Egipto no era T¨²nez. Espa?a no era Grecia. Catalu?a no es Escocia. Y naturalmente, Israel no es la Sud¨¢frica del apartheid, el sistema de segregaci¨®n racial y de discriminaci¨®n de derechos creado por la minor¨ªa blanca y eliminado a principios de los a?os noventa. Que se lo pregunten al expresidente de Estados Unidos Jimmy Carter, que os¨® insinuarlo en su libro Palestina: paz, no apartheid, y se las carg¨® con todo el equipo.
La cuesti¨®n de los derechos civiles no adquiere vigencia ¨²nicamente en el interior de Israel, donde muchos ¨¢rabes, como es el caso de los beduinos, se sienten discriminados e incluso despose¨ªdos en sus derechos y propiedades. El fracaso del proceso de paz y la constante ampliaci¨®n de los asentamientos israel¨ªes en Cisjordania est¨¢n creando una nueva realidad que tiene similitudes con los bantustanes de Sud¨¢frica, en los que se concentra una poblaci¨®n palestina empobrecida, sin Estado propio y sin derechos de ciudadan¨ªa. De ah¨ª que la reivindicaci¨®n que se perfila en el horizonte sea el reconocimiento de los derechos civiles para los 2,5 millones de palestinos cisjordanos, eventualidad que un 69% de israel¨ªes rechaza. Un 48% de los encuestados no quiere tampoco la anexi¨®n de Cisjordania, que ser¨ªa la que facilitar¨ªa la adopci¨®n de una nueva estrategia palestina similar a la del movimiento de los derechos civiles en Estados Unidos y a la lucha contra el apartheid en Sud¨¢frica.
Comentarios
En todos los sitios cuecen habas y en algunos sitios hasta sin agua. Segregaci¨®n sin agregaci¨®n, como sacarla sin meterla, fen¨®menos de muy dif¨ªcil encaje en la geopol¨ªtica y en la f¨ªsica.
Israel es una democracia y un estado avanzado. Lo complicado es que es un estado realmente moderno, sustentado por una base hist¨®rica muy joven, por m¨¢s que se justifiquen con la biblia y la herencia hebrea. Al carecer de continuidad historica, es obvio que los propios cisjordanos y palestinos, pueblos de la misma rama semitica que los judios, pero con una confesion y una historia politica distinta, no se sentir¨¢n reflejados en absoluto. Ni el Kadima ni el Likud les hacen el m¨¢s minimo gesto. En la realidad de la practica, el Estado Israel¨ª se considera judio, no multiconfesional ni multietnico, aunque guarde las formas de un estado laico (pese a contradicciones como la fuerte subencion a los haredim y el trato preferencial a colonos y ultraortodoxos). Es esta tension de naturalezas lo que hace dificil su globalidad nacional. Al contrario que naciones como EEUU, su raz¨®n historica de ser, y de seguir existiendo es basicamente etnocultural. De otro modo, porque insistir en la capitalidad de Jerusalem cuando Tel Aviv a cumplido perfectamente esa funcion durante decadas? esto es s¨®lo un mero ejemplo. Recordemos, de todos modos, que las naciones son dos cosas: la conciliacion de varias identidades politicas y sociales, o bien el predominio de una identidad sobre otras. La cuestion es cual de las dos visiones prospera.
I really appreciate the way you write
Ciro lleva raz¨®n... el mundo es un cacao donde cada cual se cree con la verdad absoluta. En efecto una rat¨®n no es un gato y un gato no es un perro. Y todos, sin excepci¨®n, padecen de limitaciones mentales. Tal es la naturaleza del zoo humano.
Cuesti¨®n de etnias. Cuesti¨®n de diferencias categ¨®ricas entre jud¨ªos y ¨¢rabes en la tierra prometida para unos y la tierra ocupada de los otros. La nacionalidad jud¨ªa para los ¨¢rabes no parece que ser aglutinante de la categor¨ªa diferenciadora entre los unos y los otros, la etnia. La nacionalidad por tanto no se respeta y si no se respeta a los nacionales del propio Estado el Estado sobra....el mismo problema que el apartheid, que si no lo resuelve ni el dios de Abrahan ni el profeta Mahoma, tendr¨¢ que resolverlo un nuevo Nelson Mandela judio o un nuevo Nelson Mandela ¨¢rabe. Porque se ve que no es un problema de civilizaciones, de alianza de civilizaciones, sino un problema de aceptaci¨®n de las etnias, sin civilizaci¨®n alguna.
