Clinton levanta la bandera de la democracia en Asia
El mi¨¦rcoles, Clinton se convirti¨® en la primera representante de la diplomacia estadounidense en visitar Laos desde 1955
Mientras Barack Obama y Mitt Romney se desangran en Virginia o Colorado en una dura batalla electoral, Hillary Clinton labra en Asia su leyenda como la m¨¢s relevante secretaria de Estado de Estados Unidos desde Henry Kissinger. Clinton ha definido aspectos esenciales de la pol¨ªtica exterior norteamericana, como la vinculaci¨®n del progreso econ¨®mico con la democracia, y de paso ha levantado su imagen hasta niveles inalcanzables para el resto de la clase pol¨ªtica de este pa¨ªs.
Si Kissinger pas¨® la historia como el hombre que inici¨® el di¨¢logo con China, Clinton ha llevado las relaciones con ese pa¨ªs, hoy el mayor rival de EE UU en el mundo, a una nueva dimensi¨®n, la de la competencia pol¨ªtica, y ha se?alado a todo el continente un nuevo horizonte de libertad y derechos ciudadanos. Al mismo tiempo, ha presentado, en una gira que contin¨²a hoy en Camboya y concluir¨¢ este fin de semana en Oriente Pr¨®ximo, el mejor rostro de la diplomacia norteamericana actual, con prioridades en materia de igualdad para la mujeres y transparencia gubernamental.
En un discurso en Mongolia, sin mencionar por su nombre a China, sostuvo que el avance en la satisfacci¨®n de las necesidades materiales de la poblaci¨®n no es suficiente para crear sociedades justas y vigorosas. ¡°Hay que desterrar el mito de que la democracia es un valor de Occidente. Este es el momento preciso para hablar de democracia en Asia, en la medida en que muchos pa¨ªses de esta regi¨®n se enfrentan a la duda sobre qu¨¦ modelo de gobierno es el que mejor se adapta a sus sociedades y sus circunstancias¡±, dijo. ¡°El camino que elijan decidir¨¢ la vida de miles de millones de personas y el futuro de esta regi¨®n¡±.
¡°Los pa¨ªses que quieren abrirse a los negocios pero permanecer cerrados a la libertad de expresi¨®n¡±, a?adi¨®, ¡°descubrir¨¢n el alto precio que pagan por ello. Eso mata la innovaci¨®n y desalienta a los emprendedores, ambas cosas vitales para un crecimiento sostenible¡±.
"Ninguna naci¨®n puede conseguir la paz, la estabilidad y el crecimiento econ¨®mico si la mitad de la poblaci¨®n es marginada"
Su visita a Mongolia era el reconocimiento a un pa¨ªs que est¨¢ construyendo lo que la secretaria de Estado llam¨® ¡°una valiente democracia¡± en un territorio rodeado por Rusia y China. Igualmente, quiso con su presencia en Vietnam estimular el tr¨¢nsito de esa naci¨®n hacia un sistema de plenos derechos. ¡°S¨¦ que algunos argumentan que las econom¨ªas en desarrollo¡±, manifest¨® Clinton en Hanoi, ¡°tienen que poner el crecimiento econ¨®mico por delante y ocuparse despu¨¦s de las reformas pol¨ªticas y de la democracia. ¡°Eso es una visi¨®n de muy corto plazo¡±. ¡°Por lo tanto¡±, se?al¨®, ¡°quiero tambi¨¦n expresar ahora las preocupaciones por los derechos humanos, incluidas las constantes detenciones de activistas, abogados y blogueros por la simple expresi¨®n pac¨ªfica de opiniones e ideas¡±.
Dirigi¨¦ndose, en Tokio, a una conferencia internacional de donantes para Afganist¨¢n, Clinton subray¨® la exigencia de igualdad de derechos para todos los ciudadanos, independientemente de su sexo. ¡°EE UU cree firmemente¡±, explic¨®, ¡°que ninguna naci¨®n puede conseguir la paz, la estabilidad y el crecimiento econ¨®mico si la mitad de la poblaci¨®n es marginada¡±. En alusi¨®n directa a Afganist¨¢n, donde se han apreciado muy pocas mejoras sobre la situaci¨®n de la mujer desde que existe un Gobierno apoyado por EE UU y la OTAN, la secretaria de Estado advirti¨® que ¡°todo progreso tiene que incluir la lucha contra la corrupci¨®n, por el buen gobierno y por la igualdad de oportunidades para todos los afganos, especialmente para la mujeres¡±.
Un significado especial tuvo la escala de la secretaria de Estado en Laos, un pa¨ªs que cuenta con el triste r¨¦cord de haber sido el m¨¢s bombardeado per c¨¢pita en toda la historia: m¨¢s de dos millones de toneladas de bombas arrojaron los norteamericanos sobre ¨¦l en la guerra supuestamente secreta que se libr¨® entre 1964 y 1973, en el marco del conflicto de Vietnam. En aquellos a?os, Washington actuaba bajo la llamada ¡°teor¨ªa del domin¨®¡±, que pretend¨ªa frenar el contagio comunista de un pa¨ªs a otro en el sureste asi¨¢tico. El mi¨¦rcoles, Clinton fue la primera responsable de la diplomacia estadounidense que aterrizaba all¨ª desde John Foster Dulles en 1955, y lo hizo con la oferta de ¡°construir unas relaciones que abarquen desde el tr¨¢gico legado del pasado hasta encontrar un camino para ser socios en el futuro¡±. Probablemente, no hay un lugar m¨¢s adecuado que Laos, donde las bombas lanzadas hace 40 a?os siguen hoy causando muertos, para representar el regreso de EE UU a Asia.
Clinton ha sido el mejor estandarte de ese retorno. El mismo d¨ªa de su visita a Laos, la Casa Blanca anunciaba el mi¨¦rcoles en Washington la eliminaci¨®n de algunas sanciones a Myammar despu¨¦s de que el r¨¦gimen de ese pa¨ªs hiciera significativas concesiones en libertades pol¨ªticas y derechos humanos, un paso al que Clinton contribuy¨® decisivamente con una visita en diciembre pasado ¨Cla primera en 50 a?os de un secretario de Estado- en la que se reuni¨® con la premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi. La foto de ambas fue una gloriosa representaci¨®n del peso de la mujer en la pol¨ªtica contempor¨¢nea.
El prestigio acumulado durante sus a?os al servicio de Obama le da hoy a Clinton autoridad para hablar m¨¢s alto que ning¨²n miembro de esta Administraci¨®n, como demostr¨® muy recientemente al denunciar sin tapujos la complicidad de Rusia con el r¨¦gimen de Siria. Esa autoridad se han transformado en respaldo y reconocimiento en su propio pa¨ªs. Una encuesta de The Washington Post recog¨ªa hace dos meses un 65% de apoyo a la labor de Clinton entre los norteamericanos ¨CObama tiene un 47% de aprobaci¨®n-. Ella ha insistido varias veces en que abandonar¨¢ su puesto, y probablemente la pol¨ªtica, tras las pr¨®ximas elecciones. Pero ser¨¢ dif¨ªcil para el Partido Dem¨®crata encontrar en noviembre de 2016, cuando Clinton tendr¨¢ 69 a?os reci¨¦n cumplidos, un mejor candidato.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.