El tiempo y la confianza ante Europa
Es urgente frenar la crisis, pero se impone el s¨¢lvese quien pueda
Durante la segunda mitad del siglo XX, la Europa econ¨®mica se construy¨® para hacer frente al bloque sovi¨¦tico. Ahora, dominados por la instauraci¨®n de una nueva jerarqu¨ªa entre los grandes bloques regionales y entre tres monedas (el d¨®lar, el yuan y el euro), Europa no tiene otra soluci¨®n que superar una etapa pol¨ªtica. A no ser que conserve las tendencias suicidas de las que hiciera gala dos veces el siglo pasado.
M¨¢s Europa como consecuencia y como soluci¨®n de la crisis: esto implica nuevos avances federales. La mayor¨ªa de los dirigentes de la UE comparten hoy esta percepci¨®n, y especialmente los de la eurozona. Mientras que las opiniones p¨²blicas, mayoritariamente esc¨¦pticas y cr¨ªticas, no quieren renunciar a lo que tienen ni a la moneda ¨²nica. ?ltima postura en este sentido: Angela Merkel, para quien ¡°el mundo quiere saber c¨®mo nos imaginamos la uni¨®n pol¨ªtica que debe acompa?ar a la uni¨®n monetaria¡±.
Este es ahora el punto central de la crisis: la UE ha perdido la confianza del resto del mundo, al que le inquieta una Europa que se condena a un estancamiento de larga duraci¨®n y penaliza tanto a Estados Unidos como a los pa¨ªses emergentes. Como es sabido, ser¨ªa necesario ponerse de acuerdo al mismo tiempo sobre los contornos de una uni¨®n pol¨ªtica m¨¢s fuerte, articular todos los instrumentos t¨¦cnicos necesarios para capear el temporal e intentar reactivar la econom¨ªa. Pero todo eso lleva tiempo y la carrera con los mercados parece perdida de antemano.
Ejemplo: la necesidad de una uni¨®n bancaria se hace evidente (pese a la oposici¨®n de Reino Unido), lo que implica el refuerzo de los mecanismos europeos de control. Apenas iniciada la discusi¨®n, la l¨®gica del s¨¢lvese quien pueda sigue progresando y empuja al mercado interbancario a la renacionalizaci¨®n. Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso y Angela Merkel, esta vez sin esperar, defienden esa uni¨®n bancaria. Respuesta de la Casa Blanca: ¡°Los mercados siguen esc¨¦pticos. Habr¨¢ que dar otros pasos para garantizar la reactivaci¨®n de Europa¡±. Cansado de esperar una r¨¦plica europea a la medida de la crisis, el resto del mundo ya no cree en ella.
Sin embargo, el debate ha avanzado. Hay un antes y un despu¨¦s de la elecci¨®n de Fran?ois Hollande. Antes, todo giraba alrededor de la ratificaci¨®n del nuevo pacto presupuestario. Despu¨¦s, el debate se ha reorientado en torno a la necesidad de un pacto de crecimiento. Los eurobonos simbolizan la divergencia de enfoques de Francia y Alemania. Para Francia, la reactivaci¨®n debe ser prioritaria. Para Alemania, esta no debe ir acompa?ada de la menor relajaci¨®n. Todo parece indicar que ambos pa¨ªses llegar¨¢n a un compromiso, teniendo en cuenta que los socialdem¨®cratas alemanes concuerdan con el objetivo de crecimiento de Fran?ois Hollande. Tenemos derecho a quejarnos de la tradicional lentitud alemana: desde el inicio de la crisis, Angela Merkel siempre ha terminado cediendo ante sus socios, pero con un retraso perjudicial. De hecho, se acerca el momento en que Francia estar¨¢ contra la pared.
As¨ª pues, no es sorprendente que, a la demanda de Angela Merkel, que querr¨ªa ver progresar la uni¨®n pol¨ªtica, por el momento Francia responda que hay cosas m¨¢s urgentes. En la querella de los eurobonos, seg¨²n Francia, estos deben servir para superar la crisis y despu¨¦s relanzar un proceso de integraci¨®n pol¨ªtica; seg¨²n Alemania, estos eurobonos solo ser¨¢n aceptables cuando la crisis haya sido neutralizada.
Problema: es posible que, tanto a unos como a otros, les falte tiempo, pues es urgente lograr un retroceso de la crisis. Y, entre los medios necesarios, habr¨¢ medidas de tipo federal que afectar¨¢n a los poderes de control, que deber¨¢n ser transferidos a las instituciones europeas; o bien medidas de armonizaci¨®n fiscal. Tampoco hay que olvidar lo que propuso Fran?ois Trichet: un primer esbozo de un ministro europeo de Finanzas. Ahora bien, Fran?ois Hollande le debe tambi¨¦n su elecci¨®n al hecho de haber reconciliado a la izquierda del s¨ª con la izquierda del no. Y seg¨²n el resultado de las elecciones legislativas, puede necesitar, por ejemplo, a los comunistas y al Frente de Izquierda, ahora antieuropeos. ?C¨®mo conseguir¨¢ arbitrar? Seguramente, Angela Merkel encontrar¨¢ en esta circunstancia la ocasi¨®n para recuperar la ventaja.
La cumbre europea del 28 de junio nos proporcionar¨¢ un principio de respuesta.
Traducci¨®n: Jos¨¦ Luis S¨¢nchez-Silva.
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