"Pens¨¦ que no regresaba, pens¨¦ que ese era el ¨²ltimo d¨ªa de mi vida"
Entrevista con el hombre que grit¨® '?abajo el comunismo!' en medio de la misa de Benedicto XVI en Santiago de Cuba
Pasadas ya varias semanas de la visita de Benedicto XVI a Cuba, hay un nombre que surge una y otra vez al evocar aquellos ¨²ltimos d¨ªas de marzo. Andr¨¦s Carri¨®n, de 40 a?os, el ciudadano que grit¨® en la homil¨ªa de Santiago de Cuba:? "?Abajo el comunismo!". Hizo que los ojos del mundo pasaran de contemplar la mitra papal a observar el rostro de un hombre sujetado por sus captores y golpeado por un supuesto miembro de la Cruz Roja. Todav¨ªa hoy bajo los efectos que produce pasar del anonimato a la notoriedad, responde estas preguntas para el EL PA?S.
La detenci¨®n de Andr¨¦s Carri¨®n y la posterior agresi¨®n fue vista en las televisiones internacionales. En este v¨ªdeo, la informaci¨®n en una cadena colombiana.
Pregunta. ?C¨®mo surgi¨® la idea de realizar esa acci¨®n en la Plaza Antonio Maceo? ?Fue una iniciativa personal o de un grupo?
Respuesta. No pertenezco a ning¨²n partido opositor, a¨²n hoy sigo sin pertenecer a ninguno. No obstante, por estos d¨ªas he recibido la solidaridad de varios grupos de activistas, especialmente en la zona oriental del pa¨ªs. La idea de esa acci¨®n me brot¨® en solitario y no se la coment¨¦ a nadie, temiendo que se fuera a filtrar la informaci¨®n y me impidieran llevarla a cabo. Ya Jos¨¦ Mart¨ª lo hab¨ªa dicho ¡°hay cosas que para lograrlas han de andar muy ocultas¡±. Por eso fue que pude llegar hasta ah¨ª. Ten¨ªa una motivaci¨®n c¨ªvica y de principios: los cubanos deb¨ªamos hacer algo para que el mundo supiera de las violaciones y los grandes problemas que afrontamos aqu¨ª con la libertad de expresi¨®n y los derechos humanos. Yo llevaba todo eso desde hac¨ªa mucho tiempo por dentro y aquel fue el momento de decirlo.
P. ?C¨®mo pudiste llegar hasta ese lugar a pesar del cerco policial?
R. Llegu¨¦ sobre las once de la ma?ana, vi los preparativos de la misa y encontr¨¦ un lugar estrat¨¦gico por su posici¨®n. All¨ª me par¨¦. Llevaba en el bolsillo unos caramelos y un pomo de agua, y con eso me sostuve hasta las 17:40 horas, cuando acomet¨ª la acci¨®n. Hab¨ªa dos cordones de seguridad. En un momento me decid¨ª y cruc¨¦ el primer cord¨®n. Una vez dentro me dirig¨ª corriendo hasta estar frente del altar y grit¨¦ varias consignas: '?Abajo el comunismo! ?Abajo la dictadura! ?Libertad para el pueblo de Cuba!' y cuando ya me hab¨ªan atrapado y me llevaban sujetado alcanc¨¦ a gritar '?Monse?or no se deje enga?ar, que el pueblo de Cuba no es libre!'.
P. Muchos han aplaudido tu proceder ese 26 de marzo, pero otros critican que hayas usado el espacio de una misa cat¨®lica para gritar una consigna de corte pol¨ªtico. ?Qu¨¦ le dir¨ªas a estos ¨²ltimos?
R. Ya envi¨¦ una carta al Arzobispado de Santiago de Cuba para explicar por qu¨¦ lo hice y pedirle disculpas al Papa y a toda la comunidad cat¨®lica. Pero ellos deben entender y todo el mundo debe entender que los cubanos no tenemos espacios donde expresarnos. Debido a eso uno busca un espacio donde ser o¨ªdo y creo que aquella era una oportunidad que no se pod¨ªa dejar pasar. No fue mi intenci¨®n manchar la misa, as¨ª se lo he dicho a varios sacerdotes con los que he hablado y ellos me han entendido. Soy cat¨®lico y no lo hice con ning¨²n inter¨¦s de da?ar a la Iglesia ni a la figura del Papa.
