Fuerzas de seguridad desaf¨ªan al Gobierno y a los partidos de Argentina
Cientos de agentes se manifiestan en Buenos Aires por mejoras salariales, a pesar de que el Ejecutivo y la oposici¨®n les han pedido que vuelvan a sus casas
Unos 600 polic¨ªas pertenecientes a los cuerpos de Prefectura y Gendarmer¨ªa rompieron desde el martes la cadena de mando y se concentraron frente a las sedes de sus organismos para reclamar mejoras salariales. Las protestas las iniciaron el martes los agentes de la Prefectura Naval contra un decreto del Gobierno que, seg¨²n ellos, les reduc¨ªa sus salarios entre un 30 y un 70%, al eliminar las pagas extras que cobraban en negro. A sus reclamos se sumaron el mi¨¦rcoles cientos de agentes frente a la sede de la Gendarmer¨ªa. Y tambi¨¦n el mi¨¦rcoles unos 200 suboficiales marinos, frente al edificio central de la Armada. Las tres concentraciones se registraron en un radio de apenas un kil¨®metro y medio de di¨¢metro, en el centro de Buenos Aires.
La Prefectura Naval controla los mares, r¨ªos y zonas portuarias de Argentina. Y la gendarmer¨ªa, las fronteras terrestres. En los ¨²ltimos a?os, durante los Gobiernos de N¨¦stor Kirchner y Cristina Fern¨¢ndez a ambos cuerpos se les asign¨® tambi¨¦n tareas de seguridad en los barrios pobres del sur de la capital, golpeados por el narcotr¨¢fico, y en las provincias m¨¢s pobladas, Buenos Aires, C¨®rdoba y Santa Fe.
Ante la insubordinaci¨®n de los agentes, el Gobierno dio marcha atr¨¢s el mi¨¦rcoles por la ma?ana y suspendi¨® por un mes el decreto que retiraba las pagas adicionales. Pero los polic¨ªas continuaron con sus protestas. Indicaron que no abandonar¨ªan la calle hasta que no les aumentaran el sueldo b¨¢sico en m¨¢s del doble, con lo cual pasar¨ªa de 3.000 pesos (unos 400 euros) a 7.000 (933 euros en el mercado paralelo).
No iba a ser una protesta m¨¢s. Una cosa es o¨ªr a miles de sindicalistas gritando ¡°el pueblo unido jam¨¢s ser¨¢ vencido¡± y otra bien distinta es ver en Argentina a miles de agentes saltarse la cadena de mando y gritar en plena calle: ¡°Las fuerzas unidas, jam¨¢s ser¨¢n vencidas¡±. Ante la gravedad de la situaci¨®n, los diputados opositores y del Gobierno lograron firmar un escueto comunicado conjunto en el que les conminaban a ¡°adecuar sus acciones a pautas de funcionamiento democr¨¢tico y subordinaci¨®n a las autoridades legalmente constituidas¡±.
De nada sirvi¨®. El mi¨¦rcoles por la tarde, la ministra de Defensa, Nilda Garr¨¦, entregaba otra pieza a los manifestantes anunciando la destituci¨®n de las c¨²pulas de ambos cuerpos, lo que significaba el paso a retiro de diez comandantes generales de la Gendarmer¨ªa y diez generales de la Prefectura. ¡°Queda as¨ª normalizada la situaci¨®n¡±, anunci¨® Garr¨¦. Pero estaba a¨²n muy lejos de normalizarse. Los agentes siguieron reclamando m¨¢s dinero. Y continuaron concentrados frente al edificio Guardacostas, en el centro de Buenos Aires. Concedieron al Gobierno un plazo de dos horas para que un representante acudiese all¨ª a negociar con ellos. Luis Alberto Heiler, el nuevo general al mando de la Prefectura acudi¨®. Pero tampoco se arregl¨® nada.
Mientras tanto, el alcalde de Buenos Aires, el conservador Mauricio Macri, se dirigi¨® por televisi¨®n a los manifestantes para decirles que aunque comprend¨ªa que ten¨ªan razones para estar descontentos, deb¨ªan abandonar las calles y volver a sus casas. Pero el desaf¨ªo continu¨®.
Al d¨ªa siguiente, el jueves a las diez de la ma?ana, ante el edificio Centinela, donde se encuentra la sede de la Gendarmer¨ªa, se concentraron unos 500 gendarmes, la mayor¨ªa con sus pistolas en la cintura. Al preguntarle por qu¨¦ iban armados, Ra¨²l Maza, quien ejerc¨ªa funciones de portavoz, contest¨®: ¡°Es la gente que reci¨¦n sali¨® de la guardia¡±. Un compa?ero suyo a?adi¨®: ¡°Gendarme significa gente con arma¡±.
Ante la petici¨®n de todos los grupos pol¨ªticos para declinar la protesta, Ra¨²l Maza se?al¨®: ¡°Nosotros somos primero trabajadores y ciudadanos.
-?Pero ustedes no tienen prohibido manifestarse?
- Se nos vienen exigiendo obligaciones y obligaciones a lo largo de 30 a?os y nunca nos dan derechos. No puede ser que los gendarmes tengan que hacer trabajos adicionales para alimentar a sus familias. La ley que nos proh¨ªbe manifestarnos es una ley militar. Si ellos [en referencia al Gobierno] son militaristas, que las hagan cumplir.
-Uno de los cometidos de ustedes consiste en reprimir protestas ilegales en la calle. Ahora, ?qui¨¦n deber¨ªa reprimirles a ustedes?
-Lo tiene que decidir el Gobierno. Nosotros no estamos cortando ninguna calle.
En efecto, protestaban en la acera del edificio. El cabo primero C¨¦sar Villalba, se?al¨®: ¡°?Ellos [los suboficiales] van a comer con 3.000 pesos cuando hay una inflaci¨®n del 25 o 35%? Esto es un pa¨ªs inestable y a nosotros nos han tirado por el Fuerte Apache [un barrio marginal] que es casi peor que las favelas de Brasil. Esto tiene que reventar, la presidenta es un desastre¡±.
De los 42.000 miembros de la gendarmer¨ªa, 30.000 son suboficiales y 12.000 oficiales. Las protestas solo la han ejercido los suboficiales. A unos 500 metros de la sede de la Gendarmer¨ªa se manifestaban tambi¨¦n unos 300 suboficiales marinos, frente a la sede de la Armada. Esta fuerza militar cuenta con 15.000 suboficiales y 3.000 oficiales. Ellos iban sin armas, pero tambi¨¦n asum¨ªan que le ley les impide manifestarse. A ellos no se les rebaj¨® el salario, pero se quejaba de que cobran m¨¢s de la mitad de su sueldo en pagas extras, en negro. El suboficial Marcelo Pereyra Cueva le dijo a sus compa?eros: ¡°Los pol¨ªticos est¨¢n usando esto en contra nuestra. No hay que permitir que lo usen a favor de ellos¡±.
A veinte minutos caminando desde la sede de la Armada, en el Edificio Guardacostas, se manten¨ªan concentrados unos 300 polic¨ªas de la Prefectura Naval. Esta fuerza de seguridad dispone de 29.000 uniformados. No portaban sus armas reglamentarias, pero manten¨ªan cortadas el tr¨¢fico en la Avenida Madero, una de las de mayor afluencia de camiones en la capital. Cuando un prefecto les pidi¨® que liberasen uno o dos carriles, le contestaron con c¨¢nticos: ¡°No movamos nada, que nos saquen a patadas¡±.
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