Choques en Atenas entre polic¨ªa y manifestantes por la visita de Merkel

La corta visita a Grecia de la canciller alemana Angela Merkel provoc¨® protestas masivas en la capital, pero su reuni¨®n con el primer ministro griego Antonis Samar¨¢s contribuy¨® a calmar las tensiones entre sus respectivos pa¨ªses. Merkel insisti¨® en que ¡°a¨²n queda mucho por hacer¡± y tambi¨¦n en la necesidad de esperar al informe de los acreedores sobre el progreso de las reformas griegas, pero expres¨® su voluntad de que ¡°Grecia permanezca en la Eurozona¡±. Certific¨® la canciller que ¡°se ha recorrido un gran parte del camino¡± hacia la recuperaci¨®n econ¨®mica y anunci¨® el comienzo de ¡°un proyecto de mejora del sistema de salud y otro para la modernizaci¨®n de las administraciones p¨²blicas¡±, financiados por Alemania con un total de 30 millones de euros. Una tirita para la enorme hemorragia presupuestaria griega.

Al aceptar que Atenas fuera el escenario de su reuni¨®n con Samar¨¢s e insistir all¨ª en que ambos pa¨ªses son ¡°socios, amigos¡± y ¡°aliados en la OTAN¡±, Merkel env¨ªa una se?al a los griegos pero, sobre todo, a los votantes alemanes en pleno calentamiento preelectoral para 2013. El Gobierno alem¨¢n quiere que Grecia permanezca en el euro, lo cual significar¨¢ poner m¨¢s dinero y encajar m¨¢s cr¨ªticas desde la derecha y m¨¢s titulares negativos por las ayudas multimillonarias a los socios europeos. Como era predecible, el viaje provoc¨® una avalancha de acaloradas protestas e insultos en Grecia, lo cual ayud¨® a transmitir un doble mensaje de Merkel a la opini¨®n p¨²blica alemana: primero, su voluntad de arriesgarse para que la Eurozona conserve sus Diecisiete socios. Segundo, que ella no es una tecn¨®crata fr¨ªa y ajena a la realidad como le acusa la oposici¨®n socialdem¨®crata, sino que quiere ver de primera mano los problemas sociales griegos. En este mismo sentido, el primer ministro griego Samar¨¢s aventur¨® que la visita servir¨¢ para abrir ¡°una nueva p¨¢gina¡± en las relaciones entre los dos pa¨ªses.

Merkel fue recibida con honores especiales en Atenas. Samar¨¢s acudi¨® al aeropuerto a recibirla, un gesto de hospitalidad que Berl¨ªn s¨®lo depara a visitas de particular relevancia como la de un Papa. Merkel hab¨ªa visitado Atenas desde que fue elegida canciller en 2005, pero no desde que comenz¨® la crisis hace dos a?os y medio.

Asegur¨® el primer ministro conservador, ganador de las elecciones del pasado junio, que Grecia ¡°no pide m¨¢s dinero ni concesiones especiales¡±. Lo importante, dijo, es que su pa¨ªs se recupere ¡°tras todos estos sacrificios¡±. Mientras en las calles arreciaban las protestas contra la visita, Samar¨¢s sostuvo que ¡°el enemigo es la recesi¨®n¡± y no la canciller alemana, a quien dijo recibir ¡°como a una amiga del pa¨ªs¡±. No obstante, Samar¨¢s no pudo contestar con claridad a la cuesti¨®n de si hab¨ªa ¡°obtenido una garant¨ªa de que Grecia permanecer¨¢ en el euro¡±. Le plante¨® la pregunta un directivo del diario populista Bild, instigador de una dur¨ªsima campa?a sensacionalista contra Grecia que se prolonga desde el comienzo de la crisis de la deuda griega.

Mientras Merkel y Samar¨¢s hablaban en Atenas, el comisario europeo para Asuntos econ¨®micos Olli Rehn apuntaba el martes que Grecia podr¨¢ percibir pronto los m¨¢s de 31.000 millones de euros pendientes del recate. Ser¨¢ ¡°en noviembre a m¨¢s tardar¡±. A¨²n no se conoce exactamente el contenido del informe de los acreedores, as¨ª que la troika acreedora (Europa, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional) se hab¨ªa abstenido hasta ahora de aclarar si a Grecia obtendr¨ªa o no este nuevo tramo de ayudas, que deber¨ªa haberse pagado ya en verano.

Muchos griegos identifican a la jefa del Gobierno alem¨¢n con las pol¨ªticas de austeridad impuestas por la troika a cambio de las ayudas prestadas desde que comenz¨® la crisis. Seg¨²n los sindicatos griegos, las protestas contra la canciller atrajeron a 50.000 personas en las inmediaciones del distrito gubernamental ateniense. Tanto en la plaza del Parlamento como en otras calles de la capital se concentraron grandes grupos de manifestantes con pancartas que la conminaban en alem¨¢n a ¡°largarse¡± (Merkel raus) o la acusaban de estar instaurando un ¡°cuarto Reich¡± en Europa. Las comparaciones con la Alemania nazi y el recuerdo de la genocida ocupaci¨®n militar de la II Guerra Mundial fueron, como de costumbre, uno de los recursos preferidos por los manifestantes. La prensa conservadora alemana se sirve de estos insultos para demonizar a los que protestan contra las pol¨ªticas de Merkel en el extranjero. Bild, por ejemplo, abr¨ªa el martes su p¨¢gina web con una foto de manifestantes griegos disfrazados con uniformes de la SS y el titular: ¡°?Qui¨¦nes son estos pirados nazis?¡±