¡°Hay una guerra civil, pero tambi¨¦n una guerra de propaganda¡±
Paulo Pinheiro preside la comisi¨®n de Naciones Unidas encargada de investigar las violaciones de derechos humanos en Siria
El brasile?o Paulo Pinheiro est¨¢ al frente de una misi¨®n que ¨¦l mismo considera "casi imposible". Preside la comisi¨®n de Naciones Unidas encargada de investigar las violaciones de derechos humanos en Siria. Pinheiro (R¨ªo de Janeiro, 1944) lleva d¨¦cadas dedicado a hablar con v¨ªctimas de abusos, a sacar a la luz las atrocidades que cometen los de uno y otro bando en los conflictos. Pero dice que esta crisis, la siria, es especialmente compleja. El r¨¦gimen de Damasco no les permite entrar en el pa¨ªs, mientras se libra "una guerra civil pero tambi¨¦n una guerra de propaganda". No es que ponga las violaciones de derechos humanos cometidas por el Ej¨¦rcito y los rebeldes armados en la misma balanza, pero s¨ª sostiene que se han cometido abusos en ambos bandos. Se opone de forma radical a cualquier intervenci¨®n militar internacional, porque considera solo agravar¨ªa la situaci¨®n y considera en conversaci¨®n telef¨®nica desde Brasil, que se trata de "la crisis diplom¨¢tica m¨¢s grave despu¨¦s de la antigua Yugoslavia".
Pregunta. No les dejan entrar en Siria. Trabajan un poco a ciegas.
Respuesta. Lo que presento en los informes son producto de investigaciones realizadas por personas que est¨¢n en los pa¨ªses fronterizos y entrevistas por Skype y por tel¨¦fono con gente en Siria. Tambi¨¦n im¨¢genes de sat¨¦lite de los estadounidenses. Cada informaci¨®n tiene que estar corroborada por dos personas. Evidentemente muchas son entrevistas con refugiados que salen o con miembros de la oposici¨®n. Hay una guerra civil, pero tambi¨¦n una guerra de propaganda. Hay n¨²meros que no corresponden para nada con la realidad, por ejemplo el recuento de v¨ªctimas. Hay organizaciones que no tienen ninguna manera de corroborar los n¨²meros. Hay im¨¢genes de v¨ªdeo que no corresponden con la situaci¨®n. Se repiten v¨ªdeos ya mostrados. YouTube no es una herramienta de investigaci¨®n fiable. Para m¨ª ese es el desaf¨ªo principal, porque no tenemos acceso al pa¨ªs. Hay una instrumentalizaci¨®n de los medios de comunicaci¨®n. Por un lado, el Gobierno trata a todos como grupos terroristas y eso es una confusi¨®n completa. Por otro lado, hay una gran tendencia a ignorar los actos de la oposici¨®n, como si fueran incapaces de cometerlos.
P. Se reuni¨® el mes pasado en Damasco con representantes del r¨¦gimen. Desde fuera da la impresi¨®n de que est¨¢n enrocados. ?Qu¨¦ conclusiones sac¨® de sus encuentros? ?Enga?an al p¨²blico o tambi¨¦n se enga?an a s¨ª mismos?
R. Me reun¨ª con ministros y con familias leales al Gobierno, cuyos familiares hab¨ªan muerto en ataques. Me parecieron veraces. Llevo 30 a?os encontr¨¢ndome con v¨ªctimas y puedo distinguir entre teatro y verdad. Pero el gobierno est¨¢ enrocado. No creo que mientan siempre, pero en mis contactos con ellos y en mi correspondencia, nunca ha habido un reconocimiento de la responsabilidad de las fuerzas de seguridad ante las violaciones cometidas.
P. La diplomacia ha fracasado. ?Hay otras alternativas?
R. Tengo contactos semanales con los cinco miembros del consejo de Seguridad y lo que yo digo es que no hay una soluci¨®n militar para la crisis. No la hay. Una intervenci¨®n militar supondr¨ªa agravar a¨²n m¨¢s la situaci¨®n.
