EE UU suspende el entrenamiento a nuevos reclutas afganos
Los ataques de talibanes infiltrados entre los reclutas han causado el 14% de las v¨ªctimas entre los militares occidentales en 2012
El Comando de Operaciones Especiales de las tropas norteamericanas en Afganist¨¢n orden¨® el s¨¢bado la suspensi¨®n de las labores de entrenamiento de sus soldados a nuevos reclutas afganos, dado el reciente incremento de los ataques de operativos de la Guerrilla Talib¨¢n infiltrados entre las fuerzas de seguridad que dependen del Gobierno de Kabul. Esos ataques ¡®fratricidas¡¯, promovidos por el Mul¨¢ Omar, l¨ªder insurgente, se han cobrado ya 45 v¨ªctimas entre las tropas extranjeras en lo que va de a?o, y est¨¢n ensombreciendo el grueso del repliegue norteamericano, en el marco del cual se retiran este mes 30.000 soldados.
Hay en las fuerzas de seguridad afganas 350.000 soldados. La medida afecta a las tropas a las que entrena el Comando de Operaciones Especiales norteamericano, y, especialmente, al Cuerpo de Polic¨ªa Local de Afganist¨¢n, una milicia que opera de forma independiente, creada para garantizar la seguridad en zonas rurales, con fuerte presencia de insurgentes y lejos del alcance del Gobierno central. Mientras el Comando de Operaciones Especiales de EE UU reexamina a los 16.300 soldados afganos con los que coopera en el Cuerpo de Polic¨ªa Local, dejar¨¢ de entrenar temporalmente a 1.000 nuevos reclutas
Esta medida de precauci¨®n responde a las preocupaciones de Afganist¨¢n, EE UU y otros comandantes de la coalici¨®n sobre recientes amenazas de ataques internos¡± ISAF
¡°Esta medida de precauci¨®n responde a las preocupaciones de Afganist¨¢n, EE UU y otros comandantes de la coalici¨®n sobre recientes amenazas de ataques internos¡±, dijo este s¨¢bado, en un comunicado, el subcomandante de la Fuerza de Asistencia a la Seguridad en Afganist¨¢n de la OTAN, el teniente general brit¨¢nico Adrian Bradshaw. ¡°Aun as¨ª, las operaciones del Cuerpo de Polic¨ªa Local de Afganist¨¢n siguen ofreciendo resultados cruciales contra la insurgencia, y la relaci¨®n de colaboraci¨®n entre el Cuerpo de Polic¨ªa Local, EE UU y otros miembros de la coalici¨®n sigue siendo fuerte¡±.
Hace tres semanas, el general al mando de las tropas de la OTAN en Afganist¨¢n, John Allen, del Marine Corps, orden¨® a todas las tropas extranjeras que se mantengan armadas en todas las instancias, aun en puntos hasta ahora considerados seguros, como la llamada zona verde de Kabul, un fort¨ªn diplom¨¢tico. Las tropas afganas est¨¢n tomando el control de muchas de las bases extranjeras, y a lo largo de 2014 asumir¨¢n la labor de defender el pa¨ªs en solitario, antes de que culmine la retirada ordenada por el presidente de EE UU, Barack Obama.
Los llamados ataques fratricidas no son nuevos, pero s¨ª se han convertido en m¨¢s frecuentes en los meses recientes. En abril de 2011 un piloto militar afgano abri¨® fuego contra soldados extranjeros en el aeropuerto de Kabul. Mat¨® a nueve norteamericanos, entre ellos tres comandantes en la Fuerza A¨¦rea. Desde aquel ataque, el peor de ese tipo que han sufrido las tropas norteamericanas en Afganist¨¢n, ha crecido la desconfianza de los mandos de Estados Unidos hacia las tropas nacionales a las que entrenan para proteger a la poblaci¨®n civil y al Gobierno leg¨ªtimo de Kabul.
Este a?o, 29 ataques de soldados afganos a tropas extranjeras han provocado el 14% de las v¨ªctimas totales entre los uniformados de la OTAN. En 2011 fueron el 6%. Hace cuatro a?os, en 2008, solo supusieron el 1% de bajas, con dos soldados extranjeros aniquilados de ese modo. Los ataques ¡®fratricidas¡¯ se producen con mayor frecuencia en las provincias con una fuerte presencia de la Guerrilla Talib¨¢n, y sobre todo Helmand, que desde enero ha vivido 15 incidentes de ese tipo. En Kandahar se han registrado ocho.
Ante el incremento de los ataques por parte de tropas afganas, el Pent¨¢gono ha obligado al Gobierno de Hamid Karzai a que efect¨²e un mayor control sobre los nuevos reclutas, y a que reexamine a los soldados ya contratados
En un conflicto en el que ya no hay operaciones de infanter¨ªa al uso, y en el que la Guerrilla Talib¨¢n depende, cada vez m¨¢s, de t¨¦cnicas insurgentes, el Pent¨¢gono ha puesto especial ¨¦nfasis en el entrenamiento de soldados afganos para que garanticen la seguridad en villas remotas, fuera del alcance de Kabul, en bastiones rebeldes como Kandahar y Helmand. Hasta la fecha, el Comando de Operaciones Especiales de EE UU ya ha culminado la formaci¨®n de 16.000 soldados afganos incorporados al Cuerpo de Polic¨ªa Local de Afganist¨¢n. Ese Comando norteamericano ha formado tambi¨¦n a otros soldados de operaciones especiales.
Ante el incremento de los ataques por parte de tropas afganas, el Pent¨¢gono ha obligado al Gobierno de Hamid Karzai a que efect¨²e un mayor control sobre los nuevos reclutas, y a que reexamine a los soldados ya contratados. Con la ayuda de las tropas de la OTAN, los mandos afganos ya han investigado a 1.100 miembros del Cuerpo de Polic¨ªa Local, y han expulsado a cinco de ellos por posibles lazos con la insurgencia. Se hallan tambi¨¦n en el proceso de examinar a 8.000 comandos y 3.000 soldados del Comando de Operaciones Especiales de las fuerzas de seguridad nacionales. El proceso de reevaluaci¨®n durar¨¢ entre uno y dos meses, seg¨²n fuentes del Pent¨¢gono.
En octubre quedar¨¢n en Afganist¨¢n 68.000 soldados norteamericanos, un nivel de tropas similar al de principios de 2009. Estos se ir¨¢n retirando de forma progresiva a lo largo de 2013 y 2014. La OTAN ya ha cerrado 200 bases extranjeras y cedido el control de otras 282 a las tropas nacionales afganas. El Pent¨¢gono pretende que, en los a?os que quedan de operaci¨®n b¨¦lica, las tropas extranjeras pasen a una labor de apoyo a las fuerzas de seguridad afganas, unos planes que peligran ahora por el incremento de ataques fratricidas.
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