Obama reitera el compromiso de legalizar a los sin papeles

En el decisivo Estado de Florida, Barack Obama y Mitt Romney han librado en las ¨²ltimas horas uno de los m¨¢s esperados duelos de esta campa?a por el voto hispano, del que dependen las opciones de ambos de obtener la victoria en noviembre. Los dos prometieron poner orden de una vez en el ca¨®tico cap¨ªtulo de la inmigraci¨®n, aunque el candidato republicano no ofreci¨® soluciones concretas, mientras que el presidente asegur¨® que mantiene para un segundo mandato su compromiso de una nueva ley migratoria, que incluir¨ªa una v¨ªa para la legalizaci¨®n de m¨¢s de 12 millones de inmigrantes indocumentados.

¡°Conf¨ªo en que, despu¨¦s de las elecciones, cuando el principal objetivo de los republicanos no sea echarme, sino solucionar los problemas del pa¨ªs, cuando se entienda el mensaje que dejen las urnas, esa reforma sea posible. Yo sigo comprometido con intentarlo¡±, manifest¨® Obama en el foro organizado por la cadena de televisi¨®n en espa?ol Univisi¨®n en la Universidad de Miami.

Hasta que eso ocurra, hasta que se consiga la regularizaci¨®n de los actuales sin papeles, Obama propuso excluir de las deportaciones ¨Cque han aumentado durante su mandato- a los j¨®venes que estudian o trabajan en Estados Unidos o a las familias cuyas ra¨ªces en este pa¨ªs est¨¢n ampliamente demostradas.

Obama utiliz¨® esta oportunidad excepcional de dirigirse a los hispanos para intentar consolidar su popularidad entre esa comunidad y, con ello, garantizar su victoria. Si el presidente repite el apoyo latino que tuvo en las urnas hace cuatro a?os, es dif¨ªcil que se le escape el triunfo.

¡°Los hispanos¡±, se?al¨® Obama, ¡°tienen que optar entre un candidato, el que est¨¢ aqu¨ª sentado con ustedes, que est¨¢ comprometido con la reforma migratoria, y otro candidato que no ofrece propuestas concretas y que cita la ley de Arizona ¨Cla pol¨¦mica legislaci¨®n derogada por el Tribunal Supremo que obligaba a cualquier persona a ense?ar a la polic¨ªa sus documentos migratorios- como un modelo a seguir¡±.

Obama quiso rebatir los argumentos expuestos por Romney en su declaraci¨®n sobre el 47% que viven del Estado y no pagan impuestos. ¡°Yo no he visto muchos de esos en este pa¨ªs, lo que s¨ª he visto son millonarios que encuentran forma de pagar menos impuestos¡±, dijo.

El reto era mayor ayer para Romney. Despu¨¦s de la pol¨¦mica suscitada por el famoso v¨ªdeo en el que desprecia a una porci¨®n del pa¨ªs entre la que se encuentran muchos millones de hispanos, un nuevo fiasco en este foro hubiera podido ser irreparable. Romney est¨¢, por el momento, muy lejos en las encuestas de su rival entre los votantes latinos. Tiene a¨²n menos apoyo del que obtuvo en 2008 John McCain. Si no mejora de forma apreciable esas cifras, su triunfo es pr¨¢cticamente imposible.

Su actuaci¨®n en la noche del mi¨¦rcoles en el foro celebrado en Miami podr¨ªa ser un paso para lograrlo. Favorecido por una audiencia de origen cubano y perfil conservador ¨Cambas campa?as hab¨ªan impuesto como condici¨®n la presencia de un p¨²blico favorable-, Romney tuvo un buen comportamiento. Esquiv¨® las preguntas m¨¢s comprometidas y, aunque sin ofrecer ning¨²n plan preciso, consigui¨® dejar bien instalado el mensaje de que Obama hab¨ªa incumplido su promesa de sacar adelante en el primer a?o de su mandato una nueva ley sobre inmigraci¨®n. ¡°Yo voy a resolver este problema de una vez para siempre y yo voy a cumplir lo que digo¡±, declar¨®. No precis¨® qu¨¦ va a hacer con los indocumentados ¨Caunque sugiri¨® que confiaba en que se fueran por su propia voluntad- ni se pronunci¨® sobre la decisi¨®n de Obama de poner freno a las deportaciones de los j¨®venes.

Sin aludir espec¨ªficamente al v¨ªdeo del 47%, Romney sostuvo que los hispanos que sientan aludidos por sus palabras contra los que se benefician de ayudas del Estado, no tienen por qu¨¦ preocuparse. ¡°Mi campa?a es para el 100% de EE UU. Estoy preocupado por todos ellos, y estoy preocupado por el hecho de que, en los ¨²ltimos cuatro a?os, la vida se ha hecho m¨¢s dura para los norteamericanos¡±. ¡°Esta es una campa?a para ayudar a la gente que necesita ayuda¡±, a?adi¨®, ¡°y, ahora mismo, los pobres necesitan ayuda para salir de la pobreza y la clase media necesita ayuda porque sus ingresos se han reducido en los ¨²ltimos cuatro a?os¡±.

En ese mensaje est¨¢n depositadas todas las esperanzas republicanas de obtener votos hispanos, en la idea de que esta comunidad, que se encuentra entre las m¨¢s desfavorecidas del pa¨ªs, votar¨¢ de acuerdo a su bolsillo y no a sus corazones latinos.

Puede ser demasiado tarde. Los hispanos pueden estar decepcionados con Obama porque ha incumplido algunas de sus promesas, pero est¨¢n aterrados con Romney. No se trata de una comunidad tan desinformada como para desconocer que la posibilidad de una ley migratoria fue bloqueada en el Congreso, dominado por los republicanos, y no en la Casa Blanca. Ni est¨¢ tan distanciada de la realidad como para haber pasado por alto los mensajes racistas que se escucharon en las primeras del Partido Republicano en relaci¨®n, especialmente, con los mexicanos.

Esa actitud del actual conservadurismo, simbolizado en el Tea Party, le ha permitido a Obama disputar Estados hasta hace poco claramente republicanos, como Nevada o Colorado, y puede tener tambi¨¦n una influencia significativa en Florida.

Florida es tan importante que casi puede asegurarse que, si Romney no gana all¨ª, no puede ganar las elecciones. Hasta hace poco, las encuestas se?alaban un empate o una ligera ventaja del aspirante republicano. En estos momentos, la ventaja es de Obama, en algunos casos, cuatro o cinco por delante. Eso se debe, probablemente, a la inclusi¨®n en la candidatura de la oposici¨®n de Paul Ryan, cuyas propuestas sobre la ayuda sanitaria a los pensionistos despierta alarma en los ciudadanos de mayor edad. Ese grupo de votantes, junto a los latinos, son los que deciden la suerte de Florida. Y si, en alg¨²n lugar puede Romney pescar en el manantial de votos hispanos, es en Florida, donde existe una mayor¨ªa de cubanos exiliados que suelen apoyar ¨Ccada vez menos- a candidatos republicanos.