Bailar en la casa del trompo
M¨¢s all¨¢ de la pol¨ªtica, tambi¨¦n est¨¢ la fatalidad
En Cuba hay dichos muy redondos para calificar situaciones especialmente delicadas en las que una persona se ve envuelta debido a su impericia o irresponsabilidad. Una de estas frases, quiz¨¢s la mejor para el caso de alguien metido en un berenjenal por hacerse el listo, es: ¡°Vino a bailar a la casa del trompo¡±. Y es que, antes o despu¨¦s, ir de tigre cinturita en los predios de un experto bailador, m¨¢s cuando uno no lo es, suele traer malas consecuencias. Este, lamentablemente, parece el caso del espa?ol ?ngel Carromero, dirigente de Nuevas Generaciones del Partido Popular, que conduc¨ªa el veh¨ªculo en que viajaban Jens Aron Modig, de la Liga Juvenil Cristiano Dem¨®crata de Suecia, y los opositores cubanos Oswaldo Pay¨¢ y Harold Cepero, ambos fallecidos la semana pasada en Bayamo luego de que su coche se estrellara contra un ¨¢rbol.
Como antes hicieron otros dirigentes y eurodiputados del PP, Carromero entr¨® a Cuba con visado de turista para sostener contactos con Pay¨¢ y apoyar log¨ªsticamente a su Movimiento Cristiano Liberaci¨®n. Estos viajes de turismo pol¨ªtico opositor ¡ªtambi¨¦n los hay de turismo revolucionario¡ª suelen terminar antes de empezar con una expulsi¨®n en el mismo aeropuerto. Se consigue as¨ª el titular buscado. En otras ocasiones el r¨¦gimen cubano deja hacer a los pol¨ªticos europeos, que por algunos d¨ªas se pasean por la isla crey¨¦ndose una especie de James Bond, o bien una tarde va y los deporta, cre¨¢ndose de este modo un escenario de crisis diplom¨¢tica en el que, por cierto, La Habana se mueve como pez en el agua.
M¨¢s all¨¢ de la pol¨ªtica, tambi¨¦n est¨¢ la fatalidad. Que un extranjero al volante de un coche de turismo se encuentre un terrapl¨¦n o un caballo en medio de una carretera o incluso de una autopista, y que se estampe provocando muertos, por desgracia es bastante habitual. En el Consulado espa?ol de La Habana las estad¨ªsticas hablan: casi todos los a?os se dan varios casos de espa?oles condenados por ¡°homicidio por conducci¨®n imprudente¡±, penado entre uno y diez a?os de c¨¢rcel. Tan frecuente es el problema que el Ministerio de Asuntos Exteriores en su p¨¢gina web aconseja que, en el caso de viajes al interior de la isla, se contraten ¡°los servicios de un ch¨®fer, dado que la eventual responsabilidad penal del conductor/a en caso de accidente automovil¨ªstico suele dirimirse al cabo de largos procesos judiciales durante los cuales las autoridades cubanas impedir¨¢n la salida del pa¨ªs de los implicados¡±.
La tesis de una tenebrosa conspiraci¨®n para matar a Pay¨¢, que la familia y parte de la oposici¨®n sugiri¨® al principio, se desvanece luego de las declaraciones del propio Carromero y Modig confirmando que todo fue un accidente fatal. Al parecer, el azar y la imprudencia pol¨ªtica se han cruzado hoy de modo macabro en una carretera de Cuba y, parad¨®jicamente, el disidente m¨¢s apoyado por el PP ha fallecido en un coche que iba pilotado por un joven inexperto de este partido. Carromero viaj¨® a Cuba con las bendiciones del PP y ahora puede ser condenado a varios a?os de c¨¢rcel, o perdonado, pero en ese caso el Gobierno de Mariano Rajoy deber¨¢ un favor. Y si ¡°bailar en la casa del trompo¡± es un refr¨¢n cubano, otro, para momentos complicados como este, es: ¡°La situaci¨®n es de p¨¢nico terror¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.