El conflicto minero en Cajamarca atenaza al Gobierno de Per¨²
El Ejecutivo de Ollanta Humala no logra apaciguar las protestas Varios episodios de represi¨®n violenta elevan la tensi¨®n
El incremento de la actividad minera en el Per¨² est¨¢ causando tensiones con las poblaciones locales que los rechazan, piden un menor da?o al entorno, o participar de los beneficios. El Gobierno de Ollanta Humala a¨²n no ha encontrado una soluci¨®n para desbloquear uno de los m¨¢s importantes proyectos ¡ªla explotaci¨®n aur¨ªfera de Conga¡ª que est¨¢ provocando desde hace tres semanas protestas y episodios violentos en Cajamarca, departamento de la sierra norte en el que hay una fuerte movilizaci¨®n en contra del proyecto.
El martes, un portavoz de las empresas Yanacocha-Newmont dijo que aceptar¨ªan algunas recomendaciones de un ¡®peritaje¡¯ internacional para modificar el estudio de impacto ambiental (EIA) de Conga. Desde abril se esperaba la respuesta de la minera, que hab¨ªa amenazado con suspender su inversi¨®n de 4.800 millones de d¨®lares.
Ese mismo d¨ªa, el primer ministro Oscar Vald¨¦s inform¨® de que para el pasado jueves habr¨ªa un anuncio ¡°integral¡± del Gobierno sobre el controvertido proyecto; sin embargo, solo hubo una declaraci¨®n del presidente arrancada por los reporteros que cubrieron una inauguraci¨®n de v¨ªas en el distrito de Ate, Lima.
¡°Le hab¨ªamos hecho (a Newmont) una serie de planteamientos a este proyecto y saludamos que por fin se hayan identificado con nuestras propuestas¡±, dijo el mandatario peruano.
La administraci¨®n de Humala ha heredado una legislaci¨®n minera ahora desfasada: los estudios de impacto ambiental de los proyectos son hechos por consultoras privadas, luego aprobados por el ministerio de Energ¨ªa y Minas y, entonces, pueden empezar las operaciones. Sin embargo, en los dos ¨²ltimos a?os, tres grandes proyectos mineros que ten¨ªan EIA aprobados han quedado paralizados debido a la fuerte oposici¨®n y protestas de la poblaci¨®n local.
Por ejemplo, tras continuas protestas en carreteras de Arequipa (sierra sur) contra el proyecto T¨ªa Mar¨ªa de la empresa Southern Per¨², el EIA ya aprobado tuvo que ser revisado en 2010 por expertos contratados por UNOPS ¡ªun ente de Naciones Unidas¡ª, lo que constituye un procedimiento inexistente en las normas, seg¨²n record¨® el investigador ingl¨¦s Anthony Bebbington en declaraciones a este diario.
De esa forma, el Gobierno anterior de Alan Garc¨ªa intent¨® mantener una inversi¨®n que cumpli¨® con los requerimientos del Estado y obtener la aprobaci¨®n local o ¡®licencia social¡¯ para el proyecto.
Una situaci¨®n similar ocurri¨® en 2010 con el proyecto Quellaveco ¨Cde extracci¨®n de cobre- de la empresa Angloamerican ¨Ccon sede en Londres¨C, que enfrenta la oposici¨®n de dos valles agr¨ªcolas en el departamento de Moquegua (costa sur) debido al uso del agua.
Por ¨²ltimo, el proyecto Conga en Cajamarca est¨¢ paralizado ¨Ca petici¨®n del Gobierno¨C desde el pasado mes de diciembre, cuando surgieron las protestas por los posibles perjuicios en una cabecera de cuenca y porque en el pasado la empresa Yanacocha incumpli¨® compromisos medioambientales en esa regi¨®n.
En abril, despu¨¦s que los peritos extranjeros formularon recomendaciones para un ajuste del proyecto Conga, el presidente Humala anunci¨® que su Gobierno impulsaba una ¡°nueva miner¨ªa, amigable con el entorno, que respete las condiciones ambientales que los peruanos exigimos¡±. Los mismos t¨¦rminos los reiter¨® el martes en la cumbre de R¨ªo+20.
