¡°En Arabia Saud¨ª se est¨¢n dando los mismos procesos de crisis que en Egipto¡±

Dos grandes pa¨ªses del mundo ¨¢rabe que hasta ahora han vivido al margen de la convulsi¨®n pol¨ªtica e institucional que ha supuesto la primavera ¨¢rabe pueden experimentarla en los pr¨®ximos meses en los que supondr¨ªa una convulsi¨®n total de la geoestrat¨¦gia global. Bruce Riedel, quien ha asesorado a cuatro presidentes de EE UU ¡ªentre ellos Barack Obama¡ª en materia de seguridad, terrorismo y Oriente Medio apunta a Arabia Saud¨ª y Argelia como las pr¨®ximas piezas del domin¨® cuya ca¨ªda comenz¨® en T¨²nez y vive su ¨²ltimo episodio con la guerra civil siria.

¡°Eso cambiar¨¢ todo el escenario global¡±, explica Riedel de paso por Madrid para pronunciar una conferencia en el Instituto Elcano. ¡°En Arabia Saud¨ª, tenemos otras vez la misma presi¨®n demogr¨¢fica que ha provocado los cambios en Egipto, una gran poblaci¨®n juvenil con pocas perspectivas de trabajo, sin apertura de ning¨²n tipo, con un grupo de pr¨ªncipes envejecidos y un proceso de sucesi¨®n que lleva directamente a una crisis¡±.

Para este asesor de seguridad, el r¨¦gimen saud¨ª es consciente del peligro que corre y est¨¢ tratando de evitarlo. ¡°A pesar de toda la riqueza de que dispone Arabia Saud¨ª no puede crear empleo para su gente. Los saud¨ªes se est¨¢n gastando grandes cantidades en tratar de evitar la oposici¨®n y eso quiere decir dos cosas: que est¨¢n preocupados y que una situaci¨®n como la de otros pa¨ªses puede ocurrir. Cuando te gastas miles de millones de d¨®lares en tratar de evitar el descontento es que est¨¢s verdaderamente preocupado¡±.

En cuanto a Argelia, la situaci¨®n no es muy diferente. ¡°De nuevo tiene muchas de las caracter¨ªsticas demogr¨¢ficas de Egipto, un Estado policial, una sociedad cerrada y ninguna reforma en marcha¡±.

Para Riedel es a un error pensar que el proceso revolucionario en los pa¨ªses ¨¢rabes ha terminado. ¡°Pueden pasar a?os antes de que se asiente el Estado revolucionario en Egipto o Libia. La guerra civil en Siria puede durar meses o m¨¢s y no hay raz¨®n para pensar que el impulso revolucionario vaya a parar¡±, asegura este investigador de la Brookings Institution quien se desmarca de la euforia que provocaron en un primer momento los movimientos democratizadores en las dictaduras ¨¢rabes. ¡°Honestamente hay muchas nubes en el horizonte. El caos que sigui¨® a la ca¨ªda de Gafadi en Libia, Mubarak en Egipto, y Saleh en Yemen y el caos que vemos hoy en Siria ha sido explotado muy h¨¢bilmente por Al Qaeda, que no tiene nada que ver con el origen de este caos, pero ha sido muy eficaz en usarla en su provecho. Al Qaeda florece en los estados fallidos, Libia, Maili, Yemen, Siria, Somalia¡­ y ahora est¨¢ aprovechando la situaci¨®n para protagonizar un retorno muy significativo¡±.

Para este experto, las revueltas eran algo inevitable que Occidente no ha sabido prever. ¡°Lo que ha quedado claro ahora es que el antiguo statu quo desde Marruecos a Arabia Saudi no era sostenible. Nadie sab¨ªa c¨®mo ni cuando iba a estallar. No era previsible que un vendedor tunecino se prendiera fuego e iniciara todo¡± y a?ade: Lo que nadie vio al principio pero ahora parece muy claro es que cuando el proceso tuvo ¨¦xito en un pa¨ªs se iba a extender al siguiente, por eso creo que este proceso no ha terminado¡±.