"Cirenaica fue discriminada por Gadafi y ahora les enfurece la ley electoral"
El este de Libia carecen de la misma representaci¨®n que Tripolitania en la comisi¨®n constitucional
Benjamin Higgins, el economista designado por Naciones Unidas para dise?ar planes econ¨®micos en Libia, afirm¨®: ¡°Libia combina dentro de las fronteras de un ¨²nico pa¨ªs virtualmente todos los obst¨¢culos al desarrollo que se puedan encontrar en cualquier lugar: geogr¨¢ficos, econ¨®micos, pol¨ªticos, sociol¨®gicos, tecnol¨®gicos¡ Si Libia puede ser llevada a un nivel de desarrollo sostenido, hay esperanza para cualquier lugar del mundo¡±. Lo aseguraba Higgins a comienzos de la d¨¦cada de los a?os cincuenta, meses despu¨¦s de que las potencias occidentales establecieran la monarqu¨ªa constitucional en 1951. Fue la primera fundaci¨®n del Estado. Muamar el Gadafi puso el pa¨ªs patas arriba en los a?os setenta y provoc¨® cambios traum¨¢ticos en la vida econ¨®mica, pol¨ªtica y social del pa¨ªs, adem¨¢s de la suplantaci¨®n de todas las instituciones. ¡°Se puede decir que ahora estamos en la tercera refundaci¨®n del Estado en 60 a?os¡±, afirma el exprimer ministro Mahmud Yibril (Bani Walid, 1952), que dej¨® el cargo en octubre pasado y dedica ahora su tiempo a concienciar a la poblaci¨®n libia sobre el proceso pol¨ªtico que debe desembocar en las elecciones del 23 de junio, de las que nacer¨¢ el Congreso Nacional, el ¨®rgano que designar¨¢ la comisi¨®n que redactar¨¢ la Constituci¨®n. Es solo uno del sinf¨ªn de obst¨¢culos que afronta el pa¨ªs magreb¨ª. Porque, como precisa Yibril: ¡°Libia es un caso ¨²nico [en las revueltas ¨¢rabes]. En Egipto y T¨²nez las instituciones han seguido funcionando. En Libia, no hay continuidad de ning¨²n tipo en ninguna instituci¨®n¡±.
Los conocimientos pol¨ªticos de los libios son nulos. No tenemos h¨¢bito de respetar la diferencia, no estamos acostumbrados a tolerar a quien piensa lo contrario. La gente no sabe lo que es una Constituci¨®n o un sistema parlamentario"
Nunca levanta la voz quien fuera el rostro visible de los alzados en armas durante los ocho meses de guerra en 2011, un incansable viajero que persuadi¨® a los l¨ªderes de pa¨ªses occidentales para que apoyaran a los rebeldes. Yibril, de visita en Madrid invitado por Casa ?rabe, esboza los retos que encara la Libia post-Gadafi. Algunos no pueden esperar. ¡°Necesitamos¡±, apunta, ¡°un ej¨¦rcito y fuerzas policiales r¨¢pidamente, y que se celebren elecciones¡±.
En un pa¨ªs en el que pronunciar la palabra ¡°partido¡± fue castigado durante 42 a?os (tambi¨¦n el rey Idris, antes que Gadafi, prohibi¨® en 1951 los partidos pol¨ªticos), en un pa¨ªs en el que la poblaci¨®n carece de cultura pol¨ªtica hasta l¨ªmites asombrosos, la tarea educativa es cicl¨®pea. "Los conocimientos pol¨ªticos de los libios son nulos. No tenemos h¨¢bito de respetar la diferencia, no estamos acostumbrados a tolerar a quien piensa lo contrario. La gente no sabe lo que es una Constituci¨®n o un sistema parlamentario", indica Yibril.
¡°Durante 42 a?os, los libios carecieron totalmente de derechos pol¨ªticos. Hemos formado la Alianza Nacional Libia con 61 partidos, casi 300 organizaciones y miles de personas independientes. He viajado a 31 ciudades y tenemos sedes en todas las regiones, incluidas las de los amazig [bereberes] y los teb¨². Este proceso es muy importante¡±, explica el exgobernante. Muy importante y, tal vez, impulsado con demasiada celeridad. Las milicias siguen armadas y ejercen su poder a la brava, pero son incapaces de garantizar la seguridad en la enorme extensi¨®n de Libia (1,8 millones de kil¨®metros cuadrados). En los ¨²ltimos d¨ªas dos tribus ¡ªlos zewies y los teb¨²¡ª est¨¢n enfrent¨¢ndose a tiro limpio en el sureste des¨¦rtico. Esta semana han muerto decenas de personas y los milicianos enviados para imponer orden fracasaron.
