Los neonazis aprovechan el poema de Grass para aplaudir la "ruptura de tab¨²es"
El exembajador de Israel en Alemania Avi Primor asegura que el escritor alem¨¢n ¡°no es un antisemita, de ninguna manera¡±
La calma chicha informativa de la Semana Santa ha permitido que la onda expansiva del poema de G¨¹nter Grass alcance hasta el lunes de pascua, festivo en toda Alemania. La dura cr¨ªtica a Israel expresada en los versos libres del poema ¡°Lo que hay que decir¡±,?publicado el mi¨¦rcoles en EL PA?S, le reportaron cr¨ªticas inmediatas de todo el espectro pol¨ªtico parlamentario excepto del partido La Izquierda (Die Linke). Obviamente era cuesti¨®n de tiempo que el partido neonazi NPD aprovechara la ocasi¨®n para sacar la cabeza de su lodazal y aplaudir lo que entiende como ¡°ruptura de tab¨²es¡± por parte del Nobel. Nunca falla: cada vez que hay una controversia p¨²blica sobre Israel (el ataque israel¨ª en L¨ªbano en 2006, por ejemplo, o el asalto a la llamada "Flotilla de la Libertad" en 2010), los antisemitas se suben al carro de la pol¨¦mica denunciando supuestos tab¨²es. Como si la cr¨ªtica a Israel fuera algo nunca visto en Alemania.
En el pa¨ªs que organiz¨® el Holocausto de seis millones de jud¨ªos europeos, las relaciones con el Estado jud¨ªo son una cuesti¨®n cardinal. En 2008, ante la Kneset de Jerusal¨¦n, la canciller federal, Angela Merkel, dijo que las estrechas relaciones con Israel son ¡°raz¨®n de Estado¡± para Alemania: ¡°La seguridad de Israel no es negociable¡± para la canciller, quien prometi¨® que ¡°a la hora de la verdad esto no ha de quedar en palabras huecas¡±. Las tensiones entre Ir¨¢n e Israel ya eran el tel¨®n de fondo de estas declaraciones.
Tambi¨¦n son el asunto del poema de Grass. Dice que Israel, por s¨ª sola, ¡°pone en peligro la de por s¨ª quebradiza paz mundial¡±, mientras despacha las constantes amenazas iran¨ªes contra Israel y el negacionismo oficial del r¨¦gimen isl¨¢mico como obra de un ¡°bocazas¡±. El Nobel alem¨¢n acusa a Israel de arrogarse ¡°el derecho al primer golpe / que podr¨ªa exterminar al pueblo de Ir¨¢n¡±. En alem¨¢n, ¡°primer golpe¡± (Erstschlag) no es lo mismo que ¡°ataque preventivo¡± (Pr?ventivschlag): el primero est¨¢ vinculado al primer golpe nuclear del que se habl¨® en durante la Guerra Fr¨ªa. Contra cualquier dato o evidencia, el poema del octogenario Grass acusa a Israel de plantearse desatar un holocausto nuclear sobre Ir¨¢n.
La pol¨¦mica se ha visto estos d¨ªas avivada por la reacci¨®n del Gobierno de Israel, que ha prohibido a G¨¹nter Grass viajar al pa¨ªs mediterr¨¢neo. Lo han hecho con arreglo a una ley de 1952 que impide a los viejos nazis la entrada en territorio israel¨ª. Grass confes¨® en 2006 que hab¨ªa militado en la organizaci¨®n paramilitar nazi Waffen-SS cuando ten¨ªa 17 a?os. Se hab¨ªa presentado voluntario a una unidad de submarinos que lo rechaz¨®, as¨ª que termin¨® reclutado en una divisi¨®n acorazada del brazo militar de las SS.
El exembajador de Israel en Alemania Avi Primor calific¨® la medida israel¨ª de ¡°exagerada, hist¨¦rica o populista¡± ante las c¨¢maras de la televisi¨®n alemana ARD, y defendi¨® parcialmente a Grass, que en su opini¨®n ¡°no es un antisemita, de ninguna manera¡±. Primor es una de las figuras prominentes de las relaciones entre Israel y Alemania. Dijo adem¨¢s que el poema de Grass le parece ¡°rid¨ªculo¡±.
Otros no lo ven as¨ª. El (un tanto desinflado) movimiento pacifista alem¨¢n le dedic¨® este domingo algunas pancartas de apoyo en las tradicionales marchas de Pascua. Tambi¨¦n el jefe del semanario Der Freitag, Jakob Augstein, da la raz¨®n a Grass en su columna de Spiegel Online.?Asegura Augstein que la pol¨¦mica sobre Israel e Ir¨¢n ¡°no se centra en la historia de Alemania, sino en el presente del mundo¡±. Sin embargo, es el propio Grass quien se presenta a s¨ª mismo marcado por el ¡°estigma imborrable¡± de los atroces cr¨ªmenes nazis. Un estigma que achaca a su ¡°origen¡±, como si fuera una cuesti¨®n racial o gen¨¦tica y no la simple responsabilidad personal de haber militado en la m¨¢s sobresaliente banda de asesinos de la que queda memoria.
Este ¨¦nfasis sobre ¡°el origen¡± centra el comentario de texto que le dedica al poema el editor de?Frankfurter Allgemenie Zeitung, Frank Schirrmacher. ?Considera Schirrmacher que el poema permite a Grass ¡°compartir el estigma con las v¨ªctimas¡± del antisemitismo: ¡°Es cierto que no dice que lo persigan o lo hostiguen¡± por dicho estigma, pero s¨ª que este ¡°le ha obligado a mentir¡±. Para Schirrmacher, la pieza es ¡°una chapuza del resentimiento¡± ante la que cabe preguntarse ¡°si es l¨ªcito fingir que el mundo entero es una v¨ªctima de Israel solo para que un hombre de 85 a?os haga las paces con su propia biograf¨ªa¡±.
A la luz del poema, diversos foros y comentarios de internet han rescatado estos d¨ªas el viejo sarcasmo del psicoanalista Zvi Rex: ¡°Los alemanes nunca podr¨¢n perdonar Auschwitz a los jud¨ªos."
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