Videla aguarda su sentencia entre insultos a las presas embarazadas de la dictadura

De forma serena y met¨®dica, leyendo sus palabras en varios folios, el exdictador argentino de 86 a?os Jorge Rafael Videla aprovech¨® el martes su ¨²ltimo alegato en el juicio que se sigue por el robo de beb¨¦s a presas detenidas durante la ¨²ltima dictadura militar en Argentina (1976-1983), para atacar a las embarazadas: ¡°Lo que s¨ª es cierto es que todas las parturientas aludidas por la querella, as¨ª como por la fiscal¨ªa eran militantes activas de la maquinaria del terror. Y muchas de ellas usaron a sus hijos embrionarios como escudos humanos al momento de operar como combatientes¡±.

La sociedad argentina se ha acostumbrado de tal forma a los exabruptos del viejo dictador que sus palabras apenas sorprendieron a nadie. Lo ¨²nico que podr¨ªa haber sorprendido a los medios argentinos no sucedi¨®: que Videla hubiese reconocido la pr¨¢ctica sistem¨¢tica de los secuestros de beb¨¦s o la participaci¨®n de algunos empresarios o miembros de la Iglesia. "Si la sustracci¨®n de un menor tuvo lugar, no respondi¨® a una orden", se?al¨®. Y a partir de ah¨ª reivindic¨® su viejo papel de represaliado pol¨ªtico.

Era su ¨²ltima oportunidad antes de que el pr¨®ximo jueves se lea su sentencia. Pero Videla decidi¨® invertir sus ¨²ltimas palabras en rechazar la autoridad del tribunal y reivindicar el papel del Ej¨¦rcito. ¡°Lo m¨¢s grave respecto a la existencia de un plan sistem¨¢tico para la sustracci¨®n de menores es haber reprochado al Ej¨¦rcito en forma indirecta la autor¨ªa de aquel plan, con una finalidad evidentemente pol¨ªtica, en forma tan mendaz como perversa¡±.

El exjefe de la Junta Militar argentina asumi¨® de nuevo su papel de m¨¢rtir y dijo que cumplir¨ªa su condena como si fuera "un acto m¨¢s de servicio a Dios y a la Patria". ¡°Es mi deseo reivindicar al Ej¨¦rcito argentino, instituci¨®n se?era de la Rep¨²blica, de quien tuve el honor de ser su comandante, respecto a este agravio que se le infiere¡±. (¡­) La sentencia, seg¨²n Videla, no ser¨¢ m¨¢s que una ¡°revancha pol¨ªtica¡± de quienes despu¨¦s de haber sido ¡°militarmente derrotados¡±, se encuentran hoy en ¡°los m¨¢s altos cargos del Estado¡±.

Aunque las Abuelas de la Plaza de Mayo denunciaron la desaparici¨®n de unos 500 beb¨¦s durante la dictadura, en el juicio solo se estudia el caso de 34 supuestos robos a embarazadas que se encontraban presas en varios centros de detenci¨®n clandestinos.

¡°De todas las provocaciones que Videla hizo en los juicios por los delitos de lesa humanidad de la dictadura, la de ayer es aberrante desde todo punto de vista¡±, ha escrito hoy el columnista Daniel Santoro en el diario Clar¨ªn. ¡°Acusar de terroristas a mujeres embarazadas, torturadas, detenidas ilegalmente y luego desaparecidas es de un cinismo sin precedentes¡±.