Multitudinaria manifestaci¨®n en Kuwait para denunciar las elecciones de ma?ana
Los opositores han convocado una gran movilizaci¨®n para boicotear los comicios, que va a dar la medida del respaldo que tienen en su pulso con la familia real
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Miles de kuwait¨ªes se han congregado esta tarde para expresar su rechazo a las elecciones legislativas de ma?ana y promover su boicot. La manifestaci¨®n, la primera autorizada desde que el Gobierno del emirato prohibi¨® los m¨ªtines pol¨ªticos a principios de noviembre, es el ¨²ltimo cap¨ªtulo del pulso que la oposici¨®n mantiene con el emir, a quien acusa de querer neutralizar el Parlamento. ¡°El pueblo quiere la anulaci¨®n del decreto¡±, han coreado los manifestantes en referencia al edicto que ha cambiado la ley electoral. M¨¢s all¨¢ de parafrasear el lema de la Primavera ?rabe, el eslogan evoca que si no se alcanza un compromiso la lucha pol¨ªtica va a trasladarse a la calle como ha pasado en varias autocracias ¨¢rabes.
Las elecciones de ma?ana en Kuwait van a decidirse en gran medida hoy, durante la jornada de reflexi¨®n. En una muestra de la ins¨®lita situaci¨®n pol¨ªtica que atraviesa ese pa¨ªs, el Gobierno autoriz¨® una manifestaci¨®n convocada por el frente opositor para pedir que se boicoteen las urnas. Una variopinta alianza de islamistas, liberales y j¨®venes activistas acusa al emir de querer neutralizar el Parlamento con los cambios que ha introducido en la ley electoral. El asunto ha polarizado la sociedad kuwait¨ª y puesto al monarca contra las cuerdas. Si la oposici¨®n tiene ¨¦xito, los comicios, los quintos en seis a?os, quedar¨¢n deslegitimizados.
¡°El cambio de la ley electoral ha sido el detonante, la gota que desborda el vaso, pero se trata de un proceso acumulativo. Lo que se est¨¢ pidiendo en la calle son cambios democr¨¢ticos¡±, explica por tel¨¦fono Saad Al Ajmi, el editor del peri¨®dico online Al Aan, el ¨²nico verdaderamente independiente del emirato.
En efecto, el pulso se ha intensificado desde que los islamistas y sus aliados tribales ganaron las elecciones legislativas del pasado febrero y se lanzaron a conquistar una mayor influencia en las decisiones pol¨ªticas del emirato. Apenas cinco meses despu¨¦s, el Tribunal Constitucional disolvi¨® el Parlamento con el argumento de que hab¨ªa habido irregularidades en la delimitaci¨®n de las circunscripciones electorales, y dict¨® que se restaurara la C¨¢mara elegida en 2009, cuya composici¨®n era m¨¢s favorable al Gobierno. Sin embargo, las protestas impidieron que llegara a reunirse.
Entonces, el emir, el jeque Sabah al Ahmad al Sabah, anunci¨® por sorpresa un cambio en el sistema electoral. Kuwait, con 3,7 millones de habitantes de los que dos tercios son extranjeros sin derecho al sufragio, se divide en cinco circunscripciones, cada una de los cuales elige a 10 diputados. Pero a diferencia de lo que suele ser habitual, los kuwait¨ªes pod¨ªan seleccionar no a uno sino hasta cuatro candidatos (no se trata de listas electorales porque no hay partidos propiamente dichos). A partir de estas elecciones, el decreto del emir establece que solo se pueda votar a un candidato.
¡°El cambio pretende acallar la voz de la Asamblea Nacional, ya que facilita que las autoridades controlen los resultados electorales, lo que mina la legitimidad democr¨¢tica del pa¨ªs¡±, ha denunciado el exdiputado, Musallam al Barrak, una de las voces m¨¢s cr¨ªticas con la actuaci¨®n del jeque Sabah, a quien ha responsabilizado directamente de la situaci¨®n. A diferencia de los parlamentos en otras monarqu¨ªas ¨¢rabes, el kuwait¨ª tiene capacidad legislativa y de veto sobre los miembros del Gobierno, cuyos puestos clave siguen monopolizados por la familia real.
