El general protagonista
David Petraeus fue un condecorado militar antes de ocupar la direcci¨®n de la CIA
A David Petraeus se le recordar¨¢ como el general que salv¨® dos guerras para Estados Unidos. Cuando el conflicto en Irak parec¨ªa destinado a encarnizarse repitiendo la grave humillaci¨®n de Vietnam, dise?¨® un refuerzo militar que George W. Bush acept¨®, y que marc¨® un cambio de rumbo en el conflicto, que permiti¨® culminar la retirada en 2011.
Sus prescripciones, mandar m¨¢s soldados a zonas insurgentes y confiar en t¨¢cticas contrainsurgentes, se aplicaron a tambi¨¦n a Afganist¨¢n, con el mismo ¨¦xito. Sobrevivi¨® a un c¨¢ncer de pr¨®stata y pas¨® a la vida civil asumiendo la direcci¨®n de la CIA, para acabar saliendo por la puerta de atr¨¢s este viernes, tras admitir ante el presidente una aventura extramarital.
Petraeus es una leyenda viviente dentro del Ej¨¦rcito norteamericano. Nacido en 1952 en Nueva York, dio 37 a?os de su vida al Ej¨¦rcito. Se licenci¨® en West Point and 1974 y se doctor¨® posteriormente en Relaciones Internacionales por la prestigiosa universidad de Princeton.
Su primera misi¨®n de combate le lleg¨® en 2003, como comandante de la Divisi¨®n A¨¦rea 101 durante la invasi¨®n de Irak. Con sus hombres tom¨® Mosul de forma exitosa. En 2005 fue ascendido a comandante general de la base de Fuerte Leavenworth y de su centro de educaci¨®n de l¨ªderes militares. Desde ese puesto, reescribi¨® el manual de operaciones contrainsurgentes de las fuerzas armadas norteamericanas, que se convertir¨ªa en una biblia militar en las dos guerras abiertas.
Cuando a Bush le quedaba algo m¨¢s de un a?o para abandonar la Casa Blanca decidi¨® renovar ¨ªntegramente su estrategia militar en Irak. Para ello ascendi¨® de nuevo a Petraeus, para ofrecerle el mando de la Fuerza Multinacional en Irak. As¨ª naci¨® el rearme de 2007.
Petraeus propuso un incremento de 20.000 soldados a dos bastiones insurgentes: Bagdad y la provincia de Anbar. Esas tropas pacificar¨ªan el pa¨ªs a la vez que entrenaban a las fuerzas armadas iraqu¨ªes, para protagonizar una transferencia de soberan¨ªa escalonada. Con la llamada ¡®doctrina Petraeus¡¯ desaparec¨ªan las operaciones de infanter¨ªa tradicionales en Irak.
La Casa Blanca consider¨® la operaci¨®n un ¨¦xito. Tanto, que ascendi¨® a Petraeus a un puesto del que parec¨ªa que ya no se marchar¨ªa: el mando del Comando Central, la divisi¨®n del Pent¨¢gono que coordina las fuerzas norteamericanas en Oriente Pr¨®ximo, el Cuerno de ?frica y Asia Central. Al comandante Petraeus le correspond¨ªa la labor de supervisar las dos guerras que EE UU ten¨ªa abiertas.
El nuevo presidente, Barack Obama, eligi¨® a otro soldado, Stanley McCrhystal, para que aplicara la doctrina Petraeus en Afganist¨¢n. Su primera orden: un refuerzo de 30.000 tropas con id¨¦ntica distribuci¨®n y funciones que el que Bush hab¨ªa ordenado para Irak. Sin embargo, el general McChrystal, comandante de la Fuerza de Asistencia a la Seguridad de la OTAN y de las fuerzas de EE UU en Afganist¨¢n, acab¨® protagonizando un acto de insubordinaci¨®n que oblig¨® a Petraeus a volver a tomar las riendas de una guerra.
En una entrevista con la revista Rolling Stone, McChrystal ridiculiz¨® al presidente y al vicepresidente Joe Biden. Obama pidi¨® su dimisi¨®n, y Petraeus le sustituy¨® en Afganist¨¢n en junio de 2010. Estuvo en el puesto aproximadamente un a?o, y lo abandon¨® para retirarse del ej¨¦rcito, justo en un contexto en el que Obama ordenaba la retirada escalonada de las tropas norteamericanas de Afganist¨¢n.
A Petraeus Se le condecor¨® con la Medalla por Servicio Distinguido del Ej¨¦rcito. En la ceremonia correspondiente se le compar¨® a los mayores generales de la historia del pa¨ªs, como George Marshall o Dwight Eisenhower.
Mucho se elucubr¨® sobre la marcha de Petraeus en la ¨¦poca. Hab¨ªa sufrido un c¨¢ncer de pr¨®stata en 2009, pero aquello no le apart¨® de sus funciones. Recibi¨® un tratamiento exitoso en el hospital militar de Walter Reed. En junio de 2010 se desmay¨® ante las c¨¢maras en una comparecencia en el Capitolio, aunque aquello qued¨® en una simple deshidrataci¨®n, sin m¨¢s complicaciones.
Lo cierto es que Petraeus era un militar muy protagonista en un mundo, como es el castrense, donde no gustan las estridencias o las salidas de tono. No encajaba con la disciplinada y silenciosa cultura del Pent¨¢gono.
Finalmente, Obama envi¨® al general retirado a la direcci¨®n de la CIA, un puesto que ocup¨® un a?o y dos meses. Bajo su mando, la agencia de inteligencia increment¨® notablemente los ataques con drones, o aviones no tripulados, controlados de forma remota. Su dimisi¨®n, el 9 de noviembre, s¨®lo tres d¨ªas despu¨¦s de las elecciones presidenciales, lleg¨® de forma inesperada. El motivo aducido, una relaci¨®n extramatrimonial, era algo que casi nadie esperaba, en un general que se hab¨ªa cubierto previamente de todos los honores posibles.
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