P. ?Por qu¨¦?
R. Primero hay una raz¨®n pol¨ªtica. Una invasi¨®n de Siria ser¨ªa contribuir a que la situaci¨®n en L¨ªbano se agravara. En cuanto al n¨²mero de v¨ªctimas, no tengo duda que ya no ser¨ªan decenas de miles sino centenares de miles, porque la poblaci¨®n en Siria es un mosaico. No hay una separaci¨®n clara de las familias por etnia o religi¨®n. Viven pegados. La soluci¨®n s¨®lo puede ser pol¨ªtica. Por eso Kofi Annan perdi¨® la paciencia la semana pasada, porque los cinco miembros permanentes no llegan a una posici¨®n com¨²n y el Consejo de Seguridad no est¨¢ en condiciones de votar una resoluci¨®n y la situaci¨®n es desesperante. Se perdieron much¨ªsimas oportunidades en este a?o y el pasado. Todos tienen responsabilidad. El Gobierno desde luego, pero tambi¨¦n la oposici¨®n, que siempre trabaja con esa fantas¨ªa de una intervenci¨®n militar extranjera y eso contribuy¨® a que no implementaran el alto el fuego.
P. Kofi Annan ha puesto sobre la mesa varias iniciativas, pero ninguna se cumple. ?Hasta qu¨¦ punto Naciones Unidas est¨¢ dilapidando su capital pol¨ªtico?
R. Qui¨¦n est¨¢ dilapidando el capital pol¨ªtico son los Estados Miembros y los cinco miembros permanentes. Dilapidan su capital con la esperanza de poder llegar a una posici¨®n com¨²n m¨¢s favorable a sus intereses. Es desesperante. Los Estados que pueden contribuir a la interrupci¨®n de este conflicto no se est¨¢n poniendo de acuerdo.
P. A menudo la imagen es que son los rusos los grandes culpables.
R. No . Es un error decir que la culpa es s¨®lo de Rusia. Son los cinco miembros los que no se ponen de acuerdo. Estamos perdiendo tiempo y eso significa m¨¢s muertes y m¨¢s violaciones de derechos humanos. Aqu¨ª la prioridad es detener el conflicto. Despu¨¦s, se puede discutir todo, pero el primer paso es interrumpir las hostilidades. Para m¨ª, es la crisis diplom¨¢tica m¨¢s grave despu¨¦s de la antigua Yugoslavia.
P. Si analizamos lo que sucedi¨® en la matanza de Hula y en la de Tremesh, observamos ciertos elementos comunes. ?Hay un patr¨®n de conducta en las masacres cometidas por el r¨¦gimen?
R. En general, en la manera de actuar del Ej¨¦rcito hay una repetici¨®n de un patr¨®n. La infanter¨ªa no entra en las ciudades. Normalmente son las milicias las que entran. En Tremesh no tenemos claro lo que ocurri¨®. No est¨¢ claro qui¨¦nes fueron los responsables ni el n¨²mero de muertos. Se habl¨® de 300, pero ese es un n¨²mero inflado, muy exagerado. No fue solo un caso de ataque a la poblaci¨®n civil. Hay elementos que nos indican que fue una acci¨®n propiamente militar entre el Ej¨¦rcito y los grupos armados que estaban en lugar. En el caso de Hula no est¨¢ muy claro qui¨¦nes fueron exactamente los principales responsables. No hay duda que en los dos casos hubo bombardeos pero muchas muertes ocurrieron en la distancia corta, con armas ligeras. Las fuerzas de seguridad del Gobierno estaban presentes, pero no descartamos la acci¨®n de otros grupos armados. Esto es lo m¨¢s dif¨ªcil; evaluar la presencia de grupos extranjeros no identificados, que act¨²an de manera oportunista apoyan al Gobierno o a la oposici¨®n.
P. La situaci¨®n humanitaria se deteriora. Es el segundo a?o sin cosechas y empieza a faltar de todo.
R. No hay una crisis humanitaria en todo el pa¨ªs, pero s¨ª hay situaciones preocupantes en algunos puntos del pa¨ªs. Entre un mill¨®n y mill¨®n y medio de personas son desplazados internos y refugiados. La situaci¨®n se va agravando. Por ejemplo en Homs, la situaci¨®n es insostenible. El Gobierno lleva 30 d¨ªas bombardeando.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.