Los rescates agitan el voto holand¨¦s

Los rescates europeos han llenado la campa?a para las elecciones holandesas del pr¨®ximo 12 de septiembre de alusiones a los riesgos que estos entra?an para Holanda y de dudas sobre si el pa¨ªs se ha vuelto euroesc¨¦ptico, o solo cr¨ªtico con la actual gesti¨®n de la UE.

Los socialistas de izquierda y tambi¨¦n la derecha lo dejan claro: ¡°Se acab¨® la paciencia con Grecia¡±. Le dan, desde luego, tiempo para arreglar sus cuentas. Si a pesar de la tregua la situaci¨®n no mejora, la posible salida de Atenas de la eurozona resultar¨ªa un proceso inevitable. El coste del rescate griego ha llevado al ciudadano a temer por sus ahorros.

Los holandeses consideran a la UE como su espacio natural, pero ya no es el id¨ªlico club de socios en igualdad de condiciones. La mala contabilidad de unos pocos ha dividido la eurozona entre el Norte y el Sur. Casi en t¨¦rminos maniqueos, el primero es descrito como garantes de la estabilidad mientras los otros derrochan.

El coste del rescate del Sur marc¨® la ca¨ªda del Gobierno de centroderecha el pasado abril, precisamente cuando la crisis obligaba a un nuevo ajuste de 16.000 millones de euros, y el Partido de la Libertad, del xen¨®fobo Geert Wilders, declin¨® firmarlo. La espantada forz¨® la ca¨ªda del Gabinete. ¡°Ni un euro m¨¢s para Grecia¡±, ha sido la frase esencial de Mark Rutte, primer ministro liberal dimisionario. ¡°Somos los lacayos de Bruselas¡±, brama Wilders. ¡°El Norte estimula y el Sur gasta¡±, dice Emile Roemer, l¨ªder del socialismo radical. Incluso los partidos m¨¢s solidarios con la UE preguntan c¨®mo sostener a la larga la eurozona. Porque Holanda, que env¨ªa el 75% de sus exportaciones a la UE, depende de ella.