El PCCh expulsa a Bo Xilai y lo pone en manos de la justicia
El exdirigente regional del PCCh ser¨¢ juzgado por corrupci¨®n y por posible encubrimiento del asesinato de un empresario brit¨¢nico. El congreso del partido ser¨¢ el 8 de noviembre
El destino de Bo Xilai est¨¢ sellado. El exsecretario del Partido Comunista Chino (PCCh) en la municipalidad de Chongqing y estrella ascendente de la pol¨ªtica china hasta que fue defenestrado hace varios meses ha sido expulsado del partido y tendr¨¢ que hacer frente a graves cargos criminales. Bo, que se perfilaba como claro candidato a entrar en el Comit¨¦ Permanente del Politbur¨® en el pr¨®ximo congreso quinquenal del PCCh, ser¨¢ juzgado por corrupci¨®n, abuso de poder, por recibir sobornos y tener relaciones impropias con numerosas mujeres, seg¨²n ha asegurado un comunicado del Politbur¨® recogido este viernes por la prensa oficial.
Pek¨ªn ha anunciado tambi¨¦n que el XVIII Congreso del PCCh comenzar¨¢ el 8 de noviembre. En el c¨®nclave, se producir¨¢ el relevo generacional de los m¨¢ximos dirigentes del partido. Se prev¨¦ que el secretario general, Hu Jintao, sea sustituido en el cargo por Xi Jinping, actual vicepresidente del pa¨ªs.
Bo Xilai fue destituido a mediados de marzo como secretario del partido en Chongqing y el 10 de abril fue expulsado del Politbur¨®, bajo sospecha de estar implicado en ¡°graves violaciones de disciplina¡±. Ese mismo d¨ªa, su esposa, Gu Kailai, fue acusada de ser ¡°altamente sospechosa¡± del asesinato de un hombre de negocios brit¨¢nico, Neil Heywood, debido a una disputa sobre ¡°intereses econ¨®micos¡±. A finales de agosto, Gu fue juzgada y condenada a pena de muerte con suspensi¨®n de sentencia, lo que en la pr¨¢ctica equivale a cadena perpetua.
El comunicado de Politbur¨® afirma que ¡°las investigaciones muestran que Bo viol¨® gravemente la disciplina del partido, abus¨® de su poder, cometi¨® graves errores y debe ser responsabilizado por el caso Wang Lijun y el caso del asesinato por parte de Gu¡±, lo que parece implicar que obstruy¨® la justicia e intent¨® ocultar el crimen de su esposa.
El Politbur¨® tambi¨¦n asegura que Bo Xilai acept¨® cuantiosos sobornos directamente o a trav¨¦s de su familia y ¡°mantuvo relaciones impropias con numerosas mujeres¡±, algo, esto ¨²ltimo, que el PCCh proh¨ªbe expresamente porque considera que es un aliciente para la corrupci¨®n. ¡°Las acciones de Bo tuvieron serias repercusiones y da?aron de forma intensa la reputaci¨®n del partido y del Estado¡±, se?ala.
La ca¨ªda de Bo Xilai, de 63 a?os, ha sido interpretada como una victoria del ala reformista del PCCh, encabezada por el presidente, Hu Jintao, y el primer ministro, Wen Jiabao, quienes defienden la necesidad de una ¡°sociedad armoniosa¡± y la disminuci¨®n de las grandes diferencias sociales que han generado tres d¨¦cadas de r¨¢pido crecimiento, frente al ala conservadora y m¨¢s izquierdista, representada, hasta su destituci¨®n, por Bo.
Las acusaciones criminales, mayores de lo que algunos analistas esperaban, parecen indicar que los reformistas han ganado la mano en las arduas negociaciones que han tenido lugar en los ¨²ltimos meses para definir la composici¨®n del pr¨®ximo Politbur¨® ¨Cque ten¨ªa 25 miembros hasta la expulsi¨®n de Bo- y el todopoderoso Comit¨¦ Permanente, actualmente integrado por nueve miembros.
Seg¨²n el documento, los cr¨ªmenes del pol¨ªtico se remontan a la ¨¦poca en que fue alcalde de la ciudad portuaria de Dalian, a sus a?os como ministro de Comercio y a su mandato en Chongqing, la municipalidad m¨¢s poblada de China, con 30 millones de habitantes. La gravedad de las acusaciones presagia una dura condena a c¨¢rcel. El lunes pasado, Wang Lijun, exjefe de polic¨ªa de Bo Xilai en Chongqing, fue condenado a 15 a?os de prisi¨®n por una serie de cr¨ªmenes, incluido el intento de ocultar el asesinato del brit¨¢nico.
El mayor esc¨¢ndalo pol¨ªtico que ha vivido China desde las luchas intestinas en el PCCh durante las manifestaciones de la plaza Tiananmen, en 1989, estall¨® cuando, en febrero pasado, Wang Lijun se refugi¨® en el consulado de Estados Unidos en Chengdu (capital de la provincia de Sichuan), despu¨¦s de ser destituido como responsable policial de Chongqing. Wang hu¨ªa de Bo, quien reaccion¨® con furia cuando d¨ªas antes Wang le comunic¨® sus sospechas sobre el crimen de su mujer.
Wang estuvo 33 horas en el consulado, de donde no sali¨® hasta que lleg¨® un equipo de investigadores enviado por el Gobierno central, que se lo llev¨® a Pek¨ªn. Durante su estancia en la legaci¨®n, implic¨® directamente a Bo y a Gu en la muerte del empresario. La polic¨ªa dijo inicialmente que Heywood hab¨ªa fallecido de una crisis card¨ªaca por un consumo excesivo de alcohol.
La deserci¨®n de Wang desencaden¨® una grave crisis pol¨ªtica, que ha puesto de manifiesto, seg¨²n analistas y expertos, las fuertes divisiones internas existentes en el PCCh, en v¨ªsperas del congreso del partido. Pek¨ªn ha intentado, sin embargo, cerrar filas y dar una imagen de unidad de cara al exterior y ha repetido continuamente que el caso Bo Xilai no tiene nada que ver con rencillas internas y que se trata de algo ¡°aislado¡±.
Bo promovi¨® en Chongqing el regreso a la parafernalia revolucionaria e impuls¨® su ascenso hacia la cima del PCCh por medio de la defensa de los pobres, la vuelta al culto mao¨ªsta y campa?as de lucha contra la corrupci¨®n y el crimen organizado.
Sus medidas populistas tuvieron un gran apoyo p¨²blico, pero fueron criticadas en algunos c¨ªrculos por saltarse la ley y emplear la tortura. Otros dirigentes del partido vieron con malos ojos su af¨¢n de protagonismo en un pa¨ªs donde el perfil bajo sigue siendo una condici¨®n imprescindible para llegar a la cumbre del poder. Algunos seguidores de Bo Xilai afirman que ha sido objeto de una campa?a montada por sus enemigos para hundirle y acabar con su carrera pol¨ªtica. El l¨ªder ca¨ªdo es hijo de Bo Yibo, uno de los grandes revolucionarios chinos.
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