Monti presenta la dimisi¨®n y sopesa su entrada en la pol¨ªtica italiana
¡°Mi Gobierno ha terminado y no por culpa de los mayas¡±, dice el hasta ahora primer ministro
Mario Monti lleva un a?o diciendo que no. ?Dir¨¢ el domingo que s¨ª? La pr¨¢ctica totalidad de la prensa italiana da por seguro desde hace varios d¨ªas que, aprobados hoy los presupuestos generales y presentada, inmediatamente despu¨¦s, su dimisi¨®n ante el jefe del Estado, el primer ministro t¨¦cnico anunciar¨¢ el domingo ¡ªa las once de la ma?ana, en la Galer¨ªa Alberto Sordi de Roma¡ª su descenso a la arena pol¨ªtica. Monti cuenta para ello con el respaldo del centro pol¨ªtico italiano, de la clase empresarial, del Vaticano, de los l¨ªderes europeos y aun de Barack Obama, pero tiene en contra el valor de la palabra dada. A los ciudadanos ¡ªa trav¨¦s de decenas de declaraciones period¨ªsticas en las que aseguraba que su mandato expirar¨ªa con las elecciones¡ª y a su m¨¢ximo valedor, Giorgio Napolitano, el octogenario presidente de la Rep¨²blica, quien hace 11 meses, en el ocaso de su mandato, se jug¨® su prestigio urdiendo una compleja operaci¨®n para sacar a Silvio Berlusconi del poder y colocar en su lugar a un profesor de una probidad y una independencia exquisitas.
Ese es, a d¨ªa de hoy, Mario Monti. ?Lo seguir¨¢ siendo si el domingo decide bajar al terreno de juego y encabezar o apadrinar una opci¨®n partidista determinada en detrimento de otras? La situaci¨®n, por in¨¦dita, es apasionante. Y, por italiana, rica y compleja, enemiga de los titulares a una l¨ªnea. El primer ministro t¨¦cnico cumpli¨® ayer el gui¨®n que ¨¦l mismo se hab¨ªa marcado el pasado s¨¢bado d¨ªa 8, unas horas despu¨¦s de que el Pueblo de la Libertad (PDL) retirara la confianza a su Gobierno y Silvio Berlusconi confirmara su candidatura. Monti anunci¨® que, tras la aprobaci¨®n de los presupuestos, subir¨ªa al palacio del Quirinal para formalizar su dimisi¨®n y que Napolitano pudiese convocar elecciones, que con toda seguridad se celebrar¨¢n el 24 y 25 de febrero. ¡°Mi gobierno est¨¢ terminado¡±, ha dicho Monti recurriendo a su iron¨ªa, ¡°pero no por culpa de los mayas¡±.
La culpa es de Berlusconi. Pero no solo. Hoy, durante el debate de los presupuestos, el diputado Walter Veltroni, exalcalde de Roma y candidato derrotado del centroizquierda en 2008, ha dicho en su discurso de despedida que desde 1994 Italia ha estado paralizada por ¡°el berlusconismo y el antiberlusconismo¡±. El juego de odios y venenos puesto en pr¨¢ctica durante dos d¨¦cadas por el anterior primer ministro ha arrastrado por el sumidero de la inmundicia a propios y tambi¨¦n a extra?os. ¡°Italia¡±, dec¨ªa Veltroni en un bello y aplaudido discurso en el que alab¨® de paso la labor de Monti, ¡°necesita una profunda revoluci¨®n democr¨¢tica y una guerra; una guerra a la Mafia y a la ilegalidad¡±. Viene esto a cuento porque, durante los ¨²ltimos d¨ªas, se ha venido dando por seguro en Italia que la candidatura de Monti estaba m¨¢s que justificada aunque solo fuera como ant¨ªdoto del incombustible Berlusconi. Nadie parec¨ªa advertir el peligro contrario. Que quien terminara quem¨¢ndose fuese Monti, obligado a luchar por ¡°un pu?ado de votos¡± ¡ªexpresi¨®n de Napolitano¡ª en un terreno que Berlusconi domina, el de los titulares a quemarropa (¡°la prima de riesgo es una estafa¡±, ¡°vuelvo porque Italia me necesita¡±, ¡°Monti es un peque?o protagonista de la pol¨ªtica¡±) y las amenazas, veladas o no tanto, de las que no se salva ni el Vaticano ¡ªal que acaba de recordar los beneficios que obtuvo de sus gobiernos¡ª ni los magistrados que lo juzgan. La fiscal de Mil¨¢n Ilda Boccassini, acusadora de Berlusconi en el caso Ruby, sufre el acoso de algunos medios de su imperio medi¨¢tico en una vieja t¨¢ctica de intimidaci¨®n. ?Est¨¢ dispuesto el profesor Monti, antiguo rector de la prestigiosa y poderosa Universidad Bocconi de Mil¨¢n, excomisario europeo, exasesor de Goldmand Sachs y senador vitalicio de Italia con posibilidades de convertirse en presidente de la Rep¨²blica, a batirse el cobre por los callejones de la pol¨ªtica con ese viejo pendenciero llamado Silvio Berlusconi? La soluci¨®n, el domingo.
Esta tarde han sido cumplidos escrupulosamente los rituales del adi¨®s. La C¨¢mara de Diputados ha aprobado ¡ª309 votos a favor, 55 en contra y cinco abstenciones¡ª los presupuestos y ha desbloqueado un decreto que proh¨ªbe las candidaturas de pol¨ªticos con condenas. El Consejo de Ministros ha celebrado su ¨²ltima reuni¨®n y Mario Monti ha subido a ver a Napolitano, a quien no han gustado las prisas de su pupilo por terminar abruptamente el mandato t¨¦cnico, y le ha presentado la dimisi¨®n. El profesor ya est¨¢ libre para anunciar el domingo su aterrizaje en la pol¨ªtica y as¨ª darle una alegr¨ªa a Angela Merkel y asociados o, por el contrario, ser fiel a aquello que repet¨ªa durante los primeros meses de su mandato: ¡°Mi compromiso finaliza en 2013. No me gustar¨ªa seguir siendo primer ministro¡±. El valor de la palabra dada.
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