Los estados clave de una de las elecciones m¨¢s re?idas de la historia

La noche electoral se presenta larga, a juzgar por los ¨²ltimos sondeos. Barak Obama y Mitt Romney han protagonizado en las ¨²ltimas jornadas de campa?a un aut¨¦ntico marat¨®n en el que visitaron los estados clave para la carrera hacia la Casa Blanca. Las encuestas de ¨²ltima hora indican que Romney puede ganar Florida, mientras que Obama podr¨ªa ganar en Nevada y Wisconsin. Todos los ojos est¨¢n puestos en Ohio, donde se dirimen 18 votos electorales clave y el actual presidente contaba con una ventaja demasiado peque?a como para poder anticipar una victoria. Estos son los estados clave en los que se jugar¨¢ la partida final por la presidencia:

Ohio, imprescindible para Obama. Con los votos de este Estado, Barak Obama tendr¨ªa la reelecci¨®n al alcance de la mano. Si no lo consigue, la victoria es casi imposible. En 2008, el apoyo de la comunidad afroamericana fue crucial para que el dem¨®crata se alzase con la victoria en este territorio. No es la primera vez que Ohio se convierte en el estado clave en unas elecciones presidenciales. Ning¨²n candidato republicano ha logrado llegar a la Casa Blanca sin ganar este Estado. Por el lado dem¨®crata, ninguno lo ha conseguido desde John Kennedy. Consciente de ello, ambos candidatos han peleado cada voto en este Estado. Obama tiene a su favor el apoyo de quienes viven de la industria del autom¨®vil, socorrida por el presidente en 2008, y este dato es esencial en un estado en el que uno de cada ocho empleos depende de este sector. Mitt Romney, que en aquel momento se signific¨® con un art¨ªculo en el que ped¨ªa que la industria del autom¨®vil se dejase caer,? ve con inquietud c¨®mo este posicionamiento puede costarle la presidencial. El candidato republicano no escatim¨® esfuerzos en un mitin final multitudinario en el que le acompa?¨® un aut¨¦ntico qui¨¦n es qui¨¦n en Ohio.

Virginia, microcosmos del futuro electoral. Los cambios demogr¨¢ficos registrados en Virginia durante los ¨²ltimos a?os han convertido a este Estado en un reflejo de lo que se espera que sea Estados Unidos dentro de tres d¨¦cadas. Obama espera revalidar victoria en un territorio en el que gan¨® en 2008 gracias a una coalici¨®n de votantes formada mayoritariamente por j¨®venes, mujeres y representantes de las dos grandes minor¨ªas del pa¨ªs: hispanos y afroamericanos. Sin embargo, las encuestas de ¨²ltima hora reflejaban un empate t¨¦cnico entre ambos candidatos. La campa?a en este Estado ha estado marcada por la preocupaci¨®n de los votantes por el medio ambiente y la p¨¦rdida de empleos en el sector del carb¨®n. Los candidatos han cuidado tambi¨¦n de manera muy especial el voto femenino, considerado vital en un Estado en el que las mujeres hacen gala de un elevado compromiso pol¨ªtico. El activismo femenino se ha visto intensificado este a?o por la aprobaci¨®n de una ley que exige a las mujeres que deseen abortar que se sometan previamente a una prueba de ultrasonido.

Florida, el premio gordo de la campa?a. Hispanos, jubilados, jud¨ªos, j¨®venes y familias suburbanas. Un complejo mosaico electoral que, hasta el ¨²ltimo minuto, se decantaba ligeramente a favor del candidato republicano. Para Mitt Romney, una derrota en este Estado supondr¨ªa que tiene que ganar en todos los dem¨¢s estados que se manten¨ªan indefinidos en v¨ªsperas de las elecciones para poder llegar a la Casa Blanca. Una proeza dif¨ªcil de realizar. El voto de los puertorrique?os, que mayoritariamente mantienen posturas conservadoras en materia econ¨®mica,? ser¨¢ clave en los comicios.

A la conquista del Oeste. Arizona es, junto con Colorado, una de las piezas clave del Oeste que necesitan ambos candidatos para asegurarse la victoria. Esta regi¨®n, considerada hist¨®ricamente como un basti¨®n republicano, ha ido girando pol¨ªticamente a lo largo de los ¨²ltimos a?os hasta convertirse en 'swing states', es decir, estados que cambian su voto de un partido a otro. Estos estados indecisos son los que tienen la llave para la Casa Blanca. El apoyo de los hispanos ha alentado esperanzas en las filas dem¨®cratas, pero ambos candidatos llegan con un virtual empate a la jornada electoral.