El mandatario dijo que su administraci¨®n ¡°es muy consciente de que las poblaciones requieren que estas inversiones se den en un escenario de confianza y de una relaci¨®n transparente y de respeto mutuo. Este Gobierno, no va a aceptar actitudes de soberbia de ninguna empresa¡±.
La posici¨®n de las empresas
Consultado por EL PA?S, Hugh Elliot, director internacional de relaciones gubernamentales de Anglo American, coment¨®: ¡°Entendemos que el presidente Humala est¨¢ buscando una inversi¨®n social y ambientalmente responsable. Creemos que la ¡®nueva miner¨ªa¡¯ descrita no es diferente de la que Anglo American practica¡±.
¡°Para entregar los beneficios que nuestra actividad puede generar a las comunidades donde operamos, requerimos un marco institucional estable y s¨®lido para el largo plazo, en lo p¨²blico como en lo privado¡±, agreg¨®.
Un poco m¨¢s directo fue el director de la empresa canadiense de origen peruano Alturas Minerals, Augusto Baertl. ¡°Esas declaraciones [del presidente sobre la nueva miner¨ªa] son pol¨ªticas, para tratar de estar bien con Dios y con el diablo. Pero nunca se ha visto que a un proyecto con EIA aprobado se le diga ¡®un momentito¡¯, voy a traer peritos y revisar las cosas. Estamos en una situaci¨®n en que no se est¨¢ respetando los procesos establecidos¡±, coment¨® a este diario.
Baertl considera que, en el caso de Conga, el Gobierno ha tenido que dirimir en el proceso, aunque con resultados a¨²n inciertos.
¡°Seguro hay casos en los que, antropol¨®gicamente, uno puede darle consejos (a la empresa), un poco m¨¢s de tacto, pero no hay empresa que escape de estas dificultades¡±, a?adi¨® Baertl, ingeniero de minas que empez¨® a trabajar en los a?os sesenta.
A su vez, el director de asuntos corporativos de la minera Barrick, Gonzalo Quijandr¨ªa, ve que el Gobierno es consecuente pues se preocupa por "la estabilidad jur¨ªdica (de los proyectos mineros) pero quisiera un nuevo modelo de aceptaci¨®n para que las personas tengan m¨¢s confianza¡±.
¡°Es v¨¢lido que el Gobierno haga que estos estudios lleguen mejor y respondan a las preguntas que ellos [la poblaci¨®n local afectada por las operaciones] plantean¡±, afirm¨® Quijandr¨ªa a t¨ªtulo personal.
¡°Todos estamos aprendiendo de los aciertos y los errores. Las empresas deben tener punter¨ªa fina respecto a qu¨¦ le interesa a la poblaci¨®n antes de hacer n¨²meros. No creo que ninguna de las empresas pueda sentirse ajena a las palabras del presidente¡±, a?adi¨® el funcionario de Barrick.
El historiador Bebbington, quien estudia los movimientos sociales frente a la miner¨ªa en Bolivia y Per¨² desde hace una d¨¦cada, estima que en el caso de Conga la intervenci¨®n del Gobierno ha tenido el m¨¢s alto perfil en estos a?os, ¡°para evitar que otro proyecto se paralice, como ocurri¨® con T¨ªa Mar¨ªa¡±.
Seg¨²n el director de la carrera de geograf¨ªa de la universidad de Clark, ¡°el caso de Conga refleja que los canales formales de participaci¨®n no funcionan en el Per¨² y que hay profundos problemas sociales¡±.
El jueves termin¨® sin el esperado anuncio del Gobierno y con la negativa del presidente Humala a conceder una audiencia a algunos de los l¨ªderes de la protesta, entre ellos el presidente regional de Cajamarca, Gregorio Santos, y alcaldes. Cerr¨® con un nuevo episodio de violencia desproporcionada de la polic¨ªa en Cajamarca: un grupo de efectivos arremeti¨® contra mujeres que preparaban una olla com¨²n, se produjo un enfrentamiento y luego detenciones.
En la 1? Comisar¨ªa, los efectivos golpearon a los detenidos, entre ellos la abogada de un organismo de derechos humanos, Amparo Abanto: otra de la Defensor¨ªa del Pueblo, Genoveva Vargas, y una joven de 17 a?os. En los 22 d¨ªas de protestas, es el tercer episodio de violencia descontrolada de la polic¨ªa contra personas desarmadas.
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