La celebraci¨®n de la F¨®rmula 1 intensifica las protestas en Bahr¨¦in
Un incidente violento eleva la tensi¨®n de las autoridades del peque?o reino ¨¢rabe El acontecimiento deportivo se celebrar¨¢ este domingo a pesar de la violencia
La celebraci¨®n el pr¨®ximo domingo del Gran Premio de F¨®rmula 1 ha intensificado las protestas en Bahr¨¦in. Mientras las autoridades de ese peque?o reino intentaban utilizar la cita para proyectar estabilidad y tratar de recuperar su imagen internacional tras un a?o largo de disturbios, los opositores m¨¢s radicales han encontrado una oportunidad para difundir sus reivindicaciones. La preocupaci¨®n por la seguridad aument¨® ayer cuando miembros del equipo Force India se vieron atrapados en medio de un incidente en el que los manifestantes lanzaron un c¨®ctel Molotov y la polic¨ªa dispar¨® gases lacrim¨®genos y perdigones para dispersarles.
Nadie result¨® herido y un comunicado del equipo reconoci¨® que ellos no eran el objetivo de la protesta. A¨²n as¨ª, sus responsables autorizaron el regreso a Londres de dos de los integrantes del grupo que, significativamente, no estaban entre los que vivieron el incidente. El temor del Gobierno de Manama es que un altercado similar se le vaya de las manos, o que las protestas lleguen al circuito de Sakhir y arruinen la carrera.
Su objetivo est¨¢ resumido en las pancartas que dan la bienvenida a los equipos de F1: ¡°UniF1ed, one nation in celebration¡± (Unidos, un pa¨ªs en fiesta). Como medida preventiva, la polic¨ªa ha detenido en la ¨²ltima semana a ¡°unas 80 personas en varias poblaciones cercanas a Manama¡±, seg¨²n denunci¨® el mi¨¦rcoles la Asociaci¨®n Juvenil de Derechos Humanos de Bahr¨¦in. Un comunicado oficial les acusaba ayer de participar en ¡°manifestaciones ilegales y actos de vandalismo¡±. Pero de acuerdo con esa organizaci¨®n, la mayor¨ªa son l¨ªderes que han estado organizando las protestas casi diarias contra el Gobierno en las localidades chi¨ªes.
Los chi¨ªes, que suman dos tercios de la poblaci¨®n del pa¨ªs, constituyen el grueso de los manifestantes que desde febrero de 2011 intentan acabar con el cuasi monopolio del poder de la familia real (sun¨ª) en esa isla Estado. Desde hace dos d¨¦cadas, esa comunidad se queja de falta de acceso a los puestos pol¨ªticos y militares clave. La monarqu¨ªa reprimi¨® sin contemplaciones el movimiento de protesta pac¨ªfica.
Las autoridades
quieren transmitir una imagen de estabilidad
Pero a diferencia de otros pa¨ªses ¨¢rabes, el elemento sectario ha convertido la crisis de Bahr¨¦in en un pulso entre las dos potencias regionales, Ir¨¢n y Arabia Saud¨ª. El resto de las monarqu¨ªas del golfo P¨¦rsico, y muy en particular la saud¨ª, temen que una eventual revoluci¨®n chi¨ª en la isla permita a Ir¨¢n poner una pica en la pen¨ªnsula Ar¨¢biga. Arabia Saud¨ª, que ha suprimido las manifestaciones de su propia minor¨ªa chi¨ª en la Provincia Oriental, se apresur¨® a enviar tropas a Manama para vigilar los centros neur¨¢lgicos y que las fuerzas bahrein¨ªes pudieran aplastar la revuelta.
Los opositores denuncian unas 80 detenciones en los ¨²ltimos d¨ªas
Los 35 muertos iniciales fueron un golpe tremendo para un pa¨ªs con apenas medio mill¨®n de nacionales. La presi¨®n exterior tambi¨¦n contribuy¨® a que el rey Hamad nombrara una comisi¨®n de investigaci¨®n, presidida por un relevante jurista egipcio, y aceptara nominalmente sus recomendaciones. Sin embargo, una serie de informes difundidos en los ¨²ltimos d¨ªas por varias organizaciones internacionales concluyen que ¡°las autoridades no han puesto en pr¨¢ctica los puntos clave de la comisi¨®n investigadora¡± (Human Rights Watch) y ¡°contin¨²a la represi¨®n contra quienes se oponen a la familia real¡± (Amnist¨ªa Internacional). En cualquier caso, las reformas se han quedado cortas para las expectativas de los opositores y las protestas callejeras se han vuelto cada vez m¨¢s violentas. Seg¨²n Amnist¨ªa Internacional, el n¨²mero de muertos se eleva ya a 60. Lo que es a¨²n m¨¢s grave, el estancamiento est¨¢ radicalizando a los j¨®venes tanto chi¨ªes como sun¨ªes. Si los primeros se muestran inflexibles ante los t¨ªmidos gestos de la familia real, los segundos reclaman de ¨¦sta una respuesta m¨¢s contundente contra quienes responsabilizan de haber arruinado el pa¨ªs, hasta el a?o pasado un importante centro de negocios que atra¨ªa a numerosos turistas de la regi¨®n.
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