El avance islamista fuerza a Mal¨ª a pedir ayuda militar
Los pa¨ªses vecinos y la UE apoyan una intervenci¨®n de una fuerza militar africana
El grupo terrorista Movimiento para la Unicidad del Yihad en ?frica Occidental (Muyao), se ha hecho con el control de la ciudad de Douentza, situada a s¨®lo 170 kil¨®metros de Mopti, en lo que supone un avance hacia el sur de los islamistas radicales que controlan el norte de Mal¨ª desde el pasado mes de junio. Sin embargo, la respuesta no se ha hecho esperar. Este martes, el presidente interino de este pa¨ªs africano, Dioncounda Traor¨¦, ha solicitado formalmente a la Comunidad Econ¨®mica de Estados de ?frica del Oeste (Cedeao) su ayuda militar para recuperar el norte.
La toma de Douentza tuvo lugar el pasado s¨¢bado sin que se produjera un solo disparo. Los islamistas radicales del Muyao rodearon la ciudad y pidieron a los miembros de la milicia Ganda Izo, que controlaba esta localidad desde el pasado mes de julio, que entregaran las armas, a lo que estos accedieron al no recibir ning¨²n apoyo externo. Los milicianos se encuentran desde entonces retenidos por los yihadistas.
Douentza se encuentra en el camino hacia el sur del pa¨ªs, a tan solo 50 kil¨®metros de Konna, el ¨²ltimo puesto de control del Ej¨¦rcito de Mal¨ª y a 170 de Mopti, donde se concentra el grueso de las tropas regulares malienses. Desde el pasado mes de junio, las tres regiones del norte de Mal¨ª, Gao, Kidal y Tombuct¨², se encuentran en manos del Muyao y otros grupos armados como Al Qaeda del Magreb Isl¨¢mico (AQMI) y Ansar Dine (Defensores de la Fe). Los radicales, aliados con los rebeldes tuaregs, lograron hacerse con el control de este vasto territorio tras forzar la retirada del Ej¨¦rcito maliense a finales de abril y, posteriormente, derrotar al MNLA en un enfrentamiento armado.
Sin embargo, en julio, una unidad de la milicia Ganda Izo (Hijos de la Tierra, en lengua songhay), integrada por j¨®venes malienses en su mayor parte ciudadanos del norte contrarios a la rebeli¨®n tuareg, se hizo con el control de la ciudad de Douentza en un avance hacia el norte que pretend¨ªa forzar al Ej¨¦rcito y al Gobierno de Mal¨ª a reaccionar. Desde entonces un centenar de milicianos escasamente armados defend¨ªa esta posici¨®n avanzada en solitario. Hasta que este s¨¢bado ha sido recuperada por el Muyao.
En una reciente entrevista concedida al portal de noticias Mali Demain, el l¨ªder militar del Muyao, Omar Ould Hamaha, aseguraba en tono amenazante que ¡°las tropas de la Cedeao no son bienvenidas¡± en el norte de Mal¨ª y que si se produc¨ªa una intervenci¨®n militar responder¨ªan a dicho ataque con su armamento pesado, que incluye ¡°m¨¢s de 20.000 misiles situados en todas nuestras fronteras¡±. Asimismo, advirti¨® de que estaban en disposici¨®n de marchar sobre Bamako, capital de Mal¨ª, y ocuparla en un plazo de 24 horas.
La ca¨ªda de Douentza y el avance islamista hacia el sur s¨ª han provocado la reacci¨®n de las autoridades de transici¨®n malienses. El presidente interino, Dioncounda Traor¨¦, ha dirigido este martes una carta al presidente de la Cedeao, el marfile?o Alassane Ouattara, en la que solicita ¡°la ayuda de la Cedeao en el marco de la recuperaci¨®n de los territorios ocupados del norte y de la lucha contra el terrorismo¡±. Esta petici¨®n formal de ayuda era uno de los requisitos previos y necesarios para que se pudiera poner en marcha una intervenci¨®n militar africana en el norte de Mal¨ª, que cuenta con el apoyo expl¨ªcito de la mayor¨ªa de los pa¨ªses vecinos, la propia Cedeao, la Uni¨®n Africana y la Uni¨®n Europea.
Desde hace semanas la Cedeao hab¨ªa anunciado que se encontraba dispuesta al env¨ªo de una fuerza militar integrada por unos 3.300 soldados africanos, pero las autoridades malienses se resist¨ªan a solicitar esta ayuda, que era rechazada por el propio Ej¨¦rcito y por una parte de la sociedad y la clase pol¨ªtica maliense. Sin embargo, el retorno de Dioncounda Traor¨¦ tras su ¡°exilio¡± de dos meses en Francia y la reciente creaci¨®n el pasado mes de julio de un gobierno de unidad nacional parecen haber limado asperezas hacia una posici¨®n de consenso. En las ¨²ltimas semanas se hab¨ªan producido algunos intentos de negociaci¨®n con los islamistas.
La Cedeao aspira a que dicha intervenci¨®n militar se produzca con el respaldo de la ONU y ya ha intentado en dos ocasiones que el Consejo de Seguridad apruebe una resoluci¨®n dando su visto bueno. Sin embargo, hasta ahora, la ONU ha mostrado sus reticencias y ha preferido demandar m¨¢s informaci¨®n al organismo regional africano relativa al tipo de intervenci¨®n, su duraci¨®n, sus objetivos y su financiaci¨®n antes de pronunciarse al respecto.
La intervenci¨®n militar extranjera en el norte de Mal¨ª tambi¨¦n se hab¨ªa encontrado hasta ahora con el rechazo del Gobierno argelino, un pa¨ªs clave en la regi¨®n del Sahel, que tem¨ªa convertirse en la ¡°retaguardia¡± de los grupos islamistas en el caso de un ataque internacional. Este fin de semana, Muyao anunci¨® la ¡°ejecuci¨®n¡± del diplom¨¢tico argelino Taher Tewatti, secuestrado en Gao el pasado mes de abril, y amenaz¨® con asesinar a los otros cuatro que siguen en su poder.
Los grupos armados que controlan el norte de Mal¨ª est¨¢n aplicando una interpretaci¨®n muy radical de la sharia o ley isl¨¢mica. En la ciudad de Aguelhoc, miembros del Muyao lapidaron a una pareja por tener hijos sin estar casados y en la localidad de Ansongo amputaron la mano a un ladr¨®n. Por su parte, en Tombuct¨², miembros de AQMI y Ansar Dine derribaron media docena de mausoleos considerados por la Unesco Patrimonio de la Humanidad y destrozaron la hist¨®rica Puerta del Fin del Mundo de la mezquita Sidi Yahya.
Hace unos d¨ªas, un equipo de la Corte Penal Internacional se desplaz¨® hasta Bamako para recabar informaci¨®n relativa a estos hechos y a otros abusos y cr¨ªmenes llevados a cabo en el marco de esta rebeli¨®n, como la matanza de decenas de soldados malienses en Aguelhoc en enero pasado, por si se pod¨ªan considerar un crimen contra la humanidad.
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