Bruselas interpreta el resultado irland¨¦s como un s¨ª a la Uni¨®n Europea

La troika presidencial de Bruselas (Consejo, Comisi¨®n y Parlamento) ha recibido este viernes con previsible satisfacci¨®n la victoria del s¨ª en el refer¨¦ndum irland¨¦s, considerada en estos momentos de ag¨®nico debate sobre el futuro de la Uni¨®n como irrefutable se?al de que la UE tiene futuro. Un triunfo del no, aunque cuantitativamente irrelevante, hubiese sumido a la Uni¨®n en la depresi¨®n y agudizado todas sus dudas. La hora del alivio, sin embargo, no debe ocultar otros problemas inmediatos, como la insistencia francesa en que sin los cambios que reclama Fran?ois Hollande no puede entrar verdaderamente en vigor el tratado, ni la m¨¢s grave amenaza para el entramado comunitario de las elecciones de septiembre en Holanda, pa¨ªs fundador, donde los dos primeros partidos en intenci¨®n de voto predican contra la ortodoxia bruselense.

¡°Con este voto, el pueblo irland¨¦s ha dado su apoyo y compromiso a la integraci¨®n europea¡±, se?al¨® Herman Van Rompuy en un comunicado, mientras el presidente del Parlamento, Martin Schulz, subrayaba c¨®mo el asentimiento irland¨¦s ¡°env¨ªa una clara se?al del compromiso de Irlanda con la zona euro y la UE m¨¢s en general¡±. Reveladora insistencia de ambos en equiparar el s¨ª al Tratado de Estabilidad como un s¨ª a la Uni¨®n, al pairo del resultado positivo.

Barroso introdujo la precisi¨®n t¨¦cnica de que ¡°este tratado es un componente clave de la respuesta de la UE a la actual crisis econ¨®mica¡± e hizo un gui?o a los que reclaman otra cosa: ¡°La Comisi¨®n Europea cree que la estabilidad y el crecimiento van juntos y que no podemos tener la una sin el otro¡±.

Exactamente lo que reclama Hollande, presidente de una Francia con un ascendiente muy distinto al de Irlanda sobre la Uni¨®n. En el pasado, cuando los irlandeses votaron dos veces no a los designios de la Uni¨®n (en 2001, al Tratado de Niza, y en 2008, al Tratado de Lisboa), dos veces se les hizo volver a las urnas para que votaran s¨ª. Cuando los franceses dijeron no a la Constituci¨®n europea en 2005 no hubo vuelta de hoja.

¡°Este tratado no es bueno, hay que enmendarlo¡±, insiste el ministro franc¨¦s de Asuntos Europeos, Bernard Cazeneuve, quien anuncia que ¡°ser¨¢ muy dif¨ªcil, sin consenso, proceder a su ratificaci¨®n¡± y hace caso omiso de que la ratificaci¨®n en 12 de los 25 Estados signatarios (Reino Unido y la Rep¨²blica Checa se mantienen al margen del Tratado) sea suficiente si Francia no est¨¢ entre los 12.

A Irlanda le han precedido en la ratificaci¨®n Ruman¨ªa, Portugal, Grecia, Eslovenia y Dinamarca. El visto bueno parlamentario polaco solo est¨¢ pendiente de la firma presidencial.