Romney se despide de Ohio en un mitin multitudinario
Nunca un republicano ha llegado a la Casa Blanca sin ganar en este Estado.
Lleg¨®, por primera vez, al lugar mismo donde se celebraba su mitin en avi¨®n. Una de las mayores multitudes a las que ha reunido en Ohio le esperaba en un hangar cerca de Columbus, la capital. La compuerta se abri¨®. El aeroplano de su campa?a asom¨® el morro. De ¨¦l descendieron Mitt Romney y su mujer, Ann. Al candidato republicano le cost¨® arrancar su discurso, ante los ensordecedores v¨ªtores. Era su ¨²ltimo mitin en Ohio. Mucho est¨¢ en juego en este Estado. Nunca un republicano a llegado a la Casa Blanca sin ganar en ¨¦l. Y Romney no escatim¨® en recursos: estrellas ol¨ªmpicas, actos musicales, pol¨ªticos estatales y el discurso que lleva paseando por la naci¨®n desde la semana pasada.
El Romney que se despidi¨® de los electores en Ohio no era el que hizo campa?a por primera vez aqu¨ª hace meses, el que vino como un pol¨ªtico conservador buscando la nominaci¨®n de su Partido. El ¨²ltimo Romney era el Romney al borde de las urnas, el moderado que busca el voto independiente. ¡°El 6 de noviembre, nos unimos por un futuro mejor¡±, dijo. ¡°Y el 7 de noviembre, nos pondremos a trabajar. Me gustar¨ªa que tendierais la mano al vecino de enfrente, con el cartel de la otra campa?a, y nosotros tenderemos la mano al otro partido aqu¨ª en Washington, a la gente de buena fe en el otro partido. Esto es mucho m¨¢s que nuestro momento. Es el momento de renovaci¨®n, de prop¨®sito, de optimismo para Am¨¦rica¡±.
El candidato se hizo acompa?ar de todo un qui¨¦n es qui¨¦n de Ohio. Le precedieron el Gobernador, John Kasich; el senador republicano Rob Portman; el patinador ol¨ªmpico Scott Hamilton; la leyenda viviente del golf Jack Nicklaus, y, de telonero, el grupo The Marshall Tucker Band. Era la cuarta parada del d¨ªa, en una fren¨¦tica jornada de cinco m¨ªtines, en un recorrido de 3.400 kil¨®metros por cuatro Estados. Romney regresar¨¢ esta noche a su residencia en Massachusetts. El martes tiene previsto participar en dos actos privados en Cleveland, Ohio, y en Pittsburgh, Pensilvania.
El presidente dijo que votarais por venganza. Yo os pido que vot¨¦is por amor a nuestro pa¨ªs¡±
Mitt Romney
A David Straty, de 67 a?os, veterano del Ej¨¦rcito, no le gust¨® ver un teleprompter en este ¨²ltimo mitin de Romney en Ohio. ¡°Si uno dice la verdad, y habla desde el coraz¨®n, no hay teleptompters que valgan, no se necesitan¡±, dijo. Romney, como Barack Obama, emplea frecuentemente ese dispositivo, muy com¨²n en televisi¨®n, que permite leer un discurso mientras se mira a c¨¢mara o al p¨²blico. En realidad, desde la semana pasada, Romney repite el mismo texto, ¨ªntegramente, incluidas las mismas bromas, las mismas an¨¦cdotas y las mismas pausas. Obama hace lo mismo.
Un teleprompter, sin embargo, no hace perder elecciones. Si Straty ve algo en Romney que puede llevarle a perder el martes es ¡°que no es suficientemente duro¡±. A?adi¨®: ¡°Deber¨ªa haber sido m¨¢s duro. Deber¨ªa haber hablado m¨¢s de los ataques de Bengasi. Y de aquello que dijo Obama sobre la venganza.¡±. Fox News, el canal de televisi¨®n conservador, dedica horas enteras a ambos asuntos. Primero, a los fallos de la Casa Blanca antes y durante el ataque terrorista al consulado de Bengasi, en Libia, en el que murieron cuatro estadounidenses. Luego, a una frase del viernes pasado de Obama.
En un mitin en Lima, una peque?a localidad al oeste de Ohio, el presidente le dio una vuelta a uno de sus recursos ret¨®ricos m¨¢s manidos. En los m¨ªtines del presidente, cuando ¨¦l nombra a Romney y la multitud le abuchea por ello, Obama responde: ¡°No abuche¨¦is. Votad¡±. El viernes a?adi¨® una frase: ¡°El voto es la mejor venganza¡±. En el mitin de este lunes, Romney aprovech¨® la oportunidad brindada. ¡°El presidente dijo que votarais por venganza. Yo os pido que vot¨¦is por amor a nuestro pa¨ªs¡±, dijo, enardeciendo a sus partidarios.
A Straty, como a muchos otros votantes republicanos, hace meses no le gustaba Romney como candidato. Este elector cita como primeras opciones al empresario Herman Cain y al exsenador Rick Santorum. Por este ¨²ltimo opt¨® en principio Margie Baker, de 49 a?os. ¡°Pero no logr¨® la nominaci¨®n, y ahora debemos centrarnos en apoyar a Romney, que es quien est¨¢ ah¨ª¡±, dijo. Lo que le gusta de ¨¦l: ¡°Sus creencias conservadoras¡±.
Hasta que cierren las urnas y acabe el recuento, la unidad es obligatoria. Luego, todo depende de si el candidato gana o pierde. Si gana, su candidatura habr¨¢ sido perfecta. Si pierde, llegar¨¢n las filtraciones de supuestas divisiones, de traspi¨¦s y malas decisiones. Y el darse cuenta de que otro candidato, a lo mejor, lo hubiera hecho mejor. Algunos de estos electores republicanos recuerdan, con la voz m¨¢s baja de lo normal, que Romney tard¨® bastante en asegurarse la nominaci¨®n, y que le cost¨® convencer a las bases.
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