Berl¨ªn choca con Londres por las cuentas europeas

Las diferencias sobre los presupuestos comunitarios est¨¢n agravando las tensiones entre Alemania y Reino Unido sobre el futuro de la Uni¨®n Europea. El primer ministro brit¨¢nico, el conservador David Cameron, rechaza cualquier aumento en el gasto comunitario m¨¢s all¨¢ del ajuste por la inflaci¨®n. La canciller alemana, Angela Merkel, en cambio, quiere que los presupuestos se limiten al 1% del Producto Interior Bruto (PIB) de los Veintisiete, lo que permitir¨ªa un aumento del gasto respecto al bill¨®n de euros que se presupuest¨® para el per¨ªodo entre 2007 y 2013.

La Comisi¨®n Europea propone que los gastos entre 2014 y 2020 lleguen al 1,1% del PIB, lo cual superar¨ªa en unos 100.000 millones de euros la propuesta defendida por Alemania y otros contribuyentes netos como Austria, Suecia o Finlandia. Los presupuestos europeos se negocian para septenios, y a finales de noviembre se celebrar¨¢ una cumbre europea para acordar los del pr¨®ximo periodo.

El portavoz de la canciller, Steffen Seibert, desminti¨® la informaci¨®n publicadas por el diario brit¨¢nico Financial Times, seg¨²n el cual Merkel amenaza con la suspensi¨®n de la cumbre europea de noviembre si Londres no se aviene a un compromiso econ¨®mico m¨¢s generoso. Seg¨²n informaciones recientes, Reino Unido hab¨ªa amenazado antes con vetar cualquier presupuesto que exceda los gastos pactados para los siete a?os en curso. Tanto el Gobierno alem¨¢n como el brit¨¢nico negaron una escalada de amenazas que haya llegado a poner en peligro la cumbre presupuestaria. Londres aseguraba por la tarde que sus interlocutores alemanes no hab¨ªan dicho ¡°nada¡± en ese sentido.

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Seibert, por su parte, insisti¨® en el inter¨¦s alem¨¢n en que la cumbre sea un ¨¦xito y asegur¨® que las posturas entre ambos Gobiernos no son tan distantes. A fin de cuentas, ambos pa¨ªses ¡°son partidarios de que los presupuestos comunes contribuyan a la consolidaci¨®n presupuestaria del conjunto¡±. Apunt¨®, eso s¨ª, que Reino Unido es ¡°particularmente severo¡± en sus objetivos de consolidaci¨®n. Para Alemania, ¡°un uno por ciento [del PIB comunitario] ser¨ªa moderado¡±. Un veto brit¨¢nico al hipot¨¦tico acuerdo de los 26 pa¨ªses restantes se interpretar¨ªa en Alemania como un portazo en las narices de sus socios.

Las relaciones entre Berl¨ªn y Londres atraviesan un per¨ªodo g¨¦lido. Desde que Cameron se neg¨® este a?o a firmar el pacto fiscal propuesto por Merkel como base para la futura coordinaci¨®n fiscal europea, Berl¨ªn desconf¨ªa de la voluntad brit¨¢nica para avanzar en la integraci¨®n con sus socios. Fuera de micr¨®fono se acumulan los testimonios de este escepticismo alem¨¢n respecto a Reino Unido, al que ¡°un alto cargo¡± de Berl¨ªn mostraba la puerta a trav¨¦s de la agencia brit¨¢nica Reuters: ¡°Si alguien se quiere ir [de la UE] no podemos retenerlo¡±. En Berl¨ªn destacan que Merkel ha sabido dome?ar a los elementos euroesc¨¦pticos de su coalici¨®n de centro-derecha, cada vez m¨¢s inc¨®modas con los continuos desembolsos europeos. Por eso se percibe que tanto Cameron como sus (en principio europe¨ªstas) socios liberales se est¨¢n dejando arrastrar por los aislacionistas de su pa¨ªs.

Las tensiones con Reino Unido no ser¨¢n las ¨²nicas previsibles. Unos 15 socios europeos apoyan las propuestas de la Comisi¨®n para que los presupuestos comunes aumenten hasta el 1,1% del PIB europeo. Quieren que Europa tenga m¨¢s dinero para apoyar las maltrechas econom¨ªas de los pa¨ªses m¨¢s afectados por la crisis del euro. El ¡°inter¨¦s¡± alem¨¢n en que se alcance un acuerdo a finales de noviembre se debe a su inquietud por que el debate pueda empa?ar sus propuestas para otros problemas europeos, que siguen pendientes para la importante cumbre que se celebrar¨¢ en Bruselas en el mes de diciembre.