C¨®mo ser d¨¦bil ante la fuerte
La uni¨®n bancaria ser¨¢ un v¨ªa crucis: al retroceso de ayer se le sumar¨¢ la agresividad de Londres
La uni¨®n bancaria sufri¨® ayer un retroceso respecto de las florales expectativas abiertas en la cumbre de junio. Ser¨¢ m¨¢s lenta de lo previsto, empezar¨¢ a funcionar ¡°durante¡± 2013 y no a su inicio. Y seg¨²n la canciller Merkel, que insisti¨® en ello, nada de apoyo retroactivo a los pa¨ªses que ya hayan salvado con dinero propio a su banca, como Espa?a.
Se oteaba. Sorprende si acaso la aparente mansuetud espa?ola. Fuerte con los d¨¦biles internos y d¨¦bil frente a la fuerte vecina, al presidente Rajoy no se le escuch¨® siquiera una propuesta alternativa, defensiva, de retirada, compensatoria... a la negaci¨®n de la recapitalizaci¨®n directa por la UE de los bancos espa?oles. L¨¢stima. Quiz¨¢ aspira a un remedio posterior a cargo del Eurogrupo, un repartillo con la UE de la factura de las ayudas a los bancos que resulten fallidas. Ojal¨¢ llegue. No llegar¨¢ si no se busca.
Si prefieren no desanimarse, hagan como el inefable Fran?ois Hollande y aplaudan el espaldarazo al despegue de la uni¨®n bancaria, aunque sea con el calendario premioso que tanto combati¨®: porque era m¨¢s lento que los mercados.
Si optan por no encogerse, apuesten a que en la cumbre de diciembre se rellenar¨¢n algunos huecos que quedan estrepitosamente vac¨ªos. A saber: el sistema de resolution de bancos insalvables, que en espa?ol se traduce mejor por liquidaci¨®n. Y el de la mutualizaci¨®n de los fondos de garant¨ªa de los dep¨®sitos de los consumidores. Nada se ha avanzado en estos asuntos esenciales esta vez, ?cu¨¢nta lentitud!
Ese vac¨ªo contrasta con la obsesi¨®n de que la supervisi¨®n bancaria a cargo del BCE pueda integrar a los socios que no est¨¢n en el euro. Porque denota obsesi¨®n dedicarle cinco referencias en el documento de conclusiones de la cumbre. Tanta que, para agradar al Reino Unido, que mantiene la sede de la actual Autoridad Bancaria Europea (BEA) en Londres, se conserva ese organismo, en abierta contradicci¨®n con el t¨ªtulo de supervisor ¡°¨²nico¡± otorgado al BCE. O es ¨²nico o no lo es, no se puede ser un poquito ¨²nico.
M¨¢s valiera amortajar a la EBA, que realiz¨® unas pruebas de resistencia bancarias cochambrosas y otras regulines. Y que est¨¢ desacreditada sobre todo por permitir una asimetr¨ªa insultante: examinar solo a 13 bancos alemanes y 4 franceses, mientras que 28 eran espa?oles.
Una cosa es dejar opinar a los alumnos externos junto a los internos y mediopensionistas. Pero no es de recibo tratar con tantos algodones y brindar la decisi¨®n a quien atenta cada d¨ªa contra el mercado interno financiero socavando las regulaciones del comisario Michel Barnier; repartiendo por toda Europa desde su City productos derivados t¨®xicos; y boicoteando el impuesto sobre transacciones financieras o tasa Tobin.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.