El Pent¨¢gono busca m¨¢s poderes para la lucha antiterrorista en el norte de Mal¨ª
Grupos yihadistas controlan parte del pa¨ªs y la Casa Blanca estudia pedir m¨¢s poderes al Capitolio

Mientras las tropas norteamericanas apostadas en Afganist¨¢n comienzan a replegarse, la Casa Blanca est¨¢ considerando solicitarle al Capitolio una expansi¨®n de poderes para efectuar intervenciones armadas en ?frica, donde ha detectado un incremento de la actividad armada de grupos locales asociados a Al Qaeda. En el Pent¨¢gono preocupa especialmente el caso de Mal¨ª, donde el primer ministro, Cheikh Modibo Diarra, dimiti¨® el lunes despu¨¦s de ser detenido por los militares, que protagonizaron un golpe de Estado en marzo. Entonces se cre¨® un vac¨ªo de poder que dio fuelle a una revuelta en el norte de pa¨ªs, que grupos radicales han aprovechado para imponer la sharia o ley isl¨¢mica.
El presidente interino, Diouncounda Traore, ha nombrado primer ministro a Django Cissoko en sustituci¨®n de Diarra, seg¨²n ha informado este martes la televisi¨®n estatal.
?¡°El Departamento de Defensa est¨¢ extremadamente preocupado por la inestabilidad en Mal¨ª¡±, dijo el mi¨¦rcoles pasado Amanda Dory, subsecretaria para Asuntos Africanos en el Pent¨¢gono, durante una audiencia sobre Mal¨ª en el Capitolio. ¡°El aumento del terrorismo en Mal¨ª amenaza a los ciudadanos norteamericanos, a sus intereses y a sus aliados en la regi¨®n. Al Qaeda en el Magreb Isl¨¢mico mantiene la capacidad de atacar las embajadas en la zona, y otros intereses occidentales, y atacar o secuestrar a ciudadanos occidentales para pedir rescate¡±, a?adi¨®.
Una heterog¨¦nea suma de grupos armados tom¨® en marzo las ciudades del norte de Mal¨ª, aprovechando una revuelta tuareg. Entre ellos se halla el Movimiento para la Unidad de la Yihad en ?frica Occidental, a quien el viernes el Departamento de Estado norteamericano declar¨® formalmente ¡°Grupo Terrorista Global Especialmente Designado¡±, algo que le permite al ejecutivo de EE UU bloquear los activos que tengan en territorio norteamericano y prohibir las transacciones de estadounidenses con ¨¦l o sus l¨ªderes.

Ese grupo se cre¨® en septiembre de 2011 para expandir la yihad a ?frica Occidental. Los grupos extremistas controlan ahora las localidades de Gao, Kidal y Tombuct¨², donde han protagonizado secuestros, apedreamientos y torturas. En el Pent¨¢gono preocupa que desde el norte de Mal¨ª, una zona cuya superficie es mayor que la de Espa?a, se planifiquen ataques contra intereses norteamericanos y europeos, del mismo modo en que en los a?os 90 Al Qaeda emple¨® como base Afganist¨¢n.
Con el golpe de estado de marzo, acabaron dos d¨¦cadas de democracia en Mal¨ª. Hasta el lunes, Diarra dirig¨ªa un ejecutivo interino, impuesto por tropas leales al capit¨¢n Amadou Haya Sanogo, quien preside un comit¨¦ de reforma militar. EE UU sospecha que es el capit¨¢n Sanogo quien realmente controla el gobierno. El Departamento de Estado norteamericano ha rescindido cualquier ayuda que hubiera destinado hasta este a?o al gobierno de ese pa¨ªs. En 2011 envi¨® 138 millones de d¨®lares a Mal¨ª, para programas de ayuda al desarrollo. Tambi¨¦n ha evacuado a 200 norteamericanos que participaban en programas de cooperaci¨®n.
¡°Estamos seriamente preocupados por la presencia y actividades terroristas y grupos extremistas en el norte de Mal¨ª¡±, dijo en una audiencia en el Capitolio el pasado mi¨¦rcoles Johnnie Carson, subsecretario de Estado para ?frica. ¡°Al Qaeda en el Magreb Isl¨¢mico, el Movimiento para la Unidad de la Yihad en ?frica Occidental y otros grupos afines han explotado el caos creado por el golpe de estado y la rebeli¨®n en el norte para afianzar su refugio en el norte de Mal¨ª e imponer su ideolog¨ªa radical en las poblaciones locales¡±, a?adi¨®.
La Casa Blanca y el Pent¨¢gono han ofrecido su asesoramiento a las naciones de la Comunidad Econ¨®mica de Estados de ?frica Occidental para planificar una intervenci¨®n armada en el norte del pa¨ªs, seg¨²n revelaron fuentes oficiales la semana pasada. Pero han hecho poco m¨¢s. Los pa¨ªses de ?frica Occidental se han comprometido a ofrecer 3.300 soldados para ese cometido, pero necesitan apoyo y financiaci¨®n de sus aliados occidentales. La secretar¨ªa general de la ONU ha dicho, en un informe cr¨ªtico, que no queda claro c¨®mo se gestionar¨ªa y financiar¨ªa ese contingente.
El Pent¨¢gono ha pedido prudencia a las naciones de ?frica Occidental. El jefe del Comando ?frica, general del cuerpo de infanter¨ªa Carter Ham, dijo la semana pasada en un discurso en Washington que ¡°la intervenci¨®n militar puede ser un componente necesario, pero si va a haber intervenci¨®n militar, debe ser exitosa¡±. ¡°No puede efectuarse de forma prematura¡±, a?adi¨®, provocando notorias dudas sobre la confianza de los generales norteamericanos en el posible ¨¦xito de una misi¨®n militar africana, liderada, con toda probabilidad, por N¨ªger, Nigeria y Burkina Faso.
Existen sospechas de que EE UU ha empleado ya drones, o aviones no tripulados controlados de forma remota, en Mal¨ª. El sitio web Magharebia, financiado por el Comando ?frica del Pent¨¢gono, public¨® en junio que un ¡°ataque misterioso¡± con un drone, 200 kil¨®metros al norte de Tombuct¨², hab¨ªa aniquilado a ¡°siete terroristas de Al Qaeda¡±. El diario The Washington Post public¨® en aquel mismo mes que el Departamento de Defensa norteamericano cuenta con un arsenal de drones en una base de Ouagadougou, en Burkina Faso.
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