El asalto a la sede del candidato del viejo r¨¦gimen calienta la campa?a en Egipto
Manifestantes opuestos al antiguo r¨¦gimen le han prendido fuego con 'c¨®cteles m¨®lotov'
Los pron¨®sticos de una seguna vuelta de las elecciones presidenciales en Egipto tan tensa que saltar¨ªan chispas ya se han cumplido. Y la primera chispa ha prendido fuego al cuartel general de Ahmed Shafiq, el ex primer ministro de Mubarak que se disputar¨¢ con Mohamed Morsi, el candidato de los Hermanos Musulmanes, la presidencia del pa¨ªs ¨¢rabe a mediados de junio.
Tan solo unas horas despu¨¦s de que la Junta Electoral anunciara los resultados definitivos, confirmando el pase de Shafiq a la segunda vuelta, un grupo de detractores del candidato realiz¨® una marcha de protesta que culmin¨® en la sede de su campa?a. Varios de ellos asaltaron la mansi¨®n, y lanzaron varios c¨®cteles m¨®lotov provocando un incendio en su cochera que fue r¨¢pidamente apagado por los bomberos.
"Eran unos 200 chavales. Algunos saltaron la valla, empezaron a tirar piedras contra los cristales, y entraron en la sede. Todos los que estabamos dentro hemos salido por la puerta de detr¨¢s para evitar enfrentamientos", explic¨® a El PAIS Saleh, el coordinador de la campa?a en la provincia de Qaliubiya, que participaba en una reuni¨®n para preparar la estrategia de cara a la segunda vuelta.
"Se han llevado material de campa?a, y antes de marchar, han tirado los c¨®cteles m¨®lotov. Pero ya no hab¨ªa nadie, y no hay ning¨²n herido", a?adi¨® el coordinador, que asegur¨® que algunos de los atacantes pertenec¨ªan al Movimiento 6 de Abril, mientras otros eran seguidores de los presidenciables Hamdin Sabahi y Jaled Ali. Sabahi fue tercero en los comicios, justo por detr¨¢s de Shafiq, y unas horas antes la Junta Electoral desestim¨® su recurso alegando irregularidades en el proceso electoral.
La estructura principal de la villa no presentaba signos de violencia, m¨¢s all¨¢ de algunos cristales rotos. Una pintada con spray rojo rezaba "No a Shafiq". Esparcidas por el suelo, hab¨ªa miles de tarjetas de propaganda electoral del aspirante. Pocos minutos despu¨¦s de conocerse la noticia del asalto, centenares de seguidores del ex comandante de las Fuerzas A¨¦reas realizaron una concentraci¨®n espont¨¢nea de apoyo.
"?Que caiga, que caiga, el gobierno del Gu¨ªa Supremo!", coreaban refieri¨¦ndose al l¨ªder de los Hermanos Musulmanes, rehaciendo un popular eslogan de los revolucionarios de Tahrir contra la Junta Militar. "Shafiq es un hombre fuerte, un militar, que puede devolver la paz y la estabilidad al pa¨ªs, y mantener a raya a los Hermanos Musulmanes", dec¨ªa Islam, un joven estudiante de Derecho, mientras sosten¨ªa un p¨®ster de su presidenciable favorito.
Figura altamente polarizadora por sus estrechos v¨ªnculos con el r¨¦gimen de Mubarak, Shafiq ya sufri¨® varios actos boicot durante el final de la campa?a de la primera vuelta, oblig¨¢ndole a cancelar algunos m¨ªtines de su gira por el sur del pa¨ªs. Incluso tuvo que esquivar en un mitin el lanzamiento de un zapato. Sin embargo, seg¨²n algunos analistas, estos ataques le favorecieron electoralmente porque le permitieron presentarse como una v¨ªctima del presunto caos en el pa¨ªs, y reafirmarse en su promesa de traer orden. De hecho, en el ¨²ltimo tramo de campa?a su respaldo creci¨® notablemente.
Las primeras elecciones pluralistas en la historia de Egipto representan la ¨²ltima etapa del proceso de un azaroso proceso de transici¨®n. De acuerdo con la hoja ruta de la Junta Militar, el pr¨®ximo 30 de junio entregar¨¢ sus poderes al presidente electo. Sin embargo, la transici¨®n no se habr¨¢ completado hasta que se redacte la nueva Constituci¨®n, bloqueada por la falta de acuerdo en el Parlamento entre islamistas y laicos.
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