Muere de un tiro un ni?o en una sala de cine de la capital mexicana
La polic¨ªa y la empresa cinematogr¨¢fica se hacen cargo del suceso diez d¨ªas despu¨¦s, tras la publicaci¨®n del caso en la prensa
La polic¨ªa de la capital mexicana procedi¨® este lunes a cerrar la sala de cine en la que un ni?o de 10 a?os recibi¨® un tiro en la cabeza el pasado 2 de noviembre cuando estaba viendo una pel¨ªcula. Si el asesinato de un ni?o en un cine no fuera ya una p¨¦sima noticia, lo sorprendente es que las investigaciones no hayan comenzado hasta el lunes, cuando la prensa dio a conocer el incidente ocurrido diez d¨ªas atr¨¢s. La tardanza de la fiscal¨ªa y el silencio que mantuvo la empresa propietaria de los cines donde ocurrieron los hechos han provocado indignaci¨®n en el Distrito Federal, considerado como una zona en que la violencia no marca la vida cotidiana como en otras partes del pa¨ªs.
Hendrick Cuacuas G¨®mez, acompa?ado de su padre y de su hermana, asisti¨® el 2 de noviembre a la sucursal Plaza Ermita (al este de la ciudad) de la cadena Cin¨¦polis. Los tres iban a ver la funci¨®n de Ralph El demoledor, programada para las 20:00 horas. Minutos despu¨¦s de comenzada la pel¨ªcula, y seg¨²n ha explicado a la prensa el padre del menor, se escuch¨® algo ¡°como un zumbido¡±. Enseguida, Hendrik tuvo convulsiones, por lo que su padre, Enrique, pidi¨® ayuda en la atestada sala, con aforo para 300 personas.
Lo que sigui¨®, seg¨²n revel¨® este lunes el diario La Raz¨®n, fue una suma de acciones que van de la negligencia a la irracionalidad. Hendrick fue trasladado, y dejado a su suerte en el hospital p¨²blico, en un coche particular de personal de Cin¨¦polis, empresa que durante todos estos d¨ªas call¨® la situaci¨®n. El padre tuvo que llegar por separado al hospital en su propio veh¨ªculo. Los polic¨ªas que vieron en el cine al chico herido se desentendieron de la situaci¨®n. Las salas cinematrogr¨¢ficas siguieron funcionando con normalidad esa misma noche y los d¨ªas siguientes, mientras Hendrick era trasladado por su familia a un hospital privado, donde casi 48 horas despu¨¦s morir¨ªa con una bala alojada en el cerebro.
La torpe actuaci¨®n de los involucrados continu¨® incluso despu¨¦s de que el lunes la prensa diera a conocer el caso y mientras las quejas llenaban las redes sociales. La Fiscal¨ªa General de Justicia del Distrito Federal tard¨® todo el d¨ªa en notificar que hab¨ªa procedido al cierre de la sala de cine en que ocurrieon los hechos. Cin¨¦polis, la cadena de cines m¨¢s grande del pa¨ªs, y cuarta m¨¢s grande del mundo, se limit¨® a emitir un escueto comunicado en el que aseguraba que se aplic¨® el protocolo de seguridad y que, ante la tardanza de la ambulancia, trasladaron al chico al Hospital General de Iztapalapa.
El lunes, Enrique Cuacuas asegur¨® haber sabido con posterioridad que otras 3 personas hab¨ªan muerto en el mismo local en circunstancias similares a la de su hijo. A pesar de que esta informaci¨®n no ha sido confirmada, la cadena Cin¨¦polis se ha visto obligada a reconocer al menos otro caso ¡°dif¨ªcil de explicar que tampoco termin¨® en una investigaci¨®n previa, una persona recibi¨® una lesi¨®n en un pie¡±, seg¨²n declar¨® Pablo Jim¨¦nez, director jur¨ªdico de la empresa.
El disparo fue realizado a una distancia de un metro y medio, y la bala calibre 22 entr¨® por la regi¨®n parietal derecha, seg¨²n la informaci¨®n forense. Nada se sabe, por el momento, del autor de un disparo realizado hace once d¨ªas, en una sala de cine, con una pel¨ªcula infantil proyect¨¢ndose en la pantalla y unas autoridades, p¨²blicas y privadas, que durante m¨¢s de una semana se desentendieron del peque?o que acudi¨® esa noche a ver Ralph El demoledor.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.