La oposici¨®n se manifiesta en Mosc¨² pese a la prohibici¨®n del Kremlin
La polic¨ªa detiene a 40 personas, entre ellas el bloguero Alex¨¦i Navalni, l¨ªder de la disidencia
La oposici¨®n rusa desafi¨® al Kremlin y se manifest¨® este s¨¢bado en Mosc¨², a pesar de la prohibici¨®n de las autoridades y del fr¨ªo. Despu¨¦s del fracaso de las negociaciones desarrolladas durante la semana para fijar una ruta de la marcha de protesta, la oposici¨®n decidi¨® reunirse junto al monumento de las v¨ªctimas del gulag, frente a la plaza Lubianka, sede del KGB y de su sucesor, el Servicio Federal de Seguridad.
Centenares de personas se animaron a desafiar al fr¨ªo ¡ª15 grados bajo cero¡ª y arriesgarse a ser detenidos por la polic¨ªa, que hab¨ªa desplegado numerosos uniformados en los accesos a la plaza Lubianka. Los polic¨ªas procedieron a desalojar el lugar del mitin -¡ªjunto a la llamada Piedra de Solovetski, granito proveniente del pueblo del mismo nombre donde en ¨¦poca de Stalin funcionaba el campo de prisioneros de Solovk¨ª¡ª despu¨¦s de dos horas y media, al tiempo que arrestaban a los participantes m¨¢s activos.
En el mitin no autorizado tomaron parte, seg¨²n las estimaciones, entre 700 y 2.000 personas, de las cuales alrededor de 40 fueron detenidas, entre ellas varios dirigentes de la oposici¨®n como el coordinador del Frente de Izquierdas, Sergu¨¦i Udaltsov; el abogado y bloguero Alex¨¦i Navalni, al que la fiscal¨ªa rusa abri¨® el pasado julio un proceso; Ili¨¢ Yashin y Ksenia Sobchak. Estos l¨ªderes ¡ªalgunos de los cuales hab¨ªan sido detenidos preventivamente, antes de que pudieran participar en la protesta¡ª fueron dejados en libertad m¨¢s tarde, sin que se les hiciera ninguna acusaci¨®n formal.
A diferencia de anteriores convocatorias mucho m¨¢s multitudinarias, no solo el fr¨ªo fue responsable de la baja participaci¨®n de los opositores al actual r¨¦gimen en el acto de protesta. Otros factores tambi¨¦n influyen en la decisi¨®n de muchos descontentos de quedarse en casa, como las nuevas leyes recientemente aprobadas, que contemplan la imposici¨®n de severas multas a los que participan en m¨ªtines no autorizados por las autoridades; el juicio en curso contra algunos participantes en una manifestaci¨®n anterior, acusados de haber incitado a la violencia y que pueden ser condenados a penas de c¨¢rcel; la propaganda estatal, que asegura que las ¨²ltimas marchas han sido organizadas desde el extranjero, y tambi¨¦n la falta de un programa constructivo por parte de la oposici¨®n, que insiste en exigir la convocatoria de nuevas elecciones parlamentarias.
La mezcla de miedo y de no ver una salida viable a la situaci¨®n actual hace que las decenas de miles de personas que salieron a las calles despu¨¦s de los comicios celebrados a fines del a?o pasado y que fueron calificados como fraudulentos por la oposici¨®n, prefieran hoy no manifestarse.
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