Rajoy descubre la sinton¨ªa con Hollande decepcionado con Merkel

Lo de Rajoy y Hollande no pudo empezar peor. El nuevo presidente franc¨¦s dijo en Washington que la banca espa?ola necesita una recapitalizaci¨®n y sugiri¨® que se hiciera ¡°a trav¨¦s de los mecanismos de solidaridad europea¡±. A su llegada a Chicago, para participar en la cumbre de la OTAN, el jefe del Gobierno espa?ol le respondi¨® agriamente. ¡°El se?or Hollande no sabe c¨®mo est¨¢n los bancos espa?oles¡±. No era para menos. Mientras no cambien las normas, los bancos no pueden pedir dinero al fondo europeo de rescate, sino que deben hacerlo a trav¨¦s de los gobiernos, y eso equivale a una intervenci¨®n en toda regla.

La victoria del socialista Fran?ois Hollande fue recibida con disimulada satisfacci¨®n en Madrid. No se trata solo de que su apuesta en favor del crecimiento sea lo m¨¢s beneficioso para una econom¨ªa en recesi¨®n como la espa?ola. La desaparici¨®n de Sarkozy de la escena pol¨ªtica deja un hueco que Rajoy se propon¨ªa llenar como socio preferente de Merkel.

Todo eso parece haber cambiado tras el almuerzo que el nuevo inquilino de El El¨ªseo ofreci¨® el mi¨¦rcoles a Rajoy. El presidente espa?ol no disimula su inesperada sinton¨ªa con el flamente presidente franc¨¦s, del que elogia no solo su visi¨®n de la pol¨ªtica europea sino la forma franca y directa en que aborda los problemas. En su comparecencia conjunta, Hollande dijo lo que Rajoy estaba deseando oir: pidi¨® que el Banco Central Europeo (BCE) ¡°vuelva a intervenir en el mercado y aporte equilibrio y financiaci¨®n¡±; especialmente para los pa¨ªses ¡°que est¨¢n haciendo un esfuerzo importante de consolidaci¨®n fiscal, como Espa?a¡±.

Es m¨¢s de lo que ha escuchado de labios de Merkel, quien ¡ªpese a la imagen rom¨¢ntica del paseo en barco por Chicago¡ª sigue dando largas a su petici¨®n de que abra la mano que mantiene paralizado el BCE. Sobre todo, despu¨¦s de que ha demostrado ser un alumno aventajado en la aplicaci¨®n de las recetas germanas de austeridad.

A¨²n es pronto para hablar de un nuevo eje Madrid-Par¨ªs. Y la fascinaci¨®n personal tiene l¨ªmites: Los dos mandatarios viajaron en el mismo tren desde Par¨ªs hasta Bruselas, pero en distinto vag¨®n. En todo caso, Hollande ya no es un vecino indeseado, sino un socio a explorar. Sobre todo, teniendo en cuenta que acaba de iniciar un mandato de cinco a?os, mientras que Merkel encara en 2013 unas elecciones de las que es dif¨ªcil que salga victoriosa, a juzgar por las encuestas y la sucesi¨®n de derrotas en los l?nder.

Hay un hecho, adem¨¢s, que irrita especialmente a Rajoy: que Alemania obtenga financiaci¨®n pr¨¢cticamente gratuita mientras Espa?a tiene que pagar tasas de inter¨¦s estratosf¨¦rticas. Y que Merkel parezca c¨®moda con esta situaci¨®n.

Madrid no reclam¨®

El presidente espa?ol lleg¨® el mi¨¦rcoles a Bruselas con el anuncio de que pondr¨ªa sobre la mesa de los mandatarios europeos la urgente de necesidad de aportar liquidez para estabilizar el euro y hacer sostenible la deuda. Asistentes a la cena sostienen, sin embargo, que a puerta cerrada puso mucho menos ¨¦nfasis que ante las c¨¢maras. ¡°No habl¨® de la necesidad de poner en marcha medidas inaplazables: entr¨® en la cumbre haciendo unas declaraciones y las repiti¨® despu¨¦s, pero no emple¨® el mismo tono de urgencia delante de los socios¡±, explic¨® una alta fuente comunitaria.

El presidente del BCE, Mario Draghi, asegur¨® que Rajoy solo hizo ¡°una declaraci¨®n general sobre la situaci¨®n¡±, pero sin ninguna demanda concreta hacia la instituci¨®n que dirige. Fuentes diplom¨¢ticas espa?olas sostienen que Rajoy ley¨® en Bruselas el mismo papel manuscrito que hab¨ªa le¨ªdo en El El¨ªseo y, aunque no cit¨® expresamente al BCE, ya que podr¨ªa entenderse como un ataque a su independencia, ¡°all¨ª todo el mundo sab¨ªa de qui¨¦n estaba hablando¡±.

Fuentes del BCE descartan una nueva ronda de cr¨¦dito barato como las de diciembre y enero pasados, por un total de un bill¨®n de euros. ¡°Rajoy ha aplicado medidas muy impopulares y no ha logrado rebajar la prima de riesgo; su frustraci¨®n es comprensible¡±, explicaron fuentes comunitarias, ¡°pero deber¨¢ esperar a que se resuelva la crisis pol¨ªtica griega para que la presi¨®n en los mercados se relaje¡±.

Consciente de ello, Rajoy levant¨® el pie del acelerador a su marcha de Bruselas. ¡°En este momento, la sostenibilidad de la deuda europea est¨¢ garantizada¡±, dijo.