El jefe del servicio secreto alem¨¢n dimite por los fallos para frenar a una banda nazi
Heinz Fromm deja su cargo tras la cadena de errores en la investigaci¨®n de un grupo de extrema derecha que asesin¨® a diez ciudadanos, la mayor¨ªa de origen turco
El jefe de los servicios secretos internos alemanes (BFV), Heinz Fromm ha dimitido por los escandalosos errores en la investigaci¨®n contra la banda terrorista neonazi NSU. Entre 2000 y 2007, el grupo asesin¨® a sangre fr¨ªa y casi siempre con la misma pistola a diez personas, ocho de ellas peque?os empresarios de ascendencia turca en diversas ciudades alemanas. Tambi¨¦n se les atribuye el asesinato de un griego y de una agente de polic¨ªa.
Fromm no est¨¢ acusado de los garrafales fallos en la investigaci¨®n de los 10 asesinatos cometidos por la banda, pero su salida responde a las masivas cr¨ªticas contra su organizaci¨®n. La semana pasada se supo que unos agentes del BFV destruyeron en noviembre pruebas comprometedoras sobre relaciones de las autoridades con un grupo neonazi de Turingia en el que militaron los tres asesinos antes de fundar su banda. Fromm se ha dicho ¡°sorprendido y consternado¡± por el fracaso de su agencia.
El de la agente de polic¨ªa fue el ¨²ltimo asesinato de la banda, en 2007, compuesta en su n¨²cleo por los notorios neonazis de Jena (en Turingia, al este de Alemania) Beate Zsch?pe, Uwe Mundlos y Uwe B?hnhardt. Los tres delincuentes vivieron en la clandestinidad durante una d¨¦cada de cr¨ªmenes en la que ni los servicios de inteligencia ni las autoridades les importunaron. Cuando ten¨ªan problemas de dinero, se financiaban mediante atracos y robos. El ¨²ltimo de ellos termin¨® con dos terroristas de la banda muertos en una caravana. La polic¨ªa dice que los dos hombres se suicidaron. La tercera terrorista, Beate Zsch?pe, incendi¨® el piso en el que viv¨ªan y se entreg¨®. Lo rocambolesco de los sucesos y la impunidad de los asesinos en un pa¨ªs ordenado y tranquilo como Alemania ha dado pie a numerosas especulaciones sobre la connivencia de los servicios secretos con la banda neonazi.
El esc¨¢ndalo se ha desatado al saberse que los agentes destruyeron pruebas
Los servicios secretos internos alemanes se llaman, un tanto orwellianamente, Oficina Federal para la Protecci¨®n de la Constituci¨®n. Su central federal funciona en paralelo a las 16 oficinas regionales, una por cada land. Estas disfrutan de gran autonom¨ªa y dependen de los respectivos Gobiernos. Durante la serie de asesinatos de empresarios turcos (entre ellos un florista y varios vendedores de d?ner-kebab), las autoridades dieron palos de ciego e informaron a la prensa de supuestas (y falsas) ramificaciones mafiosas de los cr¨ªmenes. Tras el tiroteo en el que fue asesinado a quemarropa el ciudadano alem¨¢n de ascendencia turca Halit Yozgat en 2006, la polic¨ªa local detuvo a un hombre que result¨® ser agente del BFV y que hab¨ªa evitado presentarse como testigo del crimen. La serie de asesinatos de extranjeros termin¨® entonces. El agente no fue imputado.
El expediente de la banda neonazi incluye diez asesinatos, catorce atracos y tres atentados con bomba. El ¨²ltimo episodio de la trama se conoci¨® el pasado jueves, cuando Fromm tuvo que reconocer que agentes de su propio servicio de informaci¨®n hab¨ªan destruido documentos sobre informantes en las filas neonazis. Su dimisi¨®n da fe de la gravedad del caso y, en palabras de la secretaria general del Partido Socialdem¨®crata de Alemania, Andrea Nahles (SPD), tambi¨¦n de ¡°la necesidad de replantearse las estructuras de seguridad¡± en el pa¨ªs. Fromm asegura que supo de la destrucci¨®n de documentos el 27 de junio.
Diez ciudadanos, la mayor¨ªa turcos, fueron asesinados entre 2000 y 2007
Se trata de expedientes sobre la llamada Operaci¨®n Rennsteig, lanzada por el BFV para espiar a la llamada Protecci¨®n Patri¨®tica de Turingia, una de las m¨¢s peligrosas agrupaciones neonazis surgidas en el Este tras la Unificaci¨®n de Alemania en 1990. Para recabar informaci¨®n, las autoridades pusieron en n¨®mina reservada a uno de cada diez miembros del grupo nazi. Indirectamente, el Estado financi¨® as¨ª las actividades de los ultraderechistas. La destrucci¨®n de los documentos impedir¨¢ saber a ciencia cierta si tambi¨¦n percib¨ªan dinero p¨²blico alem¨¢n los tres terroristas del NSU. De lo que no cabe duda es de que el dinero entregado a los nazis por sus informaciones no sirvi¨® para prevenir o siquiera detener la serie de asesinatos cometidos por el tr¨ªo. La sospecha es que, en realidad, sirvi¨® para financiarlos.
En un homenaje p¨²blico a las v¨ªctimas celebrado en febrero, la canciller, Angela Merkel, prometi¨® a sus familiares que el caso se resolver¨ªa, pidi¨® perd¨®n por las falsas sospechas que las autoridades hab¨ªan arrojado sobre los muertos y dijo que lo sucedido ¡°es una verg¨¹enza¡±. Sin embargo, el esc¨¢ndalo est¨¢ lejos de terminar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.