¡°Si la inestabilidad contin¨²a tal vez no puedan celebrarse las elecciones. Esperemos que haya seguridad porque Mustaf¨¢ Abdelyalil, presidente del Consejo Nacional Transitorio (CNT), est¨¢ decidido a que tengan lugar en la fecha fijada¡±, advierte Yibril. ¡°Tenemos que convencer a las milicias de que deben ser ellos quienes protejan las elecciones¡±, a?ade el ex primer ministro, que desliza sus objeciones al calendario: ¡°Queremos convencer al CNT de que si hay problemas deber¨ªan celebrarse primero elecciones a los consejos locales. Hay 52 y solo en cuatro se han celebrado comicios. Cuando fueran elegidos los 52 consejos, estos deber¨ªan enviar sus delegados al Consejo Nacional Transitorio, que estar¨ªa legitimado democr¨¢ticamente para que elegir la comisi¨®n que debe redactar la Constituci¨®n¡±. Solo quedan tres meses para despejar esta inc¨®gnita. Pero quedan muchas m¨¢s por resolver.
Los fantasmas del pasado ¡ªlas tensiones territoriales son una constante desde que se derrumb¨® el imperio otomano hace 90 a?os¡ª florecen de nuevo. ¡°El este y el sur del pa¨ªs¡±, precisa Yibril, ¡°fueron discriminados por Gadafi. Y ahora el CNT no ha sido sensible con Cirenaica. La ley electoral es muy mala. Quien la redact¨® no ten¨ªa ni idea de leyes electorales¡±. Para las elecciones del Congreso Nacional de 200 miembros se ha establecido que 100 representar¨¢n a Tripolitania; otros 60 a Cirenaica, y 40 a Fezzan, la regi¨®n del sur libio. ¡°Esto ha enfurecido a los dirigentes de Cirenaica. Grupos de 3.000 o 4.000 personas salieron a las calles de Bengasi para reclamar federalismo. Ten¨ªan miedo a una nueva marginaci¨®n¡±, comenta Yibril. Efectivamente, el 6 de marzo, 3.000 delegados de las tribus de Cirenaica declararon el autogobierno de esta regi¨®n donde se hallan los yacimientos petrol¨ªferos m¨¢s ricos de Libia.
A la cabeza de esta iniciativa emerge el primo del rey Idris, Ahmed al Sanusi. ¡°Yo no acuso sin evidencias¡±, comenta Yibril sobre una eventual injerencia extranjera. ¡°Pero no puedes descartar que, ante el vac¨ªo pol¨ªtico y de seguridad en Libia, potencias extranjeras puedan aprovechar la situaci¨®n para imponer su agenda¡±. De Arabia Saud¨ª y Catar sospechan muchos analistas. ?Est¨¢ en riesgo la unidad de Libia? ¡°Los libios¡±, prosigue Yibril, ¡°est¨¢n decididos a no volver a la dictadura. Creo que est¨¢n unidos por la lucha contra Gadafi, y tambi¨¦n les une, aunque tengan diferencias, la lucha por un Estado democr¨¢tico. Si los libios no se mantienen unidos, los territorios podr¨ªan dividirse¡±.
Las revueltas es el ¨²nico acontecimiento positivo que ha sucedido en el mundo ¨¢rabe en 100 a?os¡±
En pleno proceso de reconstrucci¨®n pol¨ªtica e institucional, el Gobierno y las administraciones apenas funcionan. ¡°El CNT no tiene derecho a firmar contratos. Puede gestionar el d¨ªa a d¨ªa, pero los acuerdos internacionales y los tratados no puede tocarlos. Y los pa¨ªses occidentales est¨¢n ya presionando¡±, advierte Yibril. Es imprescindible que el Estado pueda pronto suscribir tratados para que la industria petrolera, vital para Libia, y la reconstrucci¨®n del pa¨ªs comience de una vez. ¡°El nivel de destrucci¨®n no tiene precedente. Libia tiene dinero y es del inter¨¦s de todos los pa¨ªses que haya seguridad en Libia lo antes posible. Si no es as¨ª, no podemos empezar la reconstrucci¨®n. La mayor¨ªa de empresas extranjeras no vuelven por razones de seguridad¡±.
A pesar del an¨¢rquico panorama pol¨ªtico y de los desaf¨ªos econ¨®micos, Yibril no cae en el pesimismo. Aunque critica al CNT por no ceder m¨¢s poder a los j¨®venes y admite que la gente de su generaci¨®n no ver¨¢ los frutos de la revoluci¨®n ¡ª¡°Reconstruir el pa¨ªs llevar¨¢ entre 20 y 25 a?os¡±, reconoce¡ª, Yibril es reacio a caer en el pesimismo. ¡°La falta de confianza de los j¨®venes en el CNT es un problema. Pero es un legado de Gadafi. La desconfianza estaba incluso en el interior de las familias. El Estado colaps¨®, pero la sociedad sigui¨® funcionando unida. Ser¨¢ por la influencia de las tribus, por motivos religiosos, o por lo que sea. Pero en este pa¨ªs en el que hay armas en cada casa, el nivel de delincuencia es m¨¢s bajo que en Egipto y T¨²nez¡±. En resumen: ¡°Las revueltas es el ¨²nico acontecimiento positivo que ha sucedido en el mundo ¨¢rabe en 100 a?os¡±.
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