El presidente de Yemen destituye a jefes militares ligados al dictador Saleh
El Gobierno cree que el terrorista que mat¨® a un centenar de soldados en San¨¢ fue ayudado por militares
Murieron un centenar de soldados ¡ª120, seg¨²n fuentes m¨¦dicas¡ª y?unos 300 resultaron heridos este lunes durante el ensayo del desfile militar que iba a conmemorar en San¨¢ este martes los 22 a?os de unificaci¨®n de Yemen del Norte y Yemen del Sur. El terrorista suicida logr¨® su objetivo. Pero las autoridades sospechan que semejante ataque es casi imposible ejecutarlo en la plaza Saba¨ªn,?uno de los emplazamientos m¨¢s vigilados de la capital, cerca del?palacio presidencial y de otros edificios oficiales importantes, sin la colaboraci¨®n de algunos?militares.?El ministro de Informaci¨®n, Ali al Amrani, ha asegurado que el terrorista cont¨® con la colusi¨®n de algunos militares, y apunt¨® a la familia del dictador depuesto, Ali Abdula Saleh, a los que exigi¨® que abandonen sus cargos pol¨ªticos o militares.
Horas despu¨¦s del atentado, el presidente Abed Rabbo Mansur destituy¨® a tres comandantes de sendos cuerpos de seguridad, entre ellos el jefe de las Fuerzas de Seguridad Central; el comandante de la divisi¨®n de rescate y el vicejefe de la Seguridad Nacional. Uno de ellos es el general Yehia Saleh, sobrino del aut¨®crata Saleh. Ammar Mohameed Abdul¨¢ Saleh, tambi¨¦n pariente del tirano y jefe del servicio de inteligencia, fue destituido fulminantemente.
"Dudo que un terrorista sin ayuda pueda infiltrarse en la plaza Saba¨ªn, tan fuertemente resguardada por la guardia republicana o las fuerzas de seguridad central", asegur¨® un experto en seguridad al diario Yemen Post.
"Dudo que un terrorista sin ayuda pueda infiltrarse en la plaza Saba¨ªn, tan fuertemente resguardada por la guardia republicana o las fuerzas de seguridad central", asegur¨® un experto en seguridad al diario Yemen Post. "La guerra contra el terrorismo continuar¨¢ hasta que sea extirpado y aniquilado completamente, sin tener en cuenta los sacrificios", ha declarado este martes el presidente Mansur, poco despu¨¦s de que se celebrara el desfile de la unificaci¨®n que el mandatario observ¨® detr¨¢s de una mampara de cristal a prueba de balas.
El brutal atentado del lunes?es la respuesta de Al Qaeda a la ¨²ltima ofensiva del Ej¨¦rcito de Yemen para recuperar el territorio del que sus activistas se han apoderado en el sur del pa¨ªs.?Al Qaeda amenaz¨® con nuevos ataques si contin¨²a la campa?a militar contra sus posiciones.
¡°Nos vengaremos, si Dios quiere, y las llamas de la guerra os alcanzar¨¢n en cualquier lugar. Lo ocurrido solo es el inicio de una yihad [guerra santa] en defensa del honor y de las santidades¡±,?afirm¨® Al Qaeda en un comunicado dirigido a los militares yemen¨ªes y difundido por la agencia Reuters. Todas las v¨ªctimas eran soldados u oficiales de la Seguridad Central, un cuerpo del Ej¨¦rcito que dirig¨ªa el destituido general Yehya, un sobrino del depuesto Ali Abdal¨¢ Saleh.
En el lugar, en la plaza de Saba¨ªn, una amplia explanada cercana al palacio presidencial que habitualmente se usa para los desfiles, qued¨® un enorme cr¨¢ter. El atentado, el m¨¢s grave que ha sufrido la capital yemen¨ª, se produjo justo delante de la tribuna de autoridades, donde en ese momento se encontraban el ministro de Defensa, Mohamed Naser Ahmed, y el jefe del Estado Mayor, el general Ahmed Ali al Achual. Aunque ambos resultaron ilesos, el comunicado de Al Qaeda les identific¨® como objetivo del atentado.
En cualquier caso, el mensaje al Ej¨¦rcito parece contundente. Antes incluso de que el grupo Ansar al Sharia (Partidarios de la Ley Isl¨¢mica) se responsabilizara de la matanza, todas los analistas apuntaban a Al Qaeda en la Pen¨ªnsula Ar¨¢biga (AQAP), con la que Ansar est¨¢ afiliado. Esa red terrorista ha aprovechado la debilidad del Gobierno central ante la crisis pol¨ªtica que desataron las protestas alentadas por la Primavera ?rabe el a?o pasado para hacerse fuerte en la provincia de Abyan, al sur del pa¨ªs.
Sin embargo, desde su llegada a la jefatura del Estado el pasado febrero, Hadi ha expresado su voluntad de erradicar a los terroristas. Con la ayuda de Estados Unidos, cada vez m¨¢s preocupado por el descontrol que existe en Yemen y que tiene instructores sobre el terreno, los militares lanzaron una ofensiva hace diez d¨ªas para tratar de recuperar las zonas ¡°liberadas¡± por Ansar. Ese paso, que tambi¨¦n cuenta con el apoyo de algunos jefes tribales desplazados por los nuevos l¨ªderes leales a AQAP, ha roto con la aparente pasividad que el Ej¨¦rcito hab¨ªa mostrado hacia sus avances mientras Saleh lo ocupaba en defender su sill¨®n.
Esas operaciones han dejado 234 muertos, seg¨²n un recuento realizado por France Presse, de los que 158 ser¨ªan combatientes de AQAP, 41 soldados, 18 tropas auxiliares y 17 civiles. Adem¨¢s, numerosos jefes de esa banda han muerto en las ¨²ltimas semanas en el sur y el este de Yemen en ataques de drones (aviones no tripulados) estadounidenses. Washington, que no confirma ni desmiente esos pol¨¦micos asesinatos selectivos, parece haber intensificado sus operaciones a ra¨ªz del descubrimiento de un plan de Al Qaeda para hacer estallar en el aire un avi¨®n norteamericano, del que se inform¨® a principios de mes.
Entonces, un alto funcionario estadounidense cont¨® a The New York Times que AQAP hab¨ªa preparado un artefacto explosivo cosido a unos calzoncillos que hubiera sido muy dif¨ªcil de detectar incluso en un cacheo manual. El atentado pudo evitarse gracias a un agente saud¨ª infiltrado cuya informaci¨®n tambi¨¦n permiti¨® que EE UU lanzara el ataque de drone que el pasado 6 de mayo acab¨® con la vida de Fahd al Quso, un dirigente de Al Qaeda al que buscaban por la bomba contra el destructor Cole en el a?o 2000.
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