En el mundo se producen muchas situaciones de apartheid por diferentes razones. ?tnicas, religiosas, ideol¨®gicas, basadas en la nacionalidad de las personas, o ¨²nicamente econ¨®micas. Una de esas situaciones es la que se da en Israel. Israel es ante todo un Estado jud¨ªo, creado por la comunidad internacional para dar cobijo ¨²nicamente a ciudadanos de origen jud¨ªo, por tanto no es de extra?ar lo que ocurre. El conflicto entre israel¨ªes y palestinos es muy complejo y de muy dif¨ªcil soluci¨®n a corto plazo, una de las principales razones es que los palestinos no son econ¨®micamente hablando autosuficientes, dependen del trabajo que les dan los jud¨ªos, los cuales disfrutan de un estatus econ¨®mico mucho mas elevado, y l¨®gicamente, les dan los peores trabajos.
"?Realmente vivimos tiempos sombr¨ªos!La palabra inocente es locura. Una frente sin arrugasdenota insensibilidad. El que r¨ªe todav¨ªa no ha recibido la terrible noticia". Preciosos y precisos versos de Bertol Brecht con los que Petros M¨¢rkaris comienza uno de los art¨ªculos recopilados en un excelente libro: La Espada de Damocles (Tusquets), que muestran una Grecia vista desde dentro, una visi¨®n que asusta a griegos y a extra?os, no tan extra?os. Espa?a no es Grecia. Y es verdad. Ya quisi¨¦ramos ser Grecia. Nos lo podr¨ªamos permitir aun pas¨¢ndolo mal. Pero ni me imagino lo que sufriremos todos, acreedores incluidos, si Espa?a cae como ha ca¨ªdo Grecia. Y ello debe asustarnos, porque Grecia es a Espa?a lo que un leve se¨ªsmo que mueve l¨¢mparas es a un terremoto como el de Hait¨ª, lo que una leve ola es a un tsunami como el de Indonesia. Y lo peor es pensar que Espa?a no caer¨¢ por el solo hecho de que nuestro pa¨ªs es demasiado grande y que tenemos la sart¨¦n por el mango, como parece la l¨ªnea apuntada por quienes respiran detr¨¢s de Rajoy. Algunos pobres desgraciados que se encontraban en las Torres Gemelas pensaban lo mismo. ?C¨®mo se van a caer...! Ya. Y el Titanic era insumergible.Espa?a no es Grecia. Claro que no. Debe ser como cuatro o cinco veces Grecia. Espa?a es un mastodonte y aquella una esquirla clavada en su pezu?a. Un mastodonte con pies de barro gracias a su burbuja de ladrillo, la que obr¨® el milagro. Curioso milagro ¨¦ste que convirti¨® en ciego al que ve¨ªa, poco, pero ve¨ªa. Como dice M¨¢rkaris, hasta su ingreso en la CEE, "Grecia era un pa¨ªs pobre que sab¨ªa vivir decentemente con su pobreza". Nosotros ¨¦ramos un pa¨ªs sin viviendas que viv¨ªa decentemente y ahora somos un pa¨ªs con millones de viviendas nuevas vac¨ªas que amenaza ruina. Que no se puede tener todo.Puestos a comparar, Grecia es un entrem¨¦s cervantino, ligero y Espa?a una tragedia profunda, que no s¨¦ yo si podremos digerir. Hasta al Rey, que busca dar ¨¢nimos, le dan ganas de llorar, las mismas que le dan al escritor griego cuando observa a sus pensionistas dej¨¢ndose la pensi¨®n para pagar los impuestos de la luz. Tanto pagar por la luz para estar tan a oscuras. Sacaremos el euro adelante, aseguran. Pero, ?tendr¨ªamos tantos problemas de no habernos metido en ¨¦l? Ya s¨¦ que ha tra¨ªdo cosas buenas, como ahorrarte el cambio al entrar en otros pa¨ªses, pero co?o, casi prefer¨ªa que volvieran las tiendas de exchange. Al menos conoc¨ªas la comisi¨®n.
Con pan y vino se anda el camino
Espa?a, demasiado grande para caer, demasiado peque?a para tenerse en pie por si sola. Resumiendo: SOS.
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Escribe en EL PA?S columnas y an¨¢lisis sobre pol¨ªtica, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ¡®El a?o de la Revoluci¨®n' (Taurus), sobre las revueltas ¨¢rabes, ¡®La gran verg¨¹enza. Ascenso y ca¨ªda del mito de Jordi Pujol¡¯ (Pen¨ªnsula) y un dietario pand¨¦mico y confinado con el t¨ªtulo de ¡®Les ciutats interiors¡¯ (Galaxia Gutemberg).