El abandono de la reforma de la C¨¢mara de los Lores tensa la coalici¨®n brit¨¢nica
El liberal Clegg considera roto el contrato con los conservadores de Cameron
La decisi¨®n del primer ministro brit¨¢nico, el conservador David Cameron, de abandonar definitivamente los planes de reforma de la C¨¢mara de los Lores ha tensado al m¨¢ximo las relaciones con sus socios de coalici¨®n, unos liberalesdem¨®cratas que se sienten traicionados y anuncian represalias pol¨ªticas.
Nick Clegg, l¨ªder del partido minoritario en el Gobierno, confirm¨® la ¡°muerte lenta¡± de un proyecto del que su partido hab¨ªa hecho bandera, y que tendr¨¢ como primera consecuencia el veto de sus diputados a otra ley promovida por los tories para modificar las circunscripciones electorales.
Quiz¨¢ todav¨ªa sea pronto para hablar de ruptura, pero la dura reacci¨®n del dirigente liberaldem¨®crata marca un punto de inflexi¨®n en los dos a?os de singladura de la coalici¨®n, que ¨¦l mismo caracteriza como un ¡°contrato¡± ahora roto por sus socios conservadores. A ra¨ªz de ese fiasco pol¨ªtico, Clegg encara el doble frente de intentar aplacar a las bases de su propio partido (muy irritadas ante lo que consideran la en¨¦sima capitulaci¨®n), al tiempo que reformula los pilares del pacto de Gobierno con Cameron, a quien considera un reh¨¦n del ala m¨¢s recalcitrante del Partido Conservador.
El primer ministro se ha visto forzado a aparcar la reforma de la C¨¢mara de los Lores ante la resistencia numantina planteada por un influyente sector tory, que se traduce en ocho decenas de parlamentarios. El pasado julio, ese grupo esgrimi¨® su m¨²sculo votando en contra del calendario estipulado por el Gobierno de coalici¨®n para tramitar la ley de remodelaci¨®n de la C¨¢mara alta.
En plena org¨ªa patri¨®tica a ra¨ªz del ¨¦xito de los Juegos Ol¨ªmpicos de Londres, y cuando el principal reto postestival pasa por enderezar una econom¨ªa que cumple su tercer trimestre en recesi¨®n, el jefe de Gobierno ha optado por sacrificar la ¨²ltima y crucial demanda de su socio Clegg.
Despu¨¦s de haber cedido en cuestiones clave como el aumento de las tasas universitarias o los recortes en el sistema brit¨¢nico de sanidad p¨²blica, los liberalesdem¨®cratas se aferraban a la reforma de una C¨¢mara de los Lores que desaf¨ªa los principios democr¨¢ticos de los que tanto de congratula Reino Unido.
Un ala recalcitrante de los ¡®tories¡¯ forz¨® al primer ministro a aparcar la revisi¨®n
La gran beneficiaria de esta crisis es la oposici¨®n laborista de Ed Miliband, a base de jugar una carta tan hip¨®crita como ganadora: apoyo a la reforma que moderniza una instituci¨®n clasista, pero tambi¨¦n exigencia de que la ley sea sometida a refer¨¦ndum como excusa para no votar a su favor en los Comunes.
La ley que ya no ver¨¢ la luz preve¨ªa la elecci¨®n ciudadana del 80% de sus miembros, hoy designados por recomendaci¨®n del primer ministro y de los l¨ªderes de otros partidos, junto a los 92 lores que ocupan un esca?o hereditario y los 26 obispos de la Iglesia de Inglaterra cuya condici¨®n les concede una presencia autom¨¢tica en la C¨¢mara. Y reduc¨ªa casi a la mitad la nutrida n¨®mina de pares, desde los actuales 825 hasta 450 esca?os. El papel de la instituci¨®n tiene un peso importante, al someter a escrutinio y proponer enmiendas a las leyes aprobadas por la C¨¢mara de los Comunes, pero carece de derecho ¨²ltimo de veto.
El archivo de ese paquete legislativo concede a Cameron un moment¨¢neo respiro frente a la presi¨®n de las huestes conservadoras m¨¢s cr¨ªticas. Pero plantea una importante batalla en la legislatura de septiembre, con la anunciada oposici¨®n liberaldem¨®crata a la reforma de las circunscripciones electorales, que el primer ministro considera clave para garantizar su relecci¨®n en 2014.
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