Un Egipto dividido concluye la primera fase del refer¨¦ndum constitucional
Diez provincias han votado el texto patrocinado por el presidente Morsi; el resto lo har¨¢ el d¨ªa 22 M¨¢s de 120.000 soldados han sido desplegados en los colegios electorales por temor a incidentes
Seg¨²n la hoja de ruta prevista, un Egipto esperanzado deb¨ªa ratificar en las urnas su nueva Constituci¨®n democr¨¢tica, ¨²ltima etapa y piedra angular de su transici¨®n. Nada m¨¢s lejos de la realidad. Tras dos semanas marcadas por las manifestaciones y los enfrentamientos en las calles, un pa¨ªs profundamente dividido ha celebrado el s¨¢bado la primera jornada de su refer¨¦ndum constitucional. Ante el riesgo de nuevas erupciones violentas, m¨¢s de 120.000 soldados fueron desplegados frente a colegios electorales, y centros neur¨¢lgicos de las instituciones estatales.
Un total de 26 millones de personas, de una poblaci¨®n de casi 84 millones, estaban llamadas a las urnas. No existen datos oficiales de participaci¨®n, pero todos las se?ales apuntan a una participaci¨®n bastante alta, si bien por debajo de la registrada en las presidenciales. A causa de las largas colas que se formaron a las puertas de muchos colegios, la Comisi¨®n Electoral decidi¨® alargar el plazo de votaci¨®n dos horas m¨¢s, hasta las once de la noche.
¡°Hasta las dos de la tarde hab¨ªa votado en este colegio cerca del 25% del censo. Mi pron¨®stico es que llegaremos a un 45%¡±, declar¨® el juez Ahmed Sagir, encargado de supervisar la votaci¨®n en una escuela primaria del barrio popular de Sayyida Zeinab, en El Cairo.
La consulta se realiza finalmente en dos fases. En la primera, este s¨¢bado, votan los ciudadanos de 10 provincias, que incluyen las ciudades m¨¢s pobladas: El Cairo y Alejandr¨ªa. El pr¨®ximo s¨¢bado 22 de diciembre lo har¨¢n el resto, buena parte de ellas situadas en el Delta del Nilo. El presidente egipcio, Mohamed Morsi, opt¨® por alargar la votaci¨®n ante la falta de jueces dispuesto a supervisar el refer¨¦ndum. Y es que la magistratura ha sido uno de los estamentos sociales m¨¢s hostiles a las ¨²ltimas y controvertidas decisiones del rais islamista.
M¨¢s all¨¢ de algunas refriegas, la jornada se desarroll¨® sin incidentes violentos. Sin embargo, varios partidos de la oposici¨®n, adem¨¢s de organizaciones de derechos humanos que supervisan el proceso, denunciaron irregularidades cometidas por partidarios del "s¨ª". Entre ellas, la compra de votos, y la realizaci¨®n de actividades de propaganda en las inmediaciones de los colegios electorales. Adem¨¢s, tambi¨¦n hay informaciones que apuntan a la ausencia de jueces en cierto n¨²mero de colegios, as¨ª como problemas con el censo de electores.
El refer¨¦ndum ha dividido el pa¨ªs en dos bandos que parecen irreconciliables. A favor del ¡°s¨ª¡±, los Hermanos Musulmanes, el partido de Morsi, y la mayor¨ªa de las corrientes salafistas -una rama ultraconservadora del Islam-. A favor del ¡°no¡±, las organizaciones de j¨®venes revolucionarios, y los partidos de la oposici¨®n laica, as¨ª como alg¨²n movimiento islamista moderado, como el liderado por el ex candidato a la presidencia Abdel Moneim Abulfut¨².
¡°La Constituci¨®n contiene muchas mejoras respecto a las anteriores. Proh¨ªbe el arresto sin cargos, garantiza las libertades individuales y tambi¨¦n la justicia social. Por ejemplo, los pobres tendr¨¢n acceso gratuito a la sanidad¡±, apunta Hossam, un funcionario de 28 a?os que no milita en la Hermandad, pero los suele votar. ¡°Yo tambi¨¦n he votado a favor, porque el pa¨ªs necesita estabilidad. Si gana el no, tendremos que empezar el proceso constitucional otra vez de cero¡±, afirma Ibrahim, el t¨ªo de Hossam, y propietario de un caf¨¦ en el barrio de Abdeen.
Adem¨¢s de la presencia de la sharia en el borrador, la estabilidad es una de las herramientas m¨¢s poderosas del relato islamista a favor del ¡°s¨ª¡±. Khairat al-Shater, considerado el poder en la sombra dentro de la Hermandad, realiz¨® una extra?a aparici¨®n p¨²blica esta semana advirtiendo que la econom¨ªa se encuentra en una situaci¨®n muy delicada, y que no se puede alargar m¨¢s la transici¨®n.
A falta de encuestas fiables, la mayor¨ªa de expertos apuesta por un triunfo rotundo del ¡°s¨ª¡±. ¡°Creo que la Constituci¨®n pasar¨¢ con m¨¢s de un 65% de los sufragios. Los islamistas est¨¢n m¨¢s movilizados y han construido una narrativa m¨¢s eficaz¡±, sostiene Samer Shehata, catedr¨¢tico de la Universidad de Georgetown.
Sin embargo, hay se?ales que ponen en tela de juicio esta tesis, proyectando una sombra de duda sobre el resultado del refer¨¦ndum. Ciertamente, la oposici¨®n no ha hilvanado una narrativa tan coherente sobre su posici¨®n respecto a la consulta, ni cuenta con una engrasada maquinaria. Pero pueden propulsarla los fuertes vientos de la polarizaci¨®n. Y es que los Hermanos Musulmanes no solo suscitan temor y rechazo entre las clases altas occidentalizadas. M¨¢s que un refer¨¦ndum sobre la Carta Magna, el de hoy puede acabar convirti¨¦ndose en un plebiscito sobre el controvertido gobierno del presidente Morsi.
¡°Los de la Hermandad son unos mentirosos. Dicen que sus actos est¨¢n motivados por el Islam, pero en el fondo, lo ¨²nico que quieren es acaparar riqueza y poder¡±, afirma Rabia Nasr, de 62 a?os y propietario de un peque?o taller mec¨¢nico. ¡°La Constituci¨®n otorga demasiados poderes a la presidencia y eso es peligroso¡±, a?ade.
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