutepeque y a Ciudad Barrios. Inmediatamente los homicidios y las extorsiones comenzaron a descender, seg¨²n fuentes oficiales. Y en una proporci¨®n nada desde?able: hasta un 50%.

A Cojutepeque fueron trasladados Borromeo Enrique Sol¨®rzano, conocido como El Diablito, y Ricardo Adalberto D¨ªaz, alias La Rata, los m¨¢ximos jefes de MS-13. En el penal de Ciudad Barrios, fueron reinstalados Carlos Ernesto Mojica Lechuga, alias Viejo Lin; Carlos Alberto Rivas Barahona, alias Chino Tres Colas; V¨ªctor Antonio Cer¨®n Garc¨ªa, alias Duke, y Frank William Mart¨ªnez, alias Cholo William, todos l¨ªderes de las dos facciones de la Pandilla 18, tambi¨¦n llamada Barrio-18 o Tribu-18.

Las revelaciones de El Faro, as¨ª como las confirmaciones y reacciones divulgadas en otros medios encendieron el debate y la cr¨ªtica a trav¨¦s de las redes sociales.

El Gobierno salvadore?o ha tardado dos d¨ªas en desmentir la negociaci¨®n con los pandilleros por boca del ministro de Justicia y Seguridad, el general retirado David Mungu¨ªa Pay¨¦s, quien sin embargo no neg¨® el traslado de los presos.

Mungu¨ªa reconoci¨® la disminuci¨®n de los homicidios a niveles ¡°antes nunca vistos¡±. Incluso, calific¨® el pasado s¨¢bado pasado como d¨ªa ¡°hist¨®rico¡±, porque se registraron apenas dos homicidios, cuando el promedio diario fue de entre 12 y 14 asesinatos en 2011 y durante los dos primeros meses de 2012.

El exmilitar justific¨® el traslado de los presos como una ¡°acci¨®n humanitaria¡±, dado que la ley dice que solo puede recluirse a un preso en una c¨¢rcel de m¨¢xima seguridad durante el 10% de su pena. Es decir, que los traslados eran merecidos.

Pero Mungu¨ªa revel¨®, por otra parte, que ¡°la inteligencia policial y militar¡± hab¨ªa detectado que han ingresado en El Salvador lotes de cohetes antitanques y antiblindados Low, as¨ª como fusiles Dragonov (para francotiradores). Seg¨²n los partes oficiales, con este armamento sofisticado los delincuentes pretenden atentar contra las autoridades judiciales o lanzar un ataque a los penales y provocar huidas masivas.

Los grupos opositores y de derechos humanos no creen en los argumentos del Gobierno y han criticado la presunta negociaci¨®n al indicar que no es ¡°¨¦tico ni moral¡± negociar con delincuentes y que para conseguir una ¡°paz fr¨¢gil¡± el Estado se someter¨ªa ante los grupos delictivos, que, en cualquier caso, no todos son pandilleros.

Carlos Dada, director de El Faro, dijo a EL PA?S que tanto ¨¦l como los periodistas de su diario se sienten ¡°amenazados¡± por haber revelado un plan que es cuestionado, d¨¦bil contra la criminalidad y en el que tambi¨¦n sufre la prensa independiente que no se ci?e a los argumentos oficiales.

Dada afirm¨® que el general Mungu¨ªa ¡°sostuvo el viernes pasado una reuni¨®n a puerta cerrada con jefes y editores de medios de comunicaci¨®n a la que no convoc¨® a El Faro, pero dijo que el trabajo de El Faro era muy arriesgado y que pod¨ªamos estar en peligro, y pidi¨® que recordaran lo que le sucedi¨® al documentalista hispano-franc¨¦s Christian Poveda [asesinado supuestamente por las pandillas en 2009]¡±.

¡°Entonces, si el ministro tiene informaci¨®n privilegiada de los riesgos o los peligros a los que la nota en cuesti¨®n nos expone, de la misma forma tiene tambi¨¦n muchos m¨¢s elementos para garantizar nuestra seguridad¡±, se?al¨® el director del medio digital salvadore?o.