Los opositores consideran el decreto un abuso del art¨ªculo 71 de la Constituci¨®n (que solo autoriza tal proceder en situaciones excepcionales) y aseguran que el nuevo sistema diluye su capacidad de forjar alianzas e incremente los riesgos de compra de votos y de sobornos, un mal muy extendido en Kuwait. Su movilizaci¨®n se ha traducido en numerosas protestas, algunas de las cuales terminaron en enfrentamientos con la polic¨ªa. A principios de noviembre, el emir prohibi¨® las concentraciones de m¨¢s de 20 personas.
A¨²n as¨ª, el Ministerio del Interior ha autorizado la manifestaci¨®n convocada para hoy por el Frente Nacional para la Salvaguarda de la Constituci¨®n, la organizaci¨®n paraguas que agrupa a los opositores. J¨®venes activistas y liberales, que inspirados por la Primavera ?rabe quieren mayores libertades sociales y pol¨ªticas, se han unido a los islamistas (y las conservadoras tribus), que quieren tener mayor peso en el gobierno del pa¨ªs, de forma no muy distinta a lo que ocurriera en Egipto o T¨²nez.
¡°La primavera kuwait¨ª empez¨® antes que la ¨¢rabe¡±, asegura Al Ajmi, en referencia a la pugna que desde hace varios a?os mantiene el Parlamento con la familia real para lograr una verdadera monarqu¨ªa constitucional. El emirato tiene una de las rentas per capita m¨¢s altas del mundo, adem¨¢s de un envidiable estado de bienestar. ¡°A diferencia de otros pa¨ªses aqu¨ª no se est¨¢ pidiendo la ca¨ªda del r¨¦gimen¡±, precisa el periodista, ¡°sino que se quiere proteger la Constituci¨®n, una de las m¨¢s antiguas de la regi¨®n. El emir no la ha respetado al cambiar la ley electoral fuera del Parlamento¡±.
Los islamistas sin embargo van m¨¢s lejos y ya hablan abiertamente de cambiar la Carta Magna. ¡°Los Al Sabah est¨¢n perdiendo su legitimidad¡±, afirma en un email Mansur al Khuzam, exsecretario general del Hizb al Umma que abandon¨® en 2008 y en la actualidad simpatizante de la movilizaci¨®n juvenil. Para ¨¦l, s¨®lo hay dos salidas: ¡°que el r¨¦gimen d¨¦ marcha atr¨¢s [en la ley], pero la gente no va a aceptar la p¨¦rdida de tiempo y de dinero gastados en candidatos corruptos; o lo m¨¢s probable, que mantenga el circo [electoral] y la gente se soliviante a¨²n m¨¢s con la familia real¡±.
A pesar de la imagen de tranquilidad que el emir ha querido transmitir viajando esta semana a Londres, hay indicios de nervios en palacio. Por primera vez en la historia de Kuwait, el Gobierno est¨¢ enviando SMS a los ciudadanos para que voten ma?ana.
¡°La respuesta a esa convocatoria va a darnos una indicaci¨®n del poder de la oposici¨®n¡±, se?ala George E. Irani, profesor de la Universidad Americana de Kuwait, que recuerda que el objetivo de los opositores es que los votantes no superen el 20%-30% para que el proceso quede deslegitimizado. En su opini¨®n, ¡°el pa¨ªs est¨¢ polarizado, pero no todo es blanco o negro; algunos miembros de la familia real han tendido la mano y tambi¨¦n hay opositores que concurren a las elecciones¡±. Irani apunta adem¨¢s la influencia de la situaci¨®n regional.
Despu¨¦s de 21 meses de revuelta en el vecino Bahr¨¦in, el hermano mayor saud¨ª est¨¢ especialmente sensible a veleidades democr¨¢ticas que puedan perturbar a otra monarqu¨ªa ¨¢rabe. Como en esa isla-Estado, EEUU se enfrenta en Kuwait a la contradicci¨®n entre los valores democr¨¢ticos y la estabilidad necesaria para que siga fluyendo el petr¨®leo. Una escalada del conflicto en el emirato, que tiene las sextas reservas de crudo y es uno de los diez principales exportadores de sus derivados, tendr¨ªa repercusiones indeseadas en el precio del barril.
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