P. ?Cu¨¢les fueron las principales acusaciones que te hizo la polic¨ªa durante los 20 d¨ªas en que estuviste detenido? ?Con qu¨¦ castigos te amenazaron?
R. No me maltrataron f¨ªsicamente. Conozco de los golpes que han recibido otros opositores, pero creo que con tantos ojos puestos en m¨ª o quiz¨¢s porque el Papa hab¨ªa intercedido, decidieron no tomar represalias f¨ªsicas en mi contra. S¨ª me pusieron durante varios d¨ªas en una celda muy oscura y que ten¨ªa muy mal olor. No hab¨ªa agua limpia all¨ª y la luz solo la encend¨ªan diez minutos a las seis de la ma?ana y otros diez minutos a las seis de la tarde. Despu¨¦s de 20 d¨ªas me excarcelaron pero me hicieron firmar un papel donde estoy limitado de mis libertades. Tengo que presentarme todos los mi¨¦rcoles en una unidad de operaciones policiales, no puedo salir del municipio sin pedir permiso, no puedo reunirme con opositores, ni dar entrevistas, no puedo participar en manifestaciones. Pero no he cumplido con casi nada de eso. Ellos no me van a callar de esa forma.
P. Un hombre, vestido con el logotipo de la Cruz Roja, te agredi¨® y te lanz¨® incluso una camilla. ?A qu¨¦ crees que se debi¨® ese comportamiento tan agresivo? ?Qu¨¦ sientes ahora mismo hacia ¨¦l?
R. Siento l¨¢stima por ¨¦l. Tengo una vocaci¨®n cristiana y no puedo sentir otra cosa, porque creo que ¨¦l es un producto de 53 a?os de adoctrinamiento y de d¨¦cadas de decirle a las personas que es bueno usar la violencia contra aquel que se exprese libremente. Algunas amistades me han tra¨ªdo la direcci¨®n donde vive ese hombre y me han dicho ¡°hay que tomar medidas contra ¨¦l¡±, pero yo no pienso as¨ª. Ser¨ªa caer en el mismo ciclo de la violencia y la venganza. Soy contrario a cualquier tipo de violencia.
P. Algunas personas afirman que gritaste '?abajo el comunismo!' para obtener una visa de refugiado pol¨ªtico en Estados Unidos. ?Es eso cierto? ?C¨®mo respondes a ese cuestionamiento?
R. Eso no es cierto. Mi objetivo principal era ¡ªy as¨ª se lo dije a la Seguridad del Estado¡ª llamar a la conciencia del pueblo cubano. Que la gente viera que se puede luchar. Tambi¨¦n otro objetivo fue llamar a la conciencia de Ra¨²l Castro para que reconozca nuestros derechos. Hoy fui yo, pero ma?ana pueden ser cientos, miles o un pueblo entero. Pens¨¦ que mis gritos ser¨ªan como un motor impulsor que arrastrar¨ªa a muchas de las personas que estaban en la Plaza Antonio Maceo a hacer lo mismo, pero no pas¨® as¨ª y confieso que eso me decepcion¨®. No lo hice con el objetivo de buscar un asilo pol¨ªtico, aunque ahora el hostigamiento que estoy viviendo es insostenible. Mi casa rodeada y me siguen a donde quiera que voy. Por el momento no se atreven a hacerme nada porque muchos est¨¢n pendientes de mi situaci¨®n, pero a veces temo que dentro de tres o cuatro meses pueda ocurrirme lo peor. Me preocupa mucho mi seguridad.
P. ?Lo volver¨ªas a hacer?
R. S¨ª, claro que s¨ª. Lo hice por mi pa¨ªs, por mi pueblo y en ese momento supe que aquella acci¨®n me pod¨ªa costar la vida. Incluso yo me desped¨ª de mis familiares sin que ellos lo supieran. Me desped¨ª de mi madre, de mi hermana, de mi esposa¡ le dije a ella esa ma?ana antes de salir hacia la misa 'Te amo mucho'. Yo pens¨¦ que no regresaba, pens¨¦ que ese iba a ser el ¨²ltimo d¨ªa de mi vida.
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