La Corte Suprema brit¨¢nica rechaza el recurso de Julian Assange
El fundador de Wikileaks agota sus opciones para evitar la extradici¨®n a Suecia, donde se le acusa de delitos sexuales
A Julian Assange solo le quedar¨¢ Estrasburgo. Una apelaci¨®n ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos es lo ¨²nico que podr¨ªa frenar su extradici¨®n a Suecia. El editor australiano perdi¨® esta tarde su ¨²ltima batalla legal en el Reino Unido. El Tribunal Supremo brit¨¢nico tumb¨® el ¨²ltimo quiebro legal de su equipo de abogados, que intenta evitar que Assange aterrice en Suecia, pa¨ªs que le reclama para interrogarle como sospechoso de cuatro delitos de ¨ªndole sexual.
Los abogados de Assange disponen de dos semanas. La extradici¨®n no se har¨¢ efectiva antes de ese plazo, comunic¨® ayer la m¨¢xima instancia judicial del Reino Unido. Jennifer Robinson, miembro del equipo legal de Wikileaks, ha confirmado a este peri¨®dico que la apelaci¨®n a Estrasburgo est¨¢ siendo considerada. Si se apela y Estrasburgo admite el expediente, la extradici¨®n se podr¨ªa volver a paralizar. Si no, el pr¨®ximo 7 de julio, el editor australiano ser¨ªa entregado a las autoridades suecas.
Los siete jueces del Tribunal Supremo desestimaron por unanimidad la revisi¨®n del caso. El pasado 30 de mayo, el Tribunal Supremo ya hab¨ªa decidido dar luz verde a la extradici¨®n del australiano, por cinco votos a dos. Pero una h¨¢bil maniobra de ¨²ltima hora de la abogada Dinah Rose consigui¨® congelar la extradici¨®n por espacio de dos semanas. Rose arguy¨® en aquella ma?ana ante el juez Phillips que la decisi¨®n del tribunal se hab¨ªa basado en una interpretaci¨®n de la Convenci¨®n de Viena en materia de tratados y leyes que no hab¨ªa sido argumentada durante el proceso; cuesti¨®n esta ante la que la defensa del australiano no hab¨ªa podido plantear objeciones. Pues bien, el Supremo tumb¨® ayer por unanimidad esta argucia.
El Supremo brit¨¢nico tambi¨¦n hizo ayer, al comunicar su decisi¨®n, un ejercicio de autocr¨ªtica y dio la raz¨®n en un aspecto a la abogada Rose. En su sentencia del pasado 30 de mayo, los jueces deslizaron err¨®neamente la palabra ¡°acusado¡±, para referirse a Assange, cuando lo cierto es que el australiano a¨²n no ha sido formalmente acusado de nada: lo que existe es una petici¨®n de extradici¨®n para interrogarle. La fiscal¨ªa sueca le reclama para estudiar si abre un caso contra ¨¦l ante las denuncias que dos mujeres suecas presentaron contra ¨¦l en agosto de 2010. La denuncia de una de ellas podr¨ªa desembocar en una acusaci¨®n de violaci¨®n.
Jennifer Robinson, miembro del equipo legal de Wikileaks, ha comentado por correo electr¨®nico que el australiano ha encajado bien la decisi¨®n gracias a las muestras de apoyo que recibe: ¡°Ha sido un momento dif¨ªcil, pero el apoyo ha mantenido a flote su esp¨ªritu¡±. El equipo de abogados de Assange sigue manteniendo la tesis de que la extradici¨®n a Suecia es una escala de cara a una futura extradici¨®n a Estados Unidos. ¡°Estados Unidos sigue siendo reservado acerca de sus planes de procesar a Julian¡±, sostiene Robinson, ¡°hay un gran jurado en marcha y el Fiscal General se ha negado a anunciar si le van a juzgar o no¡±.
El Tribunal Supremo brit¨¢nico no hace otra cosa que ratificar la decisi¨®n que tom¨® el pasado 30 de mayo, cuando dio carpetazo al ¨²ltimo recurso del australiano, que pretend¨ªa invalidar la orden de arresto internacional contra ¨¦l al estimar que la fiscal¨ªa sueca no era autoridad judicial competente para emitirla.
El editor australiano lleva 555 d¨ªas bajo arresto domiciliario. Las dos mujeres que le denuncian llevan casi dos a?os esperando a que se le interrogue: una de ellas acusa a Assange de haberla forzado a mantener relaciones sexuales sin preservativo aprovechando que estaba dormida.
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