La ¨²ltima pirueta pol¨ªtica de Romney le lleva al centro
Las elecciones son la prueba que forjar¨¢ el destino pol¨ªtico del candidato republicano
Mitt Romney culmina hoy un largo camino que inici¨® hace siete a?os. Cuando se hallaba a mitad de su ¨²nica legislatura en el gobierno de Massachusetts, en 2005, decidi¨® que aspirar¨ªa a la presidencia de la naci¨®n. De gobernador moderado pas¨® a candidato ¡°severamente conservador¡±, como ¨¦l mismo se definir¨ªa. Perder¨ªa las primarias en 2008. Girar¨ªa luego aun m¨¢s a la derecha, para atraerse el apoyo de las bases republicanas. Este a?o se asegur¨® finalmente la nominaci¨®n. En una ¨²ltima pirueta pol¨ªtica, se ha pasado la ¨²ltima semana de campa?a tratando de convencer a los votantes de que es, de nuevo, un moderado, que trascender¨¢ las divergencias partidistas, para unir a la naci¨®n.
En ese nuevo giro, Romney le ha tomado prestado a Barack Obama su lema de las elecciones de 2008. ¡°El presidente prometi¨® cambio, pero no lo pudo cumplir. Yo prometo cambio, y tengo la experiencia de cumplirlo¡±, ha repetido en todos y cada uno de los actos de campa?a que le han llevado a lugares tan distantes como Iowa o Florida en la pasada semana. El lunes volvi¨® a reiterar ese argumento, en cinco m¨ªtines distintos, a s¨®lo horas de que abrieran las urnas, en un nuevo ejercicio de mutabilidad pol¨ªtica.
¡°Hace cuatro a?os, el presidente nos hizo muchas promesas. Nos prometi¨® hacer muchas cosas, pero, francamente, se qued¨® muy corto. Prometi¨® ser un presidente que trascender¨ªa las l¨ªneas de partido, pero ha sido divisivo, ha evitado asumir responsabilidades, ha atacado, ha dividido¡±, dijo Romney ayer en varios m¨ªtines, incluido el que mantuvo en Columbus, capital de Ohio, el Estado m¨¢s disputado en estos comicios. ¡°Y no s¨®lo rechaz¨® escuchar a los republicanos. Tambi¨¦n rechaz¨® escuchar a los independientes¡±.
De gobernador moderado pas¨® a candidato ¡°severamente conservador¡±, como ¨¦l mismo se definir¨ªa
Hace s¨®lo unos meses, Romney era otro candidato, alguien que pugnaba con adalides del Tea Party como la legisladora Michele Bachmann o el gobernador tejano Rick Perry por lograr la nominaci¨®n de su partido. ¡°Fui un Gobernador republicano severamente conservador¡±, dijo Romney en un discurso ante votantes republicanos en la ciudad de Washington en febrero. Mucho ha cambiado el candidato, o su recuerdo de los hechos, en s¨®lo nueve meses.
La ¨²ltima versi¨®n de Romney, la que ha llegado a la apertura formal de las urnas de estas elecciones, es otra. ¡°Aprend¨ª como Gobernador de Massachusetts que los mejores logros son los logros compartidos. Aprend¨ª que el respeto y la buena voluntad tienen larga duraci¨®n... Unir¨¦ a ambos partidos. Unir¨¦ a la gente para lograr el bien com¨²n. No representar¨¦ a un partido, sino a una naci¨®n¡±, dijo en sus ¨²ltimos discursos, leyendo de su m¨¢s reciente gui¨®n en esta larga campa?a, en la que en realidad lleva enfrascado desde antes de abandonar el Gobierno de Massachusetts.
Las victorias y los hundimientos de Romney han estado siempre ligados a su capacidad de cambiar de ideales y de filiaciones dependiendo del momento pol¨ªtico
La del martes es la prueba definitiva de Romney, la que forjar¨¢ su destino. En su vida pol¨ªtica ha fracasado, como cuando en 1994 se enfrent¨® infructuosamente al veterano Edward Kennedy, fallecido en 2009, por un esca?o en el Senado federal. Tambi¨¦n ha triunfado, como cuando logr¨® ganar inesperadamente las primarias republicanas de Massachusetts en 2002, para convertirse en un Gobernador republicano ante un congreso ampliamente dem¨®crata.
Esas victorias y esos hundimientos han estado siempre ligados a su capacidad de cambiar de ideales y de filiaciones dependiendo del momento pol¨ªtico. Ahora, sin tiempo ya en el reloj, son un factor decisivo en si Am¨¦rica ver¨¢ o no a un presidente Romney.
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