Los Hermanos Musulmanes y la Junta egipcia se enfrentan por el Gobierno
Los islamistas han lanzado una campa?a de acoso al Ejecutivo de Ganzuri, que ser¨¢ remodelado en las pr¨®ximas horas con cambios menores
Cada d¨ªa es m¨¢s evidente que no solo ha terminado la luna de miel entre los Hermanos Musulmanes y la Junta Militar egipcia, sino que las dos instituciones m¨¢s poderosas de Egipto se encaminan hacia un estrepitoso divorcio. La manzana de la discordia que ha envenenado sus relaciones ha sido la suerte del actual Gobierno del pa¨ªs, liderado por Kamal Ganzuri, y que ser¨¢ finalmente remodelado durante las pr¨®ximas horas.
Desde hace un par de meses, los islamistas han lanzado una campa?a de acoso y derribo contra el primer ministro, al que acusan pr¨¢cticamente de todos los males que sufre el pa¨ªs, desde la indulgencia judicial hacia los abusos de las fuerzas del orden al deterioro de la situaci¨®n econ¨®mica.
?Poseedores de una mayor¨ªa casi absoluta en el Parlamento, los Hermanos Musulmanes sostienen que la composici¨®n del Gobierno deber¨ªa reflejar la voluntad popular expresada en las urnas. Sin embargo, seg¨²n la "declaraci¨®n constitucional" que gobierna la convulsa transici¨®n egipcia, la potestad de nombrar o cesar al gabinete corresponde exclusivamente a la Junta Militar. Y ¨¦sta se niega a entregar las riendas del pa¨ªs antes del 30 de junio, fecha en la que el sucesor electo de Hosni Mubarak debe asumir sus funciones.
Como medida de presi¨®n, los l¨ªderes del Partido de la Libertad y la Justicia (PLJ), el brazo electoral de la Hermandad, optaron por suspender durante una semana las sesiones del Parlamento. La decisi¨®n supone un contratiempo para la Junta Militar, pues retrasa la labor de redacci¨®n de la nueva Constituci¨®n, un proceso que el ej¨¦rcito pretende dejar cerrado antes de abandonar formalmente el poder.
La respuesta de Tantawi, presidente de la Junta, ha sido inmediata, anunciado su voluntad de remodelar el gabinete. No obstante, de acuerdo con las filtraciones publicadas hoy por la prensa egipcia, m¨¢s que una capitulaci¨®n, la remodelaci¨®n se tratar¨ªa de una maniobra para relajar la presi¨®n sobre el Gobierno. Los cambios ministeriales ser¨ªan menores, y Ganzuri se mantendr¨ªa en el cargo. Es decir, que el conflicto se mantiene bien abierto a solo tres semanas de los comicios.
?M¨¢s all¨¢ de la composici¨®n del Ejecutivo, lo que est¨¢ en juego es el reparto del poder en el Egipto post-Mubarak entre dos instituciones enzarzadas en un duelo secular por el control del pa¨ªs. Eventualmente, sus intereses se alinean y sellan una alianza, como sucedi¨® tras la Revoluci¨®n de 1952. Sin embargo, sus ambiciones siempre les acaban llevando a una colisi¨®n frontal, que hasta ahora se ha traducido en el arresto o asesinato de los l¨ªderes de la organizaci¨®n islamista. Precisamente, a ello se refer¨ªa el mariscal Tantawi cuando, en una declaraci¨®n amenazadora publicada el mes pasado, inst¨® a la Hermandad a "no repetir los errores del pasado, y aprender las lecciones de la historia".
Una caracter¨ªstica de la pol¨ªtica egipcia que la Revoluci¨®n no ha modificado, al menos todav¨ªa, es su propensi¨®n al secretismo, lo que da lugar a una rica rumorolog¨ªa. Seg¨²n varias filtraciones, el final del matrimonio de conveniencia entre militares e islamistas se fragu¨® al no encontrar un candidato de consenso a la presidencia.
En marzo, pareci¨® que hab¨ªan encontrado su hombre en la figura del veterano pol¨ªtico Mansur Hassan. Un colaborador suyo confirm¨® a El Pa¨ªs haber recibido una promesa de apoyo de ambas partes antes de lanzar su candidatura. Sin embargo, la decisi¨®n no fue bien acogida por un sector importante de la Hermandad, que termin¨® por echarse atr¨¢s, y presentando su propio candidato, Jairat al Shater, que ser¨ªa descalificado.
?Tanto la insistencia de la Hermandad por formar gobierno a solo dos meses de su caducidad, como su participaci¨®n en las presidenciales responde a un mismo impulso: el temor a perder una ocasi¨®n de oro para satisfacer su anhelo de poder. Y es que el retraso en el proceso de redacci¨®n de la Constituci¨®n, que la justicia arrebat¨® de sus manos anulando la Asamblea Constituyente, puede llevar a que el 30 de junio asuma la todopoderosa presidencia del pa¨ªs una figura hostil a los islamistas.
?Mientras la ciudadan¨ªa se pregunta si volver¨¢ a correr la sangre, un nuevo fen¨®meno puede amortiguar el choque de trenes: la aparici¨®n de nuevos centros de poder en la sociedad egipcia. Y como s¨ªntoma, una encuesta publicada hoy, que otorga solo un 3% de intenci¨®n a Morsi, y un 11% a Ahmed Shafiq, el ¨²nico general en liza.
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