Irlanda ratifica por abrumadora mayor¨ªa el cors¨¦ fiscal europeo
Un 60% de los votantes da luz verde a la ratificaci¨®n del pacto fiscal La amplitud del respaldo refuerza a quienes reclaman pol¨ªticas europeas de est¨ªmulo
Los irlandeses han dado su visto bueno al Tratado Europeo de Estabilidad por una ampl¨ªsima mayor¨ªa: 60% a favor, 40% en contra. La amplitud del margen tiene importancia porque puede influir a favor de los partidos proausteridad en Grecia y, sobre todo, da argumentos a la canciller Angela Merkel para convencer a su opini¨®n p¨²blica y su Parlamento de que hay que transferir fondos desde la Europa rica a los pa¨ªses con problemas para estimular sus econom¨ªas. La participaci¨®n ha sido del 50%.
El taoiseach (primer ministro), Enda Kenny, subray¨® el ¡°pragmatismo¡± de los irlandeses al lanzar ¡°el mensaje de que este es un pa¨ªs serio al afrontar sus problemas¡± y tambi¨¦n ¡°de confianza en el euro¡±. Kenny explic¨® que ha hablado ya con los presidentes de la Comisi¨®n y el Consejo, con la canciller alemana, Angela Merkel, con el presidente franc¨¦s, Fran?ois Hollande, y tambi¨¦n con el jefe del Gobierno espa?ol, Mariano Rajoy, con el que habl¨® "de sus asuntos importantes que se derivan de esta decisi¨®n¡±. M¨¢s adelante cit¨® en particular la situaci¨®n de la banca.
La amplitud del voto favorable supone, en cierto modo, una legitimaci¨®n de la austeridad, sobre todo porque las dos fuerzas que han liderado la campa?a contra el tratado, el Sinn F¨¦in y la Alianza de la Izquierda Unida, han presentado el refer¨¦ndum como una oportunidad para rechazar esas pol¨ªticas.
Para los favorables al tratado, sin embargo, el voto abre las puertas a la financiaci¨®n de Irlanda con fondos europeos m¨¢s all¨¢ de 2013, cuando se haya acabado el plan de rescate internacional pactado en noviembre de 2010. La ratificaci¨®n del tratado es una de las condiciones incluidas en el texto para poder beneficiarse de los fondos del Mecanismo Europeo de Estabilidad, dotado en la actualidad con 700.000 millones de euros.
M¨¢s importante que eso, la amplitud del resultado da argumentos a Merkel para defender las transferencias a los pa¨ªses con problemas que se comprometen a la disciplina fiscal que exige Alemania. Ese ha sido, de hecho, uno de los argumentos de los defensores del s¨ª para rechazar las acusaciones de que aprobar el tratado equival¨ªa a perpetuar las pol¨ªticas de austeridad.
Gay Mitchell, diputado europeo y l¨ªder del gobernante Fine Gael en la Euroc¨¢mara, ha empezado ya a presionar en ese sentido. ¡°El pueblo irland¨¦s ha demostrado un gran sentido com¨²n y responsabilidad. En aquellos Estados miembros que demuestran esa responsabilidad, la Uni¨®n Europea deber¨ªa actuar de forma rec¨ªproca con solidaridad¡±, declar¨®. ¡°Irlanda sigue aplicando decisiones econ¨®micas dif¨ªciles para poner las fianzas p¨²blicas bajo control. La agenda de crecimiento deber¨ªa ahora situarse en primer plano en toda la Uni¨®n Europea¡±, a?adi¨®.
El refer¨¦ndum tiene tambi¨¦n consecuencias en clave m¨¢s interna. Los noes han procedido sobre todo de los barrios obreros, confirmando la tendencia de este segmento del electorado a abandonar al Partido Laborista ¨Csegundo partido de la coalici¨®n que lidera el Fine Gael- a favor del Sinn F¨¦in.
Quiz¨¢ por eso el n¨²mero dos del Gobierno y l¨ªder laborista, Eamon Gilmore, declar¨®: ¡°El Gobierno se ha de mover ahora en cuatro ¨¢reas: tiene que llevar adelante sus planes para estimular la econom¨ªa y crear empleo; tiene que llevar el crecimiento a la agenda de la UE; tiene que afrontar el problema de las hipotecas, y tiene que conseguir un acuerdo sobre la deuda bancaria¡±. Gilmore ha salido reforzado del refer¨¦ndum despu¨¦s de que su circunscripci¨®n registrara uno de los porcentajes m¨¢s altos de apoyo al tratado.
La oposici¨®n a la ley europea acept¨® ya de buena ma?ana la derrota y, antes incluso de que se publicaran resultados oficiales, el diputado europeo por el Partido Socialista y l¨ªder de la Alianza de la Izquierda Unida, Paul Murphy, tir¨® la toalla. ¡°El s¨ª lo ha conseguido. Buena campa?a del no. La prometida estabilidad no va a aparecer. Ahora es el momento de la batalla contra la austeridad en las comunidades y lugares de trabajo¡±, dijo a trav¨¦s de Twitter.
Tanto Murphy como Mary Lou McDonald, vicepresidenta del Sinn F¨¦in y diputada por Dubl¨ªn, acusaron a los partidarios del s¨ª de haber jugado al voto del miedo. Seguramente tienen raz¨®n, aunque tambi¨¦n ellos han agitado el fantasma de la austeridad.
Un factor aparentemente inocuo pero probablemente relevante es que, a diferencia de lo que ocurri¨® en los refer¨¦ndums sobre los tratados de Niza y Lisboa, los irlandeses no ten¨ªan derecho de veto: no hab¨ªa posibilidad de segundo refer¨¦ndum porque el tratado entrar¨¢ en vigor cuando lo hayan ratificado 12 de los 17 miembros del euro.
Es decir, los irlandeses han tenido que decidir de verdad qu¨¦ prefer¨ªan. Y entre dos opciones aparentemente malas se han decantado por la que creen que asegura mejor el futuro del pa¨ªs, sobre todo, en t¨¦rminos de acceso a financiaci¨®n internacional.
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