Los art¨ªculos clave de la Constituci¨®n egipcia
Este ¨®rgano, regulado en el art¨ªculo 198, est¨¢ presidido por el 'ra?s', e incluye al primer ministro, as¨ª como a los altos cargos de las Fuerzas Armadas y los servicios de inteligencia
La aprobaci¨®n de la nueva Constituci¨®n del Egipto posrevolucionario ha sido un proceso accidentado y tortuoso. La primera Asamblea Constituyente, rechazada por los laicos por contener una aplastante mayor¨ªa islamista, fue disuelta por los tribunales en abril. Inmediatamente, el Parlamento aprob¨® un nuevo comit¨¦, algo m¨¢s equilibrado, pero a¨²n dominado por los islamistas. En consecuencia, el contenido de la nueva Carta Magna responde a los designios de esta corriente, y en concreto, de los Hermanos Musulmanes.
El art¨ªculo que ha suscitado un mayor debate ha sido el n¨²mero 2, que establece la identidad del Estado, y el rol de la?sharia o ley isl¨¢mica. Finalmente, su redacci¨®n es la misma que en la Constituci¨®n del a?o 1971: ¡°Islam es la religi¨®n del Estado, el ¨¢rabe es su lengua oficial y los principios de la?sharia son la principal fuente de legislaci¨®n¡±. Hasta ahora, el art¨ªculo ha sido interpretado de forma laxa, y no ha constre?ido el margen de maniobra del Parlamento.
Por esta raz¨®n, los ultraconservadores salafistas insistieron sin suerte en retirar la palabra ¡°principios¡±, o sustituirla por ¡°provisiones¡±, con la finalidad de aplicar la ley isl¨¢mica de forma ¨ªntegra. Ahora bien, como concesi¨®n para obtener su apoyo, los Hermanos Musulmanes aceptaron a?adir un nuevo como disposici¨®n adicional en el que se define los ¡°principios de la sharia¡±, y se especifica que incluye tambi¨¦n todas sus provisiones. Ello motiv¨® el rechazo de los representantes laicos, pues creen que puede abrir la puerta a una teocracia.
El borrador de la Constituci¨®n es tambi¨¦n criticado por laicos y organizaciones de derechos civiles al considerar que no ofrece suficientes garant¨ªas al respeto escrupuloso de las libertades individuales. As¨ª, los art¨ªculos 31 y 44 proh¨ªben las cr¨ªticas y ofensas a personas y a los profeta. Adem¨¢s, en la secci¨®n sobre la prensa, se reconoce su libertad de expresi¨®n, pero se a?ade que ¡°bajo una supervisi¨®n limitada¡±, lo que puede dar pie a la censura. De hecho, el representante en la Asamblea del Colegio de Periodistas se retir¨® en protesta.
Tambi¨¦n existen recelos respecto a las garant¨ªas a la libertad de culto, que est¨¢ reconocida en el art¨ªculo 38, ya que s¨®lo se reconoce para las ¡°religiones de Abraham¡±. Una de las principales quejas de la comunidad copta es las enormes dificultades que conlleva construir o incluso reparar una iglesia.
Junto al art¨ªculo 2, el que quiz¨¢s ha hecho correr m¨¢s r¨ªos de tinta fue uno referido a los derechos de la mujer. De acuerdo con su redactado, se reconoc¨ªa su completa igualdad, pero siempre ¡°de acuerdo con la sharia¡±. Esta ¨²ltima coletilla era inaceptable para los laicos, pues desconf¨ªan de la interpretaci¨®n que se pueda hacer de la ley isl¨¢mica. Finalmente, se lleg¨® a un consenso para retirar el art¨ªculo. La cuesti¨®n de la igualdad se aborda en el art¨ªculo 30, que proh¨ªbe cualquier discriminaci¨®n en base al ¡°g¨¦nero, origen, lengua, religi¨®n, creencia, opini¨®n, estatus social, o minusval¨ªa¡±.
Una de las partes m¨¢s pol¨¦micas del texto es la referida a las Fuerzas Armadas. Luego de muchas discusiones, el Ej¨¦rcito ha conseguido que se respeten sus l¨ªneas rojas, y contar¨¢ con una amplia autonom¨ªa para gestionar sus asuntos. Este hecho ha despertado las suspicacias entre muchos j¨®venes revolucionarios, pues creen que hubo un pacto secreto entre la Hermandad y los generales para repartirse el poder.
Por ejemplo, se permite el juicio a civiles en tribunales castrenses, se limita la elecci¨®n del Ministro de Defensa a oficiales del Ej¨¦rcito, y sobre todo, el Parlamento no tiene la potestad de establecer el presupuesto del Ej¨¦rcito, ya que compete al Consejo Nacional de Defensa. Este ¨®rgano, regulado en el art¨ªculo 198, est¨¢ presidido por el?rais, e incluye al primer ministro, as¨ª como a los altos cargos de las Fuerzas Armadas y los servicios de inteligencia.
Por ¨²ltimo, tambi¨¦n ha sido objeto de largos debates la forma de gobierno. La Constituci¨®n anterior, la del 1971, establec¨ªa un sistema presidencialista, en el que el?rais ten¨ªa unas competencias muy amplias. La nueva Carta Magna reduce algunos de sus poderes, pero se acerca al modelo franc¨¦s, conocido como semi-presidencialista. Por ejemplo, el presidente tiene la capacidad de disolver el Parlamento, pero s¨®lo si lo ratifica la ciudadan¨ªa en un refer¨¦ndum. Adem¨¢s, a pesar de que el presidente nombra el primer ministro, ¨¦ste debe contar con el apoyo de la mayor¨ªa de la Asamblea